Chema Mansilla
Editor - Cine y TVMarvel lo tenía todo a favor. El regreso de Los Cuatro Fantásticos al redil de la Casa de las Ideas, el entusiasmo de los fans tras los primeros pases y un arranque en taquilla prometedor hacían presagiar que Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos iba a ser uno de los éxitos más sólidos de esta Fase 6 del UCM. Pero en solo una semana, todo cambió. Tras debutar con unos potentes 117,6 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos, la película cayó hasta los 40 millones en el segundo, lo que representa una bajada del 66 %. Una cifra más que significativa que ha encendido todas las alarmas en Disney y Marvel Studios. Porque sí, aunque el público y nombres tan importantes en la industria el cómic como Dan Slott siguen apoyando la película en redes, y las críticas han sido generalmente positivas, la recaudación ha experimentado un golpe que obliga a reflexionar. ¿Qué ha fallado? ¿Es un problema puntual o de verdad los superhéores han agotado a los espectadores?
Una caída mayor de la prevista: la realidad supera las previsiones
Antes del estreno, los analistas manejaban un escenario moderadamente optimista. Con una primera semana tan fuerte y buenas sensaciones entre el público, se esperaba que la película experimentara una caída entre el 55 % y el 60 % en su segundo fin de semana, una cifra habitual en este tipo de blockbusters. Pero como ha señalado Deadline, la realidad ha sido más dura: Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos se ha desplomado un 66 %, una caída más pronunciada que la prevista incluso en los escenarios menos favorables. Un dato que preocupa especialmente si tenemos en cuenta que no había una competencia demoledora en la cartelera que justificase semejante descenso. La película ha pinchado en su capacidad de retención del público más allá de su fin de semana de estreno.
Solo para fans: la película no ha conectado con el espectador casual
Uno de los análisis más interesantes llega desde FTW de USA Today, que pone el foco en un aspecto crucial: el público ocasional. En su segundo fin de semana, la película perdió a buena parte de ese espectador más esporádico, ese que no se considera fan acérrimo de Marvel, pero que suele acudir a las salas cuando el boca a boca es bueno.
Y aquí, a pesar de las buenas críticas, Fantastic Four no ha conseguido extender su atractivo más allá del núcleo duro de seguidores. El entusiasmo inicial se quedó, en gran parte, dentro de las burbujas digitales y entre quienes ya estaban convencidos de verla. El gran público, sin embargo, parece haber optado por otras opciones.
Una competencia puntual pero estratégica en taquilla
Aunque no se estrenó ningún gran blockbuster que pudiera hacer sombra al estreno de Marvel Studios, sí coincidieron en cartelera tres estrenos relevantes que, aunque no fueran competencia directa, arañaron espectadores y redujeron su protagonismo durante el segundo fin de semana. Los Tipos Malos 2, con una recaudación de 22,2 millones de dólares en su debut, logró conquistar al público familiar y juvenil. No competía frontalmente con la película de Marvel, pero sí captó parte del tráfico habitual del fin de semana, especialmente en franjas horarias clave. A esto se sumó el inesperado éxito del reboot de Agárralo como Puedas, que consiguió 17 millones de dólares apelando con eficacia al público nostálgico amante de la comedia clásica. Su tono desenfadado y su atractivo para una audiencia adulta rompieron con la previsibilidad del calendario de estrenos, erosionando parte del espectador potencial de los 4F.
La película ha pinchado en su capacidad de retención del público más allá de su fin de semana de estreno
Sin embargo, el factor más preocupante lo protagonizó Superman. En su segunda semana en cartel, la película cayó solo un 53 %, alcanzando una recaudación de 58,5 millones de dólares en el mismo periodo en el que Los Cuatro Fantásticos sufría un desplome del 66 %. Esto evidencia que, dentro del mismo género superheróico, hubo una producción capaz de resistir mejor la erosión del segundo fin de semana, manteniendo el interés del público. Estas cifras, también recogidas por The Wrap, confirman que, aunque no había grandes estrenos en la cartelera, Los cuatro Fantásticos se enfrentó a una suma de competidores bien posicionados que supieron captar segmentos específicos del mercado, restándole así buena parte de su protagonismo.
¿Fatiga de superhéroes? Un patrón que se repite en Marvel
La gran pregunta, una vez más, vuelve a la mesa: ¿estamos ante una saturación del género? ¿Se ha agotado la fórmula Marvel? Los números parecen apuntar en esa dirección. Captain America: Brave New World cayó un 68 % en su segunda semana. Thunderbolts, más recientemente, descendió un 56 %. Y ahora Fantastic Four se une a la lista con la mencionada caída del 66 %. Un patrón de desgaste en taquilla que empieza a ser demasiado consistente como para descartarlo como anecdótico.
Marvel sigue teniendo la capacidad de convocar al fan fiel, pero parece estar perdiendo al gran público. Las narrativas cruzadas, los personajes menos conocidos y el ritmo frenético de estrenos han generado una especie de agotamiento estructural. Y aunque Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos proponía un enfoque más contenido e independiente a otros estrenos de Marvel, su recepción comercial no ha sido lo suficientemente robusta como para marcar un cambio de rumbo para Marvel a pesar de los esfuerzos del estudios por revitalizar su universo compartido.
Un discurso politizado fuera de los cines
Lo paradójico del caso es que, en lo que respecta a calidad percibida, la película está funcionando mucho mejor de lo que su caída de taquilla podría sugerir. Según CBR, Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos cuenta con un 86 % de aprobación por parte de la crítica en Rotten Tomatoes. Y quizá lo más relevante: el 92 % de valoración positiva del público, coloca a la cinta entre los lanzamientos Marvel más queridos de los últimos tiempos. En redes sociales y foros especializados como Reddit o X, usuarios han destacado con entusiasmo la química entre el reparto, el tono emocionalmente contenido y la forma sutil de reintroducir estos personajes clásicos en el universo compartido sin recurrir a cameos forzados o referencias excesivas. Las primeras reacciones y críticas ya eran halagüeñas: muchos mencionaron su parecido en espíritu con Los Increíbles de Pixar, celebrando que fuera tanto una película sobre relaciones humanas que un espectáculo digital constante.
La entusiasta crítica de Hideo Kojima a Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos
No obstante, la película no ha estado exenta de críticas por lo que algunos señalan como un sesgo ideológico: la etiqueta "woke" ha emergido como una descalificación tanto para Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos como para la nueva versión de Superman. En el caso del reboot de Superman (dirigido por James Gunn), voces como la del antiguo actor de Superman Dean Cain cuestionaron con dureza la reinterpretación del kryptoniano. criticando el papel de Superman como "inmigrante". Al calificar la película como "demasiado woke" dio alas a todo tipo de teorías conspirativas contra su moralidad cinematográfica.
Paralelamente, Los 4 Fantásticos fue tildada de woke desde el mismo momento del anuncio de que Julia Garner interpretaría a Shalla‑Bal, una versión femenina del Silver Surfer, algo que usuarios calificaron de un cambio de género completamente injustificado en redes sociales, pesar de que sí hay precedentes dentro de la mitología de Marvel Comics. Este tipo de ataques no se limita a estas dos películas: desde hace casi una década, Disney y Marvel han sido blanco constante de campañas de desprestigio por temas de representación, como con Black Panther, The Marvels o Captain America: Brave New World, o la nueva adaptación de La Sirenita, acusadas por algunos sectores conservadores de priorizar la diversidad sobre la narrativa o sobre el entretenimiento.
La polarización política ha calado tan profundamente en debate social que ya interfiere con las percepciones culturales, el ocio, y la disposición del público general a dar una oportunidad a proyectos que aparentemente desafían su cosmovisión. Aunque es un fenómeno externo a los méritos de la película, este tipo de reacciones probablemente ha afectado la percepción de la película para posibles espectadores ocasionales que sin ser fans de Marvel podrían haberse interesado por la propuesta de aventuras y ciencia ficción de este estreno.
¿Y ahora qué? El futuro de Marvel tras este nuevo tropiezo
El varapalo económico de Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos no es, en sí mismo, un desastre irreversible. Marvel Studios y Disney aún pueden amortiguar el golpe gracias al mercado internacional, la futura explotación de la película en Disney+ y su recorrido en ventas domésticas. Pero a nivel estratégico, la señal que deja este tropiezo es alarmante: algo esencial no está funcionando.
Ya no hay ese impulso colectivo de "no perderse la siguiente pieza del puzle"
Y es aún más llamativo si se tienen en cuenta las decisiones tomadas por el estudio. En esta ocasión, Marvel apostó fuerte por un reparto lleno de rostros atractivos para el gran público, con nombres como Pedro Pascal, Vanessa Kirby y Joseph Quinn, todos ellos en el centro del radar mediático y con una base sólida de seguidores. Además, liberó a la película del peso de la continuidad que tantos problemas ha traído en fases recientes del UCM, permitiendo que la historia se sostuviera por sí sola, accesible incluso para los espectadores que han perdido el hilo de la narrativa global. Y como guinda, optó por un tono más distendido y familiar, menos cargado de solemnidad y más centrado en el humor contenido y la conexión emocional entre personajes. Al parecer, nada de esto es ya suficiente.
Sobre el papel, la fórmula parecía infalible. Pero no ha funcionado como se esperaba.
La Fase 6 del Universo Cinematográfico de Marvel se perfila como una etapa de transición que, por ahora, no ha conseguido devolver la cohesión y el entusiasmo que caracterizaron a las tres primeras fases. Hay talento delante y detrás de las cámaras, hay voluntad por cambiar las cosas y hay aciertos narrativos y formales aquí y allá. Pero ya no hay ese impulso colectivo de "no perderse la siguiente pieza del puzle", y eso se nota tanto en la taquilla como en la conversación cultural que generan estas películas.
En esta ocasión, Marvel tenía todos los ingredientes necesarios para recuperar el favor del público: una campaña de marketing bien orquestada, un reparto solvente, una historia autocontenida y un enfoque narrativo más íntimo y emocional. Pero aun así, el resultado ha sido decepcionante.
Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos ha terminado siendo el enésimo ejemplo de que hacer una buena película ya no garantiza el éxito
Resulta difícil señalar un motivo: ¿Nos hemos cansado de los superhéroes? Hay un buena parte de los espectadores que sí. Pero también parece que muchos de esos espectadores que antes sí acudían a estos estrenos lo hacían más por "estar a la moda" que por seguir sus propios gustos cinematográficos. No hay que perder de vista la politización de los discursos sociales en los últimos años, y su radicalización. Una situación que refleja una polarización cada vez más intensa entre quienes posturas ideológicas enfrentadas maquilladas como un debate entre defienden la evolución narrativa y representativa de estos universos, y quienes la rechazan de plano por considerarla una traición a los cánones originales. Este ruido social, amplificado en redes y medios conservadores, puede estar afectando la rentabilidad de películas que, objetivamente, funcionan bien en términos de calidad.
En definitiva, Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos ha terminado siendo el enésimo ejemplo de que hacer una buena película ya no garantiza el éxito. Su caída en taquilla en la segunda semana no solo responde a factores del mercado o del género, sino también a un clima cultural enrarecido, donde la identidad de los personajes y las decisiones creativas se juzgan desde una perspectiva que poco tiene que ver con el cine de entretenimiento. Marvel Studios necesita mucho más que estrellas de renombre o un buen guion para reconectar con un público dividido. Necesita entender que ahora, más que nunca, el entretenimiento está en el centro de un debate social más amplio… y que no todos están dispuestos a ir al cine para participar en él.
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