Broken Steel es necesario en la medida en la que permite continuar la campaña individual de Fallout 3, sin embargo su acabado técnico y sus escasas novedades dejan mucho que desear.
Sin tratarse de la entrega más destacada de la saga Atelier de Gust, Lydie y Suelle protagonizan un JRPG que posee un desarrollo bastante tradicional en el que los combates por turnos se combinan con la exploración, la alquimia y demás elementos para dar como resultado una jugabilidad que resulta lo suficientemente diversa.
Que el hecho de ser un remaster un tanto simplón no te desanime, tampoco. Detrás de él hay un gran JRPG que marcó época en su etapa de PlayStation 2. En pleno 2021 todavía se pueden ver las razones de ello, gracias a un diseño de mazmorras muy trabajado, intrincadas y hasta con algún que otro puzle ocasional. Pero tampoco podemos olvidarnos que el trabajo de Atlus es muy parco.
Legend of Mana gustará a los amantes del RPG más clásicos, los combates se mantienen tal como eran y esto es algo positivo o no según los ojos de quien lo mire.
Cris Tales no es un mal homenaje a los JRPG, pero tampoco uno que se pueda recomendar con los ojos cerrados. Posee una mecánica de viajes temporales formidable, con inventiva, además de un apartado artístico simplemente fantástico.
Lejos de estar ante una entrega continuista dentro de la franquicia Atelier, GUST ha querido ofrecer a los usuarios de PS4, Switch y PC un título claramente diferente. Aunque sigue estando presente, el componente rolero tan característico de la saga ha pasado a un segundo plano, ganando todo el protagonismo la gestión de recursos y la jugabilidad en plan city building.
Este JRPG destaca por su personalidad única, dado que todos los personajes principales son chicas adolescentes que nos cuentan sus problemas y vicisitudes. Por lo demás se trata de un JRPG que posee una jugabilidad muy tradicional basada en las contiendas por turnos y los diálogos y relaciones entre los diferentes protagonistas.
Ash of Gods: Redemption es un buen alumno de The Banner Saga que sigue la estela de este juego a pies juntillas en todos sus apartados. Es ideal para aquellos jugadores ávidos por seguir disfrutando de esta fórmula a la espera de la tercera entrega del juego de Stoic.
Aunque nos hubiera gustado toparnos con una aventura de rol algo más compleja en lo jugable, Costume Quest 2 mantiene el encanto que hizo del original un título tan especial. Lo simpático de su argumento, sumado a la vistosidad de los nuevos disfraces a los que tendremos acceso, os hará sonreír como niños mientras acabáis con el reinado de terror interpuesto por un dentista poco amigo de los dulces.
Esta aventura Roguelike Tactical RPG tiene bastantes puntos destacados, comenzando por su sentido del humor, sistema de juego conjunto y las grandes posibilidades que ofrece a los jugadores. A esto se suma su elevado nivel de dificultad, algo irresistible para los jugadores más expertos.
Con mayores opciones de personalización que en el original y la vasta tierra de Aventuria a nuestra merced, Blackguards 2 se presenta como un buen juego de rol táctico ideal tanto para los novatos como, especialmente, para aquellos acostumbrados a los desafiantes duelos estratégicos propios de estas aventuras.
Lineal pero con un sistema de combate muy destacable, Final Fantasy XIII es una notable aventura de rol que bien merece una oportunidad seáis o no fans del género.
Tribes of the East es una buena expansión que, sin embargo, nos deja con la miel en los labios. El modo campaña es realmente largo pero algo repetitivo, y las nuevas características son interesantes pero no parecen justificar por si solas un nuevo título.
Vambrace: Cold Souls tiene claro el tipo de juego que quiere ser. Uno desafiante y profundo. Pero hay mejores formas de serlo que apostando por una gestión de tus unidades lenta, desesperante y una interfaz confusa. Ajustando sus valores podría brillar mucho más, porque el fondo y la forma son buenos y siempre hacen falta más dungeon crawlers de su calado, donde el peligro es mayor a cada paso que damos.
Quest for Infamy es una aventura gráfica de las clásicas, sí. Con su resolución baja de antaño, su menú que imita al estilo de los clásicos de Sierra, su inventario y sus puzles intrincados. Pero también es un juego que mezcla RPG con puntos de experiencia y combate, como el legendario Quest for Glory.
Citizens of Earth es un buen RPG en su faceta pura de combates de rol por turnos. Tiene gran cantidad de personajes y misiones secundarias que ayudan a dar una variedad inmensa a los enfrentamientos y situaciones.
Disciples: Liberation es un RPG táctico en el que tendrás que tomar muchas decisiones que te van a conducir a distintos finales. Sin embargo, y a pesar de ser un juego muy completo en cuanto a mecánicas y detalles, con un buen número de opciones de diálogo, su extensa duración le acaba pasando factura.
No puedo decir que Blue Reflection: Second Light no me haya gustado, porque no es cierto, sí me lo he pasado bien con él. Sin embargo, he de reconocer que hay que hacer muchas concesiones para apreciarlo. Gust sigue teniendo algunos vicios y se excede con la sobreexposición tan sexualizada de sus personajes femeninos. Y eso le quita muchísima fuerza al mensaje del juego.
Voice of Cards me ha gustado porque me encanta Yoko Taro y el JRPG es mi perdición. Aprecio mucho cómo entrega el lore y cómo está escrito su personaje principal. También me gusta su puesta en escena y alguna cosa que hace con sus cartas. Sin embargo, creo que tiene problemillas de ritmo, en su combate y en la exploración que no quedan subsanados por la originalidad de su planteamiento.
Es una lástima lo de Echo Generation, porque le ha faltado muy poco para sentenciar lo que habría sido uno de los mejores indies del año. Se queda a medio camino por unos combates RPG muy desequilibrados, que se traducen en una progresión poco satisfactoria.
Dungeon Encounters no es una experiencia para todo el mundo. Es un videojuego muy experimental que solo es recomendable para los que aman la pureza de un buen combate. Hiroyuki ItÅ se ha atrevido a experimentar, a desnudar hasta el extremo un JRPG y le ha quedado una cosa muy maja, pero a la que falta más pegada.
Atelier Sophie 2 tiene un público muy concreto, y una denominación de origen muy marcada; sabe cuáles son las fórmulas de su moderado éxito en Japón y no arriesga demasiado con ninguna de sus propuestas.
Te lo vas a pasar bien jugando a Voice of Cards: The Forsaken Maiden. Te va a gustar su historia, su banda sonora e ilustraciones, pero el combate te parecerá fácil, poco profundo y lento, y sentirás su exploración muy torpe. Conectarás con él si eres muy fan del trabajo de Yoko Taro, pero yo no puedo evitar pedirle más a este gran autor.
Chrono Cross es un gran ejemplo de la época dorada del JRPG en la primera PlayStation: un título que apuesta por una historia ambiciosa de realidades alternativas, con ideas interesantes, aunque algún que otro giro algo forzado. Posee además un sistema de combate fresco y una música que cuenta con algunos de los mejores temas que he escuchado nunca en un videojuego.
Edge of Eternity es uno de esos trabajos con los que cuesta ser duro. Se nota que Midgar Studio ha querido realizar un JRPG competente y que hay cariño en su desarrollo.
