El coleccionismo es una de las formas más comunes de enfocar los juegos de Pokémon una vez completada la aventura principal. Desde sus inicios, la propia franquicia lleva impulsándonos a cumplir con el reto de la Pokédex, ofreciendo incentivos a los jugadores que capturen a todas las criaturas disponibles. Sin embargo, muchos miembros de la comunidad han llevado su afán completista a niveles muy por encima de las exigencias de Game Freak. Los usuarios han creado sus propios desafíos o desarrollado manías que nos traen historias como la de un jugador de Escarlata y Púrpura que ha tardado más de diez horas en capturar a un solo pokémon.
La forma más difícil de capturar a un pokémon legendario
Una de las costumbres más extendidas en la comunidad de Pokémon es capturar a cada criatura con una Poké Ball cuyos colores encajen con su aspecto. Un jugador que siga esta tradición intentaría, por ejemplo, 'encerrar' a Pikachu en una bola que tenga tonos amarillos. Esta práctica es una verdadera obsesión para muchos jugadores y hasta la séptima generación no era particularmente problemática. El verdadero desafío estaba en conseguir los objetos en cuestión y, si bien no siempre era fácil, tampoco suponía un esfuerzo demasiado elevado. Sin embargo, con la llegada de Sol y Luna se introdujo en los videojuegos la Ente Ball.
La Ente Ball es la bola de captura más particular que existe. Ofrece una bonificación que hace mucho más fácil atrapar a los Ultraentes, pero también reduce al mínimo las opciones de hacerse con cualquier criatura que no pertenezca a esta categoría pokémon. Es el único tipo de Poké Ball que penaliza a los jugadores por utilizarla contra especies para las que no está diseñada. Una situación que ha puesto entre la espada y la pared a alquinos jugadores de Escarlata y Púrpura, que en esta generación se han encontrado con la especie más difícil de atrapar si quieren seguir adelante con esta consonancia cromática entre bola de captura y criatura capturada.
El Pokémon Miraidon al lado de la Ente Ball (imágenes vía Bulbapedia).
Como podéis ver en la foto, Miraidon parece un pokémon hecho específicamente para aparecer en una Ente Ball. Sin embargo y al no tener relación alguna con los ultraentes, las posibilidades de capturarlo utilizando una de estas bolas es ínfima. Reduciendo su salud a un solo punto y durmiéndolo, la Ente Ball solo tiene un 1,26% de probabilidad de atrapar al pokémon. Para establecer una comparación, en estas mismas circunstancias una Poké Ball completaría el trabajo en el 7% de los casos. Además, hay una diferencia clave. A lo largo de nuestra aventura en la novena generación apenas podremos conseguir –de forma realista– una de estas ‘balls’ especializadas en ultraentes.
Todos estos factores hacen que un jugador que quiera conseguir a Miraidon en una Ente Ball tengan que reiniciar la consola cada vez que la captura falla. Una tarea que ha completado al menos un jugador. "Me llevó unas once horas. Diez sobre diez. No lo voy a hacer nunca más (...) Usaba Avalugg con Pirueta Helada para romper el Campo Eléctrico. Cambiaba a Breloom para dar Falsotortazo y Spora. Después tiraba la bola, reiniciando la consola en un ciclo frustrante que se repetía todo el rato", explicaba al resto de la comunidad. Desde luego, no se puede decir que le falte dedicación.