Planet 51 es un videojuego ideado expresamente para los más pequeños y seguidores de la película. Su simpleza y accesibilidad queda patente tanto en los modos de juego como en los menús, sin demasiados alardes en las posibilidades de juego. Esta simpleza choca con un control poco depurado que no se acaba entendiendo bien con el juego.
Ghost Recon no se arriesga en Wii y nos plantea un "shooter on the rails" de correcta aunque no explosiva calidad. Next Level Games demuestra la experiencia acumulada con el wiimote mediante un videojuego desafiante y rejugable. Una correcta opción para disfrutar tanto en solitario como en compañía de un segundo jugador.
Mario celebra sus 25 años de saltos salvando princesas con un regalo que no hace justicia a su brillante carrera. La edición con motivo de su aniversario tiene pocos videojuegos (sólo cuatro), un folleto que no representa su larga historia y un CD al que se le olvida hacer sonar una gran cantidad de partituras dentro de la franquicia.
El mundo de los vehículos de clase GTi es muy interesante siempre y cuando se sepa adaptar a los tiempos que corren. GTi Club Supermini Festa es un título puramente arcade (en todos los sentidos) que paga las consecuencias de haber llegado tarde, en última posición y con un planteamiento de carrera muy mejorable.
Iba a ser revolucionario, pero al final se ha quedado en otro Pokémon más. El primer título de los pequeños monstruos para Wii ha desaprovechado el potencial de la máquina con un videojuego conservador que apenas aporta novedades con respecto a anteriores entregas dentro de la franquicia.
Game Party no pasará a la historia como un grandísimo juego. Carece de profundidad y no llega al nivel de Wii Sports o Wii Play, pero si te gusta mucho el género puedes pasar unas horas divertidas con él y con tus amigos gracias a sus siete minijuegos y su bajo precio.
Si bien Ferrari Challenge Trofeo Pirelli era un más que correcto videojuego en PlayStation 3, lo que hemos recibido en Wii y PS2 no es más que un mal reflejo de los potentes bólidos rojos que salen todos los años de la fábrica de Manarello.
La presencia de un guión caótico y con saltos inadecuados, hacen de esta penúltima entrega un título que deja mucho que desear en aspectos de documentación, pero que recoge una decente ambientación sonora cinematográfica. El buen trabajo de localización se proyecta en el diseño de escenarios, algo muy contrario a la pésima calidad de los modelados plagados de dientes de sierra.
FlingSmash es el clásico título que cuenta con una buena idea como base… pero que no ha sido ejecutada con acierto. Y es que, simplemente, la jugabilidad que nos ofrece este trabajo de Artoon es limitadísima, llegando a hacerse cansina en poco más de media hora.
Ju-on: The Grudge nos presenta una historia de terror donde nosotros somos los protagonistas. Con wiimote en mano nos dirigiremos siempre hacia los sustos y un destino fatal representando a varios personajes de un videojuego que no pretende ser más que una aventura guiada y sin poder alguno de rejugabilidad.
Pool Party es un buen referente en Wii para los amantes de los billares, aunque debido a una jugabilidad mal ajustada no consigue un resultado suficiente. Tiene bastantes modos de juego e incluye un accesorio interesante, pero quitando dichos adornos no tiene mucho más que ofrecernos.
Conseguir una publicadora, SEGA, supuso en febrero de 2010 un cambio drástico sobre un título que prometía ser rápido, realista y maduro.
