Estábamos al borde del colapso. Tras casi una hora huyendo de un grupo de psicópatas y con el corazón a mil por hora, nos encontrábamos ya a las puertas de cumplir el objetivo final de la misión, pero The Outlast Trials siempre se guarda un as bajo la manga para destrozar cualquier momento feliz… y esta no fue la excepción. Esa monstruosa mujer que usa una marioneta para taladrar cabezas agarró del pescuezo a mi compañero, hizo su "magia", y lo dejó prácticamente muerto en el suelo. En ese momento, cuando corría a socorrerlo, gritó: "cumple la misión y déjame morir". Me dejó helado. Es lo contrario que esperarías en un juego cooperativo; pero aquí radica precisamente una de las fortalezas de esta aventura de terror. No es "otro multijugador más". Es tan angustioso y te lo hace pasar tan mal todo el rato que incluso a las puertas de una muerte segura solo piensas en el objetivo final: cumplir la misión para abandonar esa pesadilla.
Esto tiene igualmente una lectura negativa porque si lo haces, también en parte, es por la tremenda pereza que da pensar en repetir el escenario. Y esto es un problema. Me gusta mucho lo que propone Red Barrels porque combina a la perfección la esencia Outlast con el concepto multijugador, pero algunas misiones son extremadamente largas y eso implica que si fallas, te toca repetir todo sin apenas recompensa. No me entendáis mal. Los nuevos escenarios que incluye este Acceso Anticipado están genial y transmiten todo el terror (y hasta asco) que esperas de un juego de la serie Outlast, pero agradecería al menos no tener que escapar de psicópatas cada pocos segundos porque el agobio a veces se transforma en tedio por la repetición. Tiene su explicación, claro, porque al ser tan insistentes apenas tienes tiempo de pararte a estudiar el escenario y por ende, es más fácil caer en trampas o cometer errores. A ver quién se para a mirar un mapa cuando un demente con una porra eléctrica va por ahí pegando gritos. ¿Veis el efecto? Es imposible concentrarse, ¡y es brutal!, pero al menos a mí ha terminado por cansarme más rápido de lo que desearía.
En Outlast Trials no puedes fiarte de nadie
Del universo Outlast esperas un variopinto grupo de psicópatas con un diseño tan perturbador que solo de pensar en ellos te entran escalofríos, y aquí los encontrarás; pero además, lo nuevo de Red Barrels tiene una sorpresa que me gustaría no destripar pues el impacto inicial es brutal. A todos los que ya hemos jugado nos ha pasado lo mismo. Ha sido verlo y pensar "Dios mío, qué cab*onazos sois".
Así que si prefieres mantenerte a salvo salta al siguiente párrafo para evitar SPOILERS. ¿Listo? Te pongo en situación. Imagina estar huyendo a toda prisa por un laberíntico parque de atracciones para acabar escondido en un cuarto oscuro junto a tu amigo… ¡que en realidad no lo es! porque al estilo Among Us, existen clones malvados que no dudarán en apuñalarte si te tienen a mano. Imagina la sorpresa al sufrir un ataque así. Y esto te marca, claro, porque a partir de ese momento, cada vez que te cruzas con tu colega tiendes a decirle "eres tú, ¿verdad?", lo que en el fondo es bastante divertido. ¿Cómo se distingue la copia del auténtico? Su nombre suele incluir erratas pero, obviamente, cuando vas a toda prisa, como para fijarse en eso.
Algunas misiones son extremadamente largas y eso implica que si fallas, te toca repetir todo
Aunque entiendo el miedo a un multijugador, pues yo mismo tenía dudas de que Outlast Trials perdiera todo lo bueno que tiene esta saga, hay que reconocer que han sabido adaptar muy bien al juego cooperativo el terror tan particular de este universo. Los puzles, por ejemplo, te obligan a mantener una comunicación activa con tus aliados. Mientras uno analiza las pistas el resto pulsa botones y acciona mecanismos en el orden adecuado. O tal vez uno de los jugadores se dedica a mover vagonetas mientras el resto abre camino quitando obstáculos.
Hay algunos rompecabezas bastante ingeniosos y por supuesto, otros hechos solo para atormentarnos, como el de seguir una red de tuberías por escenarios sin apenas luz y con los psicópatas yendo y viniendo de un lado para otro. Esa amenaza constante cambia mucho la perspectiva de los puzles porque a veces necesitas un tiempo que no te dan, provocando tal agobio que es fácil cometer errores. Y esa parte del juego me gusta. Y lo hará mucho más si, como decía, equilibran el ritmo de juego para no pasarte todo el rato huyendo de enemigos contra los que apenas puedes hacer nada, más allá de lanzarles objetos contundentes o, claro, esconderte y rezar.
Outlast se cruza con Cabin in the Woods
Decía en mi primera toma de contacto con el juego hace ya unos meses que Outlast Trials me ha recordado a la fantástica Cabin in the Woods por su forma de enfrentarte al terror en una serie de escenarios prefabricados, con sus guardias de seguridad y científicos tomando nota de tus intentos de escapar de allí. Cada escenario se siente único y aunque es verdad que comparten puzles y hasta algunos de sus psicópatas, tienen ese punto diferenciador que hace que cada vez que te adentras en uno de ellos por primera vez te sientas verdaderamente angustiado. La densa niebla en el parque de atracciones, la oscuridad de la morgue en la comisaría, o ese orfanato con monjas mutiladas por doquier son escalofriantes, y transmiten muy bien ese mal rollo tan propio del universo Outlast.
El agobio a veces se transforma en tedio por la repetición
La verdad es que en lo visual Outlast Trials se ve espectacular. Tiene una ambientación muy trabajada y el cómo juega con las luces y sombras contribuye a que nunca estés del todo seguro. Me gustan además algunas ideas como la pérdida de cordura (algunos enemigos te la quitan de un plumazo) porque esto provoca que sufras alucinaciones que de alguna forma, a veces, pueden incluso influir en tus aliados de forma indirecta. "¡Cuidado! ¡Está detrás de ti!", le grité a mi compañero provocándole un infarto. La gracia es que era una alucinación, no había nadie; pero el susto nos lo llevamos los dos. Y esta clase de situaciones se suceden de forma constante.
Hay aspectos que pulir. La inteligencia artificial aún tiene margen de mejora y el sistema de progresión, con todas las recompensas que obtienes tras completar las pruebas, necesita algunos retoques. Gracias a este no solo consigues cosméticos para personalizar tu apariencia o incluso tu dormitorio, también hay habilidades únicas que te dan la vida porque mientras un aliado usa rayos X para detectar a los enemigos, otro puede usar un gadget especial para aturdirlos. Pero ahora mismo es un progreso lento y no especialmente divertido. Así que hay bastantes elementos a tener en cuenta a la hora de valorar Outlast Trials.
Seguramente no sea el juego deseado por todos los fans de Outlast, pero ahora que ya se puede jugar más en profundidad, es fácil ver todas las cosas buenas de este juego de terror. Puedes jugarlo en solitario, pero no es recomendable. Mejor reúne a tus amigos y haz frente en equipo a esta pesadilla. Si sus creadores toman buena nota de las críticas, y aplican los cambios justos, tiene potencial para acabar siendo uno de los nuevos referentes del terror. Pero todavía hay mucho trabajo por delante.
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