Siempre he pensado que tienen que existir videojuegos para todo el mundo. Está muy bien que existan títulos tan desafiantes como los Dark Souls, tan viscerales y rápidos como Bayonetta, con tantas horas de exploración y libertad como Zelda: Tears of the Kingdom, o con un enfoque tan amplio como el de Super Mario Bros Wonder. Pero a veces nos olvidamos de los más pequeños de la casa, que parece que tienen que conformarse con productos de segunda categoría, o que simplemente están basados en las licencias de moda.
Tras probar Princess Peach: Showtime! me he dado cuenta de que es uno de esos juegos que querría disfrutar con mis hijos en Nintendo Switch. Creo que resulta ideal para introducir a los más pequeños en este fantástico mundillo, porque aparte de que lo que he probado está muy bien diseñado, la variedad es extrema, con planteamientos de todo tipo: exploración, plataformas, acción, sigilo, minijuegos… Es una aventura todo-en-uno que incluso a mí me ha dejado con ganas de ver más, porque aparte de que cada nivel es una nueva experiencia, se nota que ha sido desarrollado con bastante cariño.
El espectáculo de variedades de Peach
No es la primera vez que Peach protagoniza su propio videojuego. Ya lo hizo hace casi 20 años en Super Princess Peach, un título de plataformas para Nintendo DS bastante notable, pero que fue muy criticado por su escasa dificultad. No os voy a engañar. Aunque el planteamiento de este juego es muy distinto, el grado de desafío tampoco va a ser su aspecto más destacable. Está pensado para jugadores con poca experiencia, y más específicamente las nuevas generaciones que salieron encantadas tras ver la última película de Super Mario.
Y por ahí va un poco el asunto. Peach es algo más que una princesa en apuros, y eso es precisamente lo que quiere demostrarnos este videojuego. Princess Peach: Showtime! nos presenta a una protagonista fuerte y polifacética, con 10 transformaciones que ya os adelanto que no tienen desperdicio. Puedes ser una ninja, una vaquera, una espadachina, una detective, una repostera, una experta en artes marciales… Cada transformación posee sus niveles específicos, en los cuales se explota un estilo de juego muy diferenciado (y en ocasiones muy original). Eso me ha encantado.
Para que lo entiendas, todo se basa en que Peach acude al Teatro Esplendor para disfrutar de un espectáculo. Pero algo terrible ocurre. Una tal Grape aparece en escena y acaba con la función. Ahora te corresponde a ti sacar adelante la obra, traspasando cada una de las puertas que llevan a las distintas funciones. ¿Has jugado a Super Mario 64? Pues el concepto es muy similar, con un hall que te da acceso a los distintos niveles, que según he aprendido en esta demostración, estarán accesibles una vez obtengas el número de estrellas necesario.
Este es el planteamiento, uno bastante sencillo como podrás comprobar y que además permite cierta libertad a la hora de escoger por dónde quieres comenzar tu partida. Yo, por ejemplo, comencé con Peach Ninja, con un nivel que me sorprendió por la variedad de propuestas que presentaba. Tiene partes de sigilo en que debes esconderte en la hierba para sorprender a los enemigos y abatirlos, pero también contenía plataformas bastante inspiradas, que incluso a mí (que me encantan los retos plataformeros) me pareció que tenía su aquel.
La siguiente que escogí fue Peach Repostera, y aquí el nivel estaba más orientado a los minijuegos, del estilo de pulsar botones a toda velocidad para preparar unos cupcakes (sin pasarte, porque entonces la lías), hasta manejar una manga pastelera para imitar la decoración de varias tartas de referencia (todo un reto, ya os lo digo). También tuve oportunidad de jugar el nivel de Peach Vaquera, con enfrentamientos contra bandidos y una persecución en caballo de lo más satisfactoria a los mandos. No estaba nada mal.
Al presentar tanta variedad de propuestas, es lógico que alguna os parezca peor que otra. En mi caso, el nivel de Peach Espadachina es el que menos reto me supuso, pero aun así la acción combativa con sable en mano me parece ideal para que los más pequeños aprendan a desenvolverse con los controles. A este respecto, y para que te quede aún más claro a quién va dirigido Princess Peach: Showtime!, decirte que solo hay dos botones: uno para saltar y otro para usar la habilidad asociada a cada transformación. Existe un botón adicional, pose, pero su función es más limitada y va destinada a encontrar salas escondidas y algún secreto.
A este respecto, es importante que sepas que cada nivel contiene 10 estrellas a coleccionar, además de un lazo que desbloquea un elemento de personalización para Peach. Durante mi prueba, en que probé cuatro niveles, solo pude desbloquear todos los elementos en un nivel, así que aunque la dificultad sea asequible, eso no quiere decir que el juego no tenga su miga. Aparte, como es imposible volver hacia atrás en los niveles en caso de que te dejes una estrella, estás obligado a repetirlo para hacerlo todo al cien por cien. Así que rejugabilidad, aunque sea limitada, parece que hay.
En definitiva… ¿qué me ha parecido Princess Peach: Showtime? Pues que es un juego muy honesto, que no engaña a nadie. Su orientación estaba clara desde el primer minuto, y a mí personalmente me ha llamado la atención su variedad, la cantidad de cosas que propone, para en cierto sentido "formar" a futuros jugadores en un gran abanico de experiencias: combates, plataformas, puzles, minijuegos… y hasta jefes finales, porque aunque sean sencillotes, tiene unos cuantos.
A destacar también el apartado audiovisual, que se da un aire al estilo papercraft de Yoshi's Crafted World o también de Paper Mario: The Origami King, lo cual encaja a la perfección con la temática teatral que aborda. Pero ahora quiero conocer qué te ha parecido a ti y si era lo que esperabas. ¿Crees que puede hacerse un hueco de interés en el catálogo de Nintendo Switch? ¿Tenías previsto jugarlo? ¿Es distinto de lo que esperabas?
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