Abelardo González
Editor - TechHan pasado más de 2 años desde que Elon Musk, Steve Wozniak y otras grandes figuras tecnológicas invitaron a realizar una reflexión sobre el futuro de la IA. Desde entonces, la industria ha seguido apostando por la evolución de una vertiente que se ha convertido en el eje central de la economía estadounidense. A pesar de ello, los posibles peligros relacionados con la IA han vuelto a provocar que más de 800 figuras públicas llamen a una nueva reflexión en torno a las consecuencias de desarrollar un modelo más inteligente que un humano sin la seguridad necesaria.
El peligro de la Superinteligencia Artificial
Geoffrey Hinton, conocido por ser uno de los padrinos de la IA, figura en esta nueva carta abierta junto a personalidades como Yoshua Bengio o Steve Wozniak. En el documento promovido por el grupo Future of Life Institute, los participantes en el mismo advierten sobre los riesgos relacionados con la creación de sistemas más inteligentes que un humano, ya que es probable que no se cuente con el apoyo necesario ni en el ámbito científico ni en el social. Por ello, entre los firmantes no solo se encuentran genios tecnológicos, sino también el príncipe Harry o Meghan Markle.
La carta, por tanto, exige que se prohíba temporalmente la creación de una superinteligencia hasta que sea posible asegurar que se desarrolle de manera segura, controlada y con apoyo público mayoritario. Así, entre los riesgos no solo aluden a la pérdida de empleos humanos, sino también a amenazas a las libertades civiles, la pérdida de control, la vulnerabilidad nacional e, incluso, la extinción de la especie humana en los casos hipotéticos más graves.
No es la primera vez que el FLI se posiciona en un campo tan delicado, ya que en el pasado ya denunció que OpenAI habría emitido citaciones judiciales contra la organización como represalia por sus peticiones de mayor supervisión a la IA. De hecho, en países como Estados Unidos esto ha pasado a ser una de las cuestiones sociales más importantes del momento, dado que el 75% de la población exige regulaciones firmes contra los modelos de inteligencia artificial.
A pesar del interés del FLI, Sam Altman (CEO de OpenAI) señaló hace escasos días que confía en que la llegada de la superinteligencia artificial se produzca antes de 2030. Además, también vaticinó que la IA sustituirá hasta el 40% de las tareas económicas actuales. Por ello, aún con advertencias y otro tipo de iniciativas que invitan a reflexionar, compañías como Meta o la propia OpenAI lo tienen claro: no existen obstáculos que detengan su carrera hacia la superinteligencia artificial.
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