Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas

Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Tras su exitoso lanzamiento en ordenadores después de su versión en acceso anticipado, llega a consolas toda la destrucción y el caos de las carreras y derbys de Wreckfest. Una versión sólida que aterriza tanto en Xbox One como en PS4 donde descubrir al heredero de juegos como Destruction Derby o FlatOut.

Wreckfest ha supuesto un verdadero soplo de aire fresco en el mundo de la conducción, copado generalmente por atractivos arcades de velocidad, juegos especializados en una disciplina como el rally o la Formula 1 y, por supuesto, los simuladores más exigentes. Pero con su versión de PC, Wreckfest consiguió devolvernos a otros tiempos donde la destrucción imperaba y las carreras alocadas se fundían con coliseos en los que nuestra única meta era la destrucción. La versión de consolas ha logrado con éxito trasladar las buenas sensaciones que tuvimos en ordenador. Las pruebas que hemos realizado en Xbox One X denotan una versión muy bien optimizada, que aunque sacrifica la tasa de frames a 30 cuadros por segundo mantiene una resolución de 4K nítida para disfrutar del espectáculo y el caos en toda su gloria.

Además, con la llegada del juego a consola se han incluido todos los contenidos descargables que estaban disponibles hasta la fecha, por lo que se han añadido un buen puñado de vehículos, elementos cosméticos y circuitos que expanden el ya de por sí buen modo carrera que tenía el título hasta el momento. Los usuarios de PC no se quedarán atrás, porque junto al lanzamiento de estas versiones de Xbox y PS4, dichos contenidos estarán disponibles de forma gratuita para la versión original. Las partidas que hemos podido jugar se sienten tal y como son en la versión original, trasladando correctamente todas sus características, aunque sí hemos notado unos tiempos de carga muy acusados a la hora de entrar en carrera y el modo multijugador no funciona tan suave como nos habría gustado, con demasiado lag en las partidas. Sin embargo, el equipo es consciente de estos problemas y han asegurado que con el parche del día de lanzamiento se mejorará el rendimiento del juego en estos aspectos.


La conversión a consolas está muy bien

Hay una especie de discurso ahí fuera de que los juegos de conducción ya no son lo que eran. Es una costumbre que se está tomando últimamente y que proviene de la hegemonía del simulador por encima del arcade, pero cuanto más escucho esta sentencia, curiosamente, más juegos diferentes de carreras estoy descubriendo. Lo de este año es cuanto menos destacable. Desde propuestas ambiciosas como los recientes The Crew 2 y Onrush hasta otras más radicales como la que ofrece este Wreckfest. Claro, que el de Bugbear no es tan nuevo, si tenemos en cuenta que lleva ajustando las tuercas desde 2014. El resultado, sin embargo, es fresco, nostálgico y más que atractivo.

Las carreras de destrucción se van haciendo cada vez más intrincadas y desafiantes.
Las carreras de destrucción se van haciendo cada vez más intrincadas y desafiantes.


En mi primera hora de juego con Wreckfest no pensaba lo mismo. Es genial que haya compañías que quieran devolvernos las experiencias que tuvimos hace años. En este caso, la de juegos que marcaron una época como el mítico Destruction Derby o más tarde los FlatOut, saga desconocida para muchos jugadores, incluso habituales en el género de la conducción. No obstante, tenía mis dudas de que una propuesta así fuera capaz de cautivar a las audiencias más modernas. Incluso las clásicas que hubieran jugado al clásico de PS1, Saturn y PC tenían fuertes argumentos para encontrar dicha experiencia demasiado pobre hoy día. Pero Bugbear ha logrado combinar lo grande de este juego, es decir, el choque de chatarra y carrocería, con una estructura formada por campeonatos que logra interesar desde el primero de ellos, formado por carreras bien planteadas, un sistema de progresión desafiante y un puñado de físicas que conforman una experiencia que, si bien no es simulación ni mucho menos, tampoco es completamente arcade. No me olvido del multijugador, el verdadero alma de este juego donde todas sus bondades funcionan a la perfección.

Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas


Wreckfest, chatarra a toda velocidad

Empecemos por las físicas, porque componen buena parte de la experiencia que ofrece este Wreckfest. Se pueden retocar lo suficiente como para que un amplio sector quede satisfecho, pero lo importante es que funcionan muy bien en cuanto al agarre y la suspensión de las ruedas. Notaremos y aprovecharemos la superficie de grava o asfalto en carreras mixtas y pondremos el coche a punto para un estilo de conducción que tienda más al subviraje o al sobreviraje con resultados satisfactorios. Si quieres hacer buenos tiempos y marcas, hay que retocar el reglaje antes de cada circuito, al menos las marchas y las ruedas, para adecuarnos al trazado del circuito y la cantidad de curvas que tiene el recorrido, pero por mucho que no sea muy aficionado a gastar demasiado tiempo en este tipo de menús, el de Wreckfest es lo suficientemente sencillo y rápido como para no perder ni un minuto en retocar tu coche y colocarte en la parrilla de salida.

Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas


El espectáculo de destrucción está servido, en el que la carrocería puede salir volando en cualquier momento.
El espectáculo de destrucción está servido, en el que la carrocería puede salir volando en cualquier momento.


El resultado es una experiencia en la carretera que pese a estar conformada en su mayoría por muscle cars, rancheras y alguna que otra excepción, se antoja muy parecida al rally cross, con derrapes aprovechando la superficie mixta del terreno y las trazadas ventajosas. Puedes seleccionar un amplio surtido de cámaras, pero si mi experiencia me pide seleccionar la vista de cabina, es que el juego tiene la suficiente complejidad en este apartado para exigirme una conducción más personal.

No puedo hablar sólo de físicas de ruedas, porque al fin y al cabo estamos hablando de un videojuego basado en las famosas competiciones de demolition derby, por lo que las colisiones son más importantes que nunca y uno de los factores diferenciales del juego. Aquí, la idea es que te choques e incluso que aproveches estos accidentes a tu favor. Si eres de los que siempre te "ayudabas" de golpear al rival en un juego de carreras, aunque fuera prácticamente hacer trampas, Wreckfest te encantará, pues te incita a ello en las carreras de destrucción. El festival de destrucción está asegurado tanto en los enfrentamientos como en las carreras y no tardarás mucho en ver algunos de los accidentes más alocados y asombrosos, momento en el que el juego empieza a ganar enteros. No se pierde detalle a la hora de deformar el vehículo (aunque a veces con esperpénticos resultados en el piloto) y todos ellos influyen a la hora de intentar dominar un coche en ruinas que merece ir directo al desguace.

Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas


Su sistema de progresión mediante piezas y compra de vehículos funciona muy bien y sin llevarte al grindeo en exceso

Las carreras de destrucción son circuitos donde lo importante es llegar a la meta el primero, y que puedes conseguir por tus habilidades al volante como a la hora de asediar a tus rivales. En las primeras partidas quizá no lo llegué a notar tanto, porque tres vueltas no son suficientes para reventar a tus rivales, pero cuando el número de vueltas crece, es tan importante luchar por la primera plaza como provocar una buena cadena de accidentes, siempre con cuidado de no terminar arruinando tu coche. Incluso existe una opción para activar un daño realista, que pone aún más en peligro nuestro vehículo. Aun así, el campeonato no deja brillar del todo esta modalidad, pues es difícil que entre en acción siempre los desperfectos del coche, mientras que con jugadores humanos es tan importante una buena conducción como luchar por mantener intacto tu vehículo.

El otro modo de juego son las propias competiciones de demolición, donde lo importante es quedar ser el último coche en romperse. Hay algunas variantes que nos piden destrozar un determinado número de vehículos, pero esta es la modalidad principal. Aunque divertida, me habría gustado más que ganase el que más vehículos destrozase, pues algunas veces puede ser algo injusto que gane un competidor que apenas haya causado destrucción y haya evitado directamente el conflicto.

Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas


Festival de destrucción

Los campeonatos disponibles se van desbloqueando a medida que puntuamos en el anterior, y por norma general son bastante exigentes en sus requisitos de entradas, obligando a quedar en la primera posición en prácticamente todos si no quieres perder puntos por el camino que necesitas para avanzar a la siguiente categoría. Eso cuando no te pide ahorrar para un nuevo vehículo. No importa, necesitarás comprar todos los coches que puedas para entrar con fuerza en los servidores. No voy a negar que a medida que vas avanzando en su modo carrera, las cosas se van volviendo un tanto repetitivas, pero para ello está el modo multijugador, uno de los factores que más está gustando a sus aficionados y que personalmente he disfrutado.

 El sistema de progresión es correcto y sin engaños. Anima a la progresión de tus vehículos y la compra de otros.
El sistema de progresión es correcto y sin engaños. Anima a la progresión de tus vehículos y la compra de otros.


Aquí se siguen las pautas de los torneos, pero permite configurar algunos aspectos cruciales que hacen que la competición sea mucho más interesante. En primer lugar, el número de vueltas permite que las carreras de destrucción hagan honor a su nombre, por lo que será importante tener un coche tanto rápido como seguro, o no terminarás la carrera. Las pruebas de demolición cobran otro cariz distinto a la hora de enfrentarse a competidores humanos donde se forman verdaderas montañas de chatarra, teniendo que tener mucho cuidado a la hora de elegir tus choques. Esta modalidad, es uno de los aspectos que terminan de bordar la experiencia que ofrece Wreckfest.

La competiciones de demolición sirven para soltar adrenalina, aunque el ritmo decrece con el tiempo.
La competiciones de demolición sirven para soltar adrenalina, aunque el ritmo decrece con el tiempo.


Sin embargo, para hacer las cosas más interesantes en la competición, se ha incluido un sistema de progresión mediante piezas y compra de vehículos. Es algo que cada vez me encuentro más en todo tipo de juegos, por ese intento de introducir mecánicas del RPG a todo tipo de experiencias. En Wreckfest, eso sí, creo que se ha hecho con tino, pues funciona de una forma muy desafiante, sin llevarte al grindeo en exceso. En primer lugar, todas las piezas se compran con dinero del juego, y premia tu habilidad. Si eres bueno, puedes conseguir mejores recompensas y no nivela automáticamente los vehículos de tus contrincantes. Si llegas demasiado corto, tendrás que repetir algunas carreras para conseguir algo de dinero y mejorar tu vehículo o comprar otro nuevo. En cualquier caso, el sistema es siempre justo y sirve para marcar listones y picos de dificultad, no para intentar crear un sistema de loot boxes aleatorio del que dependes completamente.

Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas


A la larga, la mayor sensación de repetición puede venir de los circuitos. Algunos de ellos se antojan bastante similares entre sí y abusa algo de la repetición a lo largo de los campeonatos invirtiendo el sentido del mismo. No por ello dejan de sorprender, porque siempre crean espectáculo cuando ves los neumáticos apilados saltar por los aires o, directamente, las carrocerías de tus contrincantes. Las refriegas de un circuito en ocho donde se junta la pista en el punto central es una lotería cruel a la par que espectacular. Además, la inteligencia artificial de los competidores es bastante funcional. Conducen con independencia de tu posición, cometen fallos, se pican si los transformas en tus rivales y hacen lo propio entre ellos.

Wreckfest es uno de estos juegos que si conoces de su versión de PC te alegrarás de saber que ha tenido un final feliz en su lanzamiento. Pero si no habías ni tan siquiera oído hablar de él, te recomiendo que lo eches un vistazo a poco que capte tu atención, pues es una de esas apuestas clásicas que han sabido ponerse al día trasladando esa diversión caótica a las fórmulas y estructuras de hoy día.

Muy Bueno

Sin sello
Análisis de Wreckfest, destrucción y caos en las carreras con buenas mecánicas y físicas

Wreckfest: Drive Hard

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Carreras, destrozos y buenas físicas. Wreckfest es desenfadado, pero también desafiante y perfecto para dar un poco de variedad al género de conducción inspirándose en fórmulas clásicas como la de Destruction Derby o FlatOut, pero añadiendo su propia personalidad y un buen sistema de progresión.

  • Buenas físicas, tanto de ruedas como de destrucción.
  • Divertido modo carrera con buen sistema de progresión.
  • Multijugador excelente, donde desatar el caos y extremar la precaución.
  • Los circuitos pueden llegar a hacerse algo repetitivos.
  • Algunas competiciones de demolición en solitario no son tan divertidas como el resto de modos.
Jugadores:
Idioma: Textos en español
Duración: 20 horas + multijugador
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.