En la carrera por dominar distintos sectores de la industria tecnológica, pocos países están a la altura de Estados Unidos y China. Ambas regiones, inmersas en un conflicto de intereses desde hace más de una década, llevan a cabo distintas maniobras para impulsar la industria local y, al mismo tiempo, torpedear los intereses de su rival. Por ello, hace escasos días descubrimos que la CIA, una de las agencias más conocidas de Estados Unidos, estaba detrás de cientos de cuentas falsas para lanzar ataques cibernéticos a China.
Sin embargo, es innegable que el conflicto tecnológico que viven ambos países no está nivelado en un terreno clave para la industria actual: la inteligencia artificial. Hasta ahora, la posición de firmas como NVIDIA, la líder indiscutible del sector, y los avances de otras compañías norteamericanas como OpenAI han provocado que este aspecto esté muy desbalanceado. Sin embargo, China ha asegurado que no planea quedarse atrás y, en una reciente conferencia, su Primer Ministro ha revelado que harán todo lo posible por “el progreso de la humanidad”.
China aventaja a Estados Unidos en otros campos tecnológicos
Li Qiang, actual Primer Ministro chino, señaló dicha posición durante el Foro Económico Mundial de Davos. En dicha reunión, señaló que es vital que la inteligencia artificial abogue por esta posibilidad. Sin embargo, su país no puede estar a la altura de Estados Unidos en lo que a IA se refiere, ya que distintas restricciones normativas, el acceso limitado a ciertas tecnologías o bases de datos y la falta de talento que prefieren firmar con otras empresas provoca que los norteamericanos lleven la ventaja. No obstante, los asiáticos tienen un as bajo la manga: una inversión de más de 1.800 millones de euros.
Si bien esta cantidad es ínfima si se compara con otras como la Ley CHIPS y los 20.000 millones que pondrá EE.UU. a disposición de distintas empresas, es un buen punto de partida para impulsar el crecimiento de la inteligencia artificial en China. Y esto, sumado al papel de la región en sectores como el reconocimiento facial, el pago por móvil o la automatización, así como el uso generalizado de la tecnología de su población (casi 900 millones de personas utilizan móviles inteligentes), harán que China sea un rival a tener en cuenta por Estados Unidos.
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