Han pasado más de 30 años y todavía se puede mantener un intenso debate sobre qué película es mejor, el Alien de Ridley Scott de 1979 o Aliens de James Cameron de 1986. Yo creo que Alien es mejor película, pero permitidme que mi entrega preferida de la saga sea la secuela. Más allá de los marines coloniales, de Sigourney Waver manejando un robot elevador, ese carismático tándem formado por Michael Biehn y Bill Paxton, y la marcial y frenética banda sonora de James Horner, me fascina por los xenomorfos. Bichos por todas partes. Y además, una puesta a punto de la biología de estas criaturas y su adaptabilidad que ya marcaría el devenir de la saga durante el resto de entregas de la franquicia. Y todo se debe, curiosamente, a una sencilla decisión artística de James Cameron.
Del arte de Giger a la visión de Cameron
El diseño original del xenomorfo, creado por H.R. Giger, era una pieza única que ejemplificaba como pocos esa característica mezcla de eros y tánatos del artista. Inspirado en su obra biomecánica, el alienígena de Scott era una criatura solitaria, imponente y perfectamente adaptada a su entorno. Su mezcla de rasgos orgánicos y mecánicos, junto con la ausencia de ojos visibles, lo convertía en un depredador terrorífico e impredecible. Sin embargo, Cameron, que asumió la dirección de la secuela con una perspectiva más orientada a la acción, tenía claro que este diseño no se ajustaba del todo a sus planes.
En palabras del propio Cameron, recogidas en los extras del DVD de Aliens: "La cabeza del Alien en la primera película era muy lisa. La parte superior de la cabeza era muy lisa. Por debajo tenía una forma de cráneo y un diseño acanalado, y originalmente se diseñó para que eso se viera a través de esa especie de superficie transparente en el diseño de Giger. Pensé que lo que había debajo de la superficie era más interesante que el aspecto final".

"Planeamos (usar una cabeza con cúpula original de Alien) en la nuestra (película), y para ello Stan Winston hizo que Tom Woodruff esculpiera una estructura interna acanalada, parecida al hueso, que encajaría por debajo y sería ligeramente visible a través de la cubierta. Cuando estuvo terminado, le dieron un trabajo de pintura realmente bueno, y luego lo miré y dije: 'Eh, esto se ve mucho más interesante tal como está.'"
Cameron estaba realmente interesado en contar con Giger para seguir evolucionando el concepto alienígeno de la criatura y su entorno, pero el compromiso profesional del artista suizo con el diseño de producción de Poltergeist II impidió la colaboración. "El diseño de Giger es una obra maestra, pero mi historia requería algo diferente. Quería mostrar un ecosistema completo, no solo a un depredador solitario. Necesitábamos ver cómo funcionaban estas criaturas como una colonia, cómo interactuaban y sobrevivían en grupo."

De depredadores solitarios a enjambres letales
Otro cambio significativo en Aliens fue cómo se presentaron los xenomorfos ordinarios. Mientras que en Alien el monstruo era una única amenaza que acechaba en las sombras, en Aliens Cameron optó por mostrar a decenas de ellos atacando en oleadas. Este cambio no solo incrementó la escala de la acción, sino que también transformó la percepción de estas criaturas. Los xenomorfos dejaron de ser únicamente asesinos solitarios para convertirse en soldados de una colmena, coordinados y letales.
Como con la decisión de eliminar la cúpula de la cabeza, el diseño general de las criaturas se modificó para que tuvieran un aspecto más angular y agresivo. Se añadieron costillas en el abdomen para elevar la estatura de la criatura, se modificaron las manos y se detallaron más elementos con origen sexual en diferentes partes del cuerpo, siguiendo las referencias originales de Giger para la primera película. La idea del equipo de Stan Winston era alejarse en todo lo posible de las reminiscencias humanas en el diseño, hacerlo completamente alienígena y que en ningún momento pareciera que se trataba de alguien utilizando un traje.

Esta nueva interpretación era coherente con la introducción de la reina alien. Los xenomorfos individuales se convirtieron en una extensión de su voluntad, listos para proteger a su progenitora a toda costa. Cameron comentó al respecto: "El terror del xenomorfo en la primera película venía de su individualidad, de su capacidad para aparecer de la nada y acabar contigo. En mi película, quería mostrar el terror de enfrentarse a un enjambre imparable."

La reina alien y el nuevo ecosistema xenomorfo
La mayor contribución de Cameron a la mitología de Alien fue la introducción de la reina alien, una colosal criatura que actúa como la líder y la fuente reproductiva de la colonia. Inspirándose en la estructura social de los insectos, Cameron planteó un paralelismo entre los xenomorfos y especies como las abejas o las hormigas. En el libro The Winston Effect: The Art & History of Stan Winston Studio, Cameron explica: "Siempre vi a los xenomorfos como una especie jerárquica. Necesitábamos una reina para entender cómo operaba esta sociedad alienígena. Era la pieza que faltaba para darles una identidad propia."
Winston Effect: The Art and History of Stan Winston Studio
El diseño de la reina alien fue desarrollado en colaboración con Stan Winston y su equipo, que ya habían trabajado con Cameron en la saga Terminator. Con una altura de más de cuatro metros y un diseño espectacular, esta nueva criatura se convirtió en el centro de la narrativa de Aliens. Su presentación en pantalla, en una de las escenas más memorables de la película, redefine a los xenomorfos no solo como máquinas de matar, sino como parte de un sistema vivo, organizado y aterrador.

Una evolución que marcó el rumbo de la saga
El impacto del rediseño de Cameron se extendió mucho más allá de Aliens. La reina alien se convirtió en un elemento central de la franquicia, reapareciendo en varias películas, cómics y videojuegos. Además, la idea de los xenomorfos como una especie jerárquica influyó directamente en la narrativa de entregas posteriores como Alien: Resurrection (1997) y Prometheus (2012), así como en los crossovers con Predator.
Otra idea que caló en la franquicia fue la facilidad con la que estas criaturas se adaptan a nuevos entornos. Su maleabilidad biológica sería una de las señas de identidad de la criatura en el futuro, haciendo que cada nueva entrega cinematográfica presentara nuevas criaturas cuyo aspecto depende de las circunstancias y, si seguimos la mitología de la propia saga, del huésped original de la criatura, como el perro de Alien 3. Por supuesto, no todos los fans estuvieron de acuerdo con estos cambios. Para algunos, la figura solitaria y terrorífica del xenomorfo original perdió parte de su misterio al convertirse en un engranaje dentro de una estructura social más grande. Sin embargo, es innegable que esta evolución permitió expandir la mitología de Alien y explorar nuevas historias dentro de su universo.
Gracias a sus cambios en el diseño de las criaturas, Cameron transformó a los xenomorfos de meros depredadores en un ecosistema vivo, aterrador y lleno de matices que definiría la naturaleza de esta serie de películas, siendo abrazada por el propio Ridley Scott años después en Prometheus y Alien: Covenant. Si todavía no has visto las películas de la saga Alien, incluidas las entregas más recientes como Alien: Romulus, no hay mejor momento que ahora para sumergirte en este fascinante universo. Todas las películas están disponibles en Disney+.
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