El acontecimiento tecnológico más grande del último lustro es la irrupción de la inteligencia artificial. Ya sea por ChatGPT, el bot conversacional de OpenAI capaz de elaborar redacciones y escribir código, o por otras herramientas más visuales como Midjourney que permiten la creación de imágenes a partir de sugerencias, la realidad es que esta industria en auge ha despertado el interés tanto de las compañías como de los usuarios de a pie. Y, por ello, muchos temen la llegada de una posibilidad que cada vez cobra más fuerza: un futuro en el que la IA sustituya a muchos humanos en campos vitales.
Por ello, Sam Altman, CEO de OpenAI, compartió hace escasos días una lista con 34 puestos de trabajo exentos de riesgo por el crecimiento de la inteligencia artificial. Sin embargo, esto no ha calmado las aguas ya que muchas personas temen vivir una situación similar a la que ya se está experimentando en China o, en la misma vía, ya anticipa uno de los gigantes tecnológicos norteamericanos. Pero, en relación a esta preocupación, un experto en robótica e inteligencia artificial ha señalado que no hay motivos para este pensamiento tan extremista ya que la IA no es tan inteligente como creemos.
La inteligencia artificial se limita a decir cómo debería sonar una respuesta
Rodney Brooks, ingeniero e investigador relacionado con empresas como iRobot (los creadores de la famosa Roomba que se vio envuelta en polémica hace algunos meses) y con instituciones como el MIT, concedió una reciente entrevista a IEEE Spectrum en la que habló largo y tendido sobre el impacto actual de la IA. En ella, ahondó en la posibilidad de que la IA alcance el estado de Inteligencia Artificial General, una condición que define a una máquina capaz de superar la inteligencia humana. Y, en relación a esto, aseguró que aunque la IA sea capaz de “engañar fácilmente al humano” haciéndole creer que ofrece respuestas contundentes, en realidad su labor es “decir cómo debería sonar una respuesta”.
Tras esto, Brooks profundizó en el terremoto laboral que muchos vaticinan a raíz del crecimiento de la inteligencia artificial. Aunque Altman ya está preparado por si esto sucede y anunció una plataforma que ayudará económicamente a los afectados, Brooks cree que en la actualidad este temor a la IA se basa en el desconocimiento. Como ejemplo, señala que la mayoría de estos comentarios provienen de personas con pocos conocimientos sobre la inteligencia artificial, razón por la que se atreven a hacer juicios e hipótesis sobre el futuro laboral de algunas profesiones. Por ello, aseguró que la actualidad y el futuro de la IA no son tan catastróficos como algunos señalan, haciendo hincapié en el valor que tendrán estas herramientas como aliados (y no como sustitutos) de muchas personas.
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