La estela que dejó Breath of the Wild es una que ha seguido a pies juntillas Tears of the Kingdom casi de principio a fin: haz lo que quieras, y afronta el mundo como gustes. ¿Por qué? Simplemente, porque funciona. La locura de Nintendo de dejarnos recorrer Hyrule a nuestro gusto, rompiendo el juego y moldeándolo a nuestro gusto es de esas experiencias que dejan poso. Sin embargo, para Jasmine Gould-Wilson, redactora en GamesRadar, sus primeras 40 horas quedaron empañadas por el hecho de que el juego nunca indica que puedes, o debes, mejorar tu equipo.
El mapa de Breath of the Wild tuvo un tamaño de 86 kilómetros cuadrados, y aunque esta secuela replica el mismo escenario, añade un mapa entero en las nubes. Esto implica que ese “libre albedrío”, la libre decisión de recorrer el mapa a tu gusto, puede tornarse en un problema si te dejas cosas tan importantes como esta.
Solo las Fuentes de las Grandes Hadas, apenas 5 en todo el mapa, ofrecen estas mejoras. Sin embargo, su uso está bloqueado hasta que las encuentres y saques de sus capullos, pero nunca te dirán dónde están. Para desbloquear esta opción primero tienes que cumplir algunas misiones secundarias que, para colmo, tampoco están marcadas u ofrecen una guía "fácil".
"No digo que necesite que me lleven de la mano constantemente, pero un poco de atención hubiera estado bien"
Esto oscureció la partida de Gould-Wilson porque, al contrario de The Witcher 3, donde te llevan de la mano a mejorar tu equipo, o Resident Evil 4 con el buhonero, Nintendo no deja claro que existe la posibilidad de mejorar tus armaduras, algo que ella ve imprescindible para un mundo abierto.
Un problema de diseño o un método de inmersión del juego "fallido" que, en definitiva, ella compara con Elden Ring. Según comenta, intentó jugarlo como si fuera el mundo abierto de FromSoftware, donde vas descubriendo cosas poco a poco, pero hay un camino ligerísimo ya prefijado para saber por dónde continuar la aventura. “Comencé a preguntarme por qué encontraba un juego de Zelda más desafiante que Elden Ring”.
"No digo que necesite que me lleven de la mano constantemente, pero un poco de atención hubiera estado bien", añade la editora del medio anglosajón. Pasó 40 horas, lo que viene siendo más de la mitad de la aventura, peleando y combatiendo en 3 de las 4 batallas principales contra jefes con el armamento básico, al menos en cuanto a estadísticas, mucha comida y elixires. Todo porque, a excepción de su compañero y de quien descubrió que, efectivamente, sí se pueden mejorar las armaduras, nunca se indica cómo hacerlo.
Tears of the Kingdom es un éxito sin precedentes
La expectación que generaba la secuela de Breath of the Wild era tal que teníamos claro su éxito antes siquiera de salir a la venta. Sin embargo, los números siguen siendo mareantes con 250 000 copias en su segunda semana en Japón y en el viejo continente colocándose como el juego más vendido de la historia de Nintendo.
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