Abelardo González
Editor - TechEl crecimiento de la inteligencia artificial ha provocado que multitud de sectores se hayan visto salpicados por las posibles consecuencias de un aumento de uso de la IA sin control. Un ejemplo de ello es el ámbito académico, ya que las inscripciones falsas y los trabajos sin criterio están dando paso a las estafas millonarias. Sin embargo, cada vez más directivos tienen claro que, salvo giro radical de los acontecimientos, la inteligencia artificial terminará afectando a un sector conocido como "trabajadores de cuello blanco": administrativos, oficinistas, atención al cliente y similares.
Andy Jassy, CEO de Amazon, se ha convertido en uno de los principales defensores de la introducción de la IA en entornos laborales. De hecho, según estudios de Gallup y Salesforce recogidos por TechSpot, Jassy no es el único, dado que el uso de la IA entre empleados de EE.UU. se ha duplicado en los últimos dos años. De esta forma, del 21% de casos recogidos en 2023, hemos pasado hasta un 40% de casos en apenas 24 meses. Además, los citados "trabajadores de cuello blanco" son los que más acuden a estas herramientas: un 27% sacan partido a herramientas de IA en campos como la tecnología, las finanzas y los servicios profesionales.
La visión profesional en torno a la IA
Según los resultados del estudio de Gallup, solo el 15% de los empleados teme perder su empleo por la automatización que viviremos en los próximos cinco años. Además, también hace hincapié en que existe una brecha importante entre la implementación de la IA y la orientación organizacional, dado que solo un 22% de los trabajadores ha recibido un plan claro, mientras que el 30% conoce las políticas formales. Por ello, no es de extrañar que apenas un 16% de los usuarios considere que las herramientas de inteligencia artificial son útiles para su trabajo.
Al parecer, la determinación en torno a la IA es capaz de cambiar la preparación personal de los empleados. Para Gallup, aquellos trabajadores que reciben una estrategia clara de IA por parte de sus líderes se sentirán tres veces más preparados y dos veces más cómodos sacando partido a estas herramientas. Además, hasta un 68% de las plantillas que utilizan inteligencia artificial para tratar con clientes perciben una mejora en las interacciones, una cifra que choca directamente con el 13% de empleados que no las utilizan.
El estudio de Salesforce, a su vez, no profundiza en cómo la IA modifica el entorno laboral, sino en el impacto negativo que puede llegar a tener. Según los datos recogidos por el estudio, los agentes de IA solo tienen un 35% de éxito en interacciones múltiples complejas. De hecho, los modelos de inteligencia artificial no tienen idea de cómo trabajar con la confidencialidad, razón por las que se les debe pedir de forma explícita. Por ello, aunque algunas opciones (como Gemini-2.5) sí sean capaces de encontrar el equilibrio entre rendimiento y coste, la brecha entre la capacidad actual de la IA y las necesidades empresariales sigue siendo amplia.
Efectos cognitivos del uso excesivo de IA
Por otra parte, el MIT ha querido indagar en un aspecto que preocupa a muchas personas: el impacto del uso constante de la inteligencia artificial en el desarrollo cognitivo. Hace unos meses, investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon y Microsoft revelaron que estas herramientas podrían estar afectando a tu cerebro y, por ende, a tus facultades cognitivas. Apenas unas semanas después, el MIT ha realizado una investigación similar y ha revelado que, por desgracia, el uso excesivo de la IA generativa no solo reduce la actividad cerebral, sino que debilita las conexiones entre regiones del cerebro.
Como recoge TechSpot, los participantes que utilizaron modelos de lenguaje tuvieron peor memoria y produjeron textos más homogéneos y menos originales que aquellos que no se apoyaron en la IA. De hecho, también mostraron una tendencia clara a copiar y pegar, editar menos y tener dificultades para citar su propio trabajo. Por otra parte, el grupo que escribió sin herramientas externas mostró una mayor creatividad neuronal y mejor capacidad para retener información.
Así, el estudio también señala que los participantes que utilizaron la IA registraron una mejora en la conectividad cerebral una vez dejaron atrás estas herramientas. Para comparar datos, otro grupo de usuarios utilizó motores de búsqueda (Google, Yahoo y similares). A diferencia de los que se apoyaron en la IA, contaron con una actividad cerebral promedio, pero no fueron capaces de igualar los registros de aquellos usuarios que se apoyaron en medios tradicionales. De esta forma, el estudio hace hincapié en que la búsqueda tradicional mejora la actividad neuronal, mientras que apoyarse en buscadores o IA reduce la misma.
Por último, el MIT puso el foco sobre los textos generados con IA: a pesar de estar bien calificados, tenían menos toques personales que los desarrollaron otros grupos. De esta forma, la última sesión de estudio reveló que los usuarios que utilizaron inteligencia artificial tenían una actividad cerebral de nivel principiante sobre los temas tratados. Así, el uso de cualquier herramienta digital afecta al cerebro, pero la IA generativa implica un compromiso cognitivo menor. De hecho, dicho estudio pone el foco sobre los posibles problemas que enfrentarán estudiantes y profesores, ya que el aumento del uso de la IA podría dar lugar a una menor capacidad cognitiva.
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