La Autoridad de Mercados y Competencia de Reino Unido (CMA por sus siglas en inglés) nos sorprendió ayer con el anuncio del bloqueo de la operación de compra de Activision Blizzard por Microsoft. La institución compartió un comunicado en el que argumentaba su decisión partiendo de la base de permitir una mayor competencia dentro del incipiente sector de servicios de videojuegos a través de la nube, pero eso no quiere decir que no haya más explicaciones.
Transacciones valoradas en cerca de 69.000 millones de dólares como esta no se paran con argumentos resumidos en un comunicado de prensa, sino con informes mastodónticos de 418 páginas que ya se pueden consultar libremente a través de los servidores de la institución británica. En uno de sus puntos visto por Wccftech, la CMA se centra en la competencia directa en el mercado de consolas entre PlayStation y Xbox, dejando fuera a Nintendo en la pugna por el futuro de Call of Duty. ¿El motivo? El organismo desconfía de las capacidades de la Gran N para permitir ejecutar el shooter multijugador en sus consolas.
"Call of Duty está actualmente disponible en dos videoconsolas — Xbox y PlayStation. Hemos hallado que estas dos consolas compiten estrechamente entre sí en términos de contenidos, público objetivo y tecnología. Su competencia con las consolas de Nintendo es menor, ya que generalmente ofrecen dispositivos con diferentes especificaciones técnicas y su alineación de títulos más populares tiende a ser más adecuada entre familias y niños. Nintendo actualmente no ofrece Call of Duty en su catálogo, y no hemos encontrado pruebas que sugieran que sus consolas estén capacitadas a nivel técnico para ejecutar una versión de Call of Duty similar a la de PlayStation y Xbox en términos de calidad y contenido" - Página 14 del informe.
Eso no quiere decir que la CMA esté dando la razón a PlayStation en sus preocupaciones por Call of Duty. Si bien reconoce que alejar la saga de los sistemas de Sony sería un duro mazazo para la compañía y sus jugadores, también avisa, como indicamos en su momento, que no hay prueba alguna que sustente que Microsoft pudiera tener un deseo de hacer exclusivo la franquicia, al enfrentar al 'big tech' de Redmond a importantes pérdidas financieras.
A la espera de Estados Unidos
De este modo, Microsoft debe olvidarse de Sony ya en Reino Unido y centrarse en combatir los argumentos dados por la CMA en el territorio de juegos en la nube. Todo ello mientras seguimos a la espera de la decisión en EE.UU. Sea como fuere, los propietarios de Xbox están convencidos de seguir adelante con la compra, por lo que el destino de la operación en UK se decidirá en los tribunales.
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