Una de las principales consecuencias directas de la pandemia fue el aumento desmesurado de precios en lo referente al sector tecnológico. De golpe y porrazo, el crecimiento del teletrabajo y el confinamiento provocó que la demanda por productos relacionados con ordenadores, telefonía y otros dispositivos tecnológicos aumentase. Y esto, sumado a la baja oferta de productos ya que no era posible producir tanto, implicó que aumentase el precio ya que la oferta no podía cubrir la demanda. Sin embargo, esta situación se ha revertido después de la vuelta a la normalidad.
Así, las compañías implicadas en campos tecnológicos aumentaron su producción de cara a satisfacer la enorme demanda de los usuarios. Por ello, en los últimos meses han visto que el stock que tienen disponible está por encima de las peticiones de los usuarios, razón por la que se ha producido un descenso en los beneficios que llega acompañado de un bajón en los precios para compensar esta situación. Y, por ese mismo motivo, el sector de los discos duros SSD está viviendo una realidad que pocos vaticinaron: las memorias de almacenamiento están en su valor histórico más bajo.
La bajada de la demanda y el aumento de la oferta son las claves
Como señala el portal francés JeuxVideo, compañías como Kioxia o Micron han registrado caídas del 30,5% en su facturación anual. Para combatir esta situación, han optado por medidas como recortar la producción y reducir el precio de sus productos, una opción con la que esperan vender el stock que tienen disponible. Así, después de vivir un momento dulce durante la pandemia, las compañías centradas en desarrollar memorias de almacenamiento tienen que enfrentar el bajón de la demanda, razón por la que han optado por un movimiento que podría tener los días contados.
En la misma noticia, se recoge la opinión de distintos expertos que consideran que esta situación podría llegar a su fin más pronto que tarde. En estos momentos, es posible encontrar SSD por precios muy por debajo del habitual. Como ya contamos, esto se debe a la gran oferta y al bajón de la demanda. Sin embargo, distintos indicios apuntan a que la crisis de los fabricantes podría terminar a mediados de 2023, momento exacto en el que la industria tecnológica comenzará a subir sus precios otra vez. Por ello, si estás pensando en adquirir una unidad SSD (ya sea NVMe, más rápida y compacta, o SATA, más grande y lenta), este es el momento perfecto.
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