La guerra tecnológica que viven Estados Unidos y China ha afectado a diferentes campos. Así, no solo tiene lugar en sectores como la inteligencia artificial o los semiconductores, situaciones que han dado pie a noticias como la investigación en torno a Huawei, sino también en un campo tan diferencial como el de los sistemas operativos para ordenador. Y, de hecho, la propia Huawei es la que protagoniza una de las noticias más curiosas del fin de semana.
Como indica el portal JeuxVideo en una reciente publicación, Huawei está detrás del desarrollo de HarmonyOS NEXT, un sistema operativo propio que surgió como respuesta a la prohibición de Android en 2019. De hecho, a pesar de las sanciones, Huawei ha lanzado innovaciones de la talla del Pure 70 Ultra, uno de los smartphones líderes en el sector de la fotografía, o el Mate XT que se convirtió en el primer móvil plegable con tres pantallas. Y, gracias a ello, Huawei ha conseguido obtener una posición determinante en el sector de los smartphones.
HarmonyOS se extiende entre móviles, tablets y otros dispositivos
Gracias a todos los dispositivos citados y a otros lanzamientos de Huawei, la firma ya cuenta con una cuota del 17% en el mercado de smartphones de China. Gracias a dicha cifra, se coloca por delante de Apple y su 16% y, además, obtiene un crecimiento del 64% respecto a sus datos del año anterior. Así, HarmonyOS ya cuenta con una base de más de 900 millones de dispositivos, una situación que demuestra la rápida adopción que está teniendo el sistema operativo.
Gracias a este SO, Huawei ha reducido su dependencia de tecnologías extranjeras, ha podido fortalecer su capacidad de investigación y desarrollo y, además, también ha logrado la independencia de sistemas y servicios de Google. Además, la firma asiática también ofrece alternativas como Aurora Store para descargar apps sin depender de Google. Y, por desgracia para esta o Microsoft, es probable que el éxito de Huawei lleve a otras compañías asiáticas a seguir su modelo independiente, ya que dicha posición les llevaría a fortalecer la posición tecnológica de China por encima de las restricciones de Estados Unidos.
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