Ruined King es un muy buen juego, y una auténtica obra de arte para aquellos que tengan un mínimo interés en el universo de League of Legends. Hay que tomarse el juego como lo que es: un RPG con sistemas simples que busca contarnos una historia y premia a aquellos que deciden invertir tiempo en empaparse del mundo que nos ofrecen.
Casi sin hacer ruido y sin levantar una gran expectación, Soul Hackers 2 se destapa como una de las grandes sorpresas de la temporada en materia JRPG. Tomando como modelo la saga Shin Megami Tensei, este spin-off nos sumerge en una aventura maravillosamente representada en todos sus aspectos, desde los personajes a la narrativa o su apartado estético.
Bandai Namco recupera un título excelente de PSP que, por desgracia, jamás fue distribuido oficialmente en Europa y que sigue siendo magnífico en la actualidad.
Atelier Ryza 2 es un JRPG divertido en el que la clave es recolectar y mezclar. Ni la historia, ni el combate ni la exploración te van a cambiar la vida, pero es el típico título que juegas y juegas y juegas hasta que te lo acabas. Tiene personajes adorables, un mundo sugerente, pero también muchas limitaciones técnicas que ya son propias de esta serie.
Cris Tales no es un mal homenaje a los JRPG, pero tampoco uno que se pueda recomendar con los ojos cerrados. Posee una mecánica de viajes temporales formidable, con inventiva, además de un apartado artístico simplemente fantástico.
Disciples: Liberation es un RPG táctico en el que tendrás que tomar muchas decisiones que te van a conducir a distintos finales. Sin embargo, y a pesar de ser un juego muy completo en cuanto a mecánicas y detalles, con un buen número de opciones de diálogo, su extensa duración le acaba pasando factura.
Edge of Eternity es uno de esos trabajos con los que cuesta ser duro. Se nota que Midgar Studio ha querido realizar un JRPG competente y que hay cariño en su desarrollo.
Quest for Infamy es una aventura gráfica de las clásicas, sí. Con su resolución baja de antaño, su menú que imita al estilo de los clásicos de Sierra, su inventario y sus puzles intrincados. Pero también es un juego que mezcla RPG con puntos de experiencia y combate, como el legendario Quest for Glory.
