En Australia los consumidores tienen derecho a que se les devuelva el dinero de productos defectuosos, incluidos videojuegos.
El gigante Valve, comandado por Gabe Newell y compañía, se enfrenta a una multa de 3 millones de dólares por parte de los tribunales federales australianos por incumplir una normativa referente a los derechos del consumidor en el lejano país oceánico que explica el blog Kotaku.
Al parecer los cargos fueron presentados hace tiempo, en 2014, y en marzo de 2016 se encontró culpable a la propia Valve de romper esa ley en el Acuerdo de Steam referente a la política de reembolsos. El motivo estriba en que los consumidores australianos tienen derecho legal al reembolso por productos fraudulentos o defectuosos, y Steam no permite eso en la medida de lo que estima el tribunal como necesario.
La defensa interpelada por Valve ha sido la de que ellos no llevan a cabo negocios desde Australia propiamente dicha, sino que su base de operaciones está afincada en Seattle, no obstante eso no ha sido aceptado por el tribunal que ahora presenta por boca de su presidente, Naomi Sharp, una solicitud de multa de 3 millones de dólares por la "naturaleza seria de la conducta de Valve" en el asunto.