Hideo Baba y el estudio Tales nos brindan otro gran JRPG que viene cargado de ciertas novedades, algunas de ellas realmente notables como la introducción de un mundo abierto al más puro estilo de los Action RPG 3D.
Kingdom Come: Deliverance no es un videojuego para todo el mundo, y no lo es por muchos motivos. Su ritmo lento lo restringe únicamente a los aficionados con paciencia, y lo árido de su propuesta exige también cierta paciencia y le falta un notable pulido. ¿Cómo puede tener un 8,0 un juego con asperezas notables? Porque, si logramos abstraernos de todo ello, nos encontramos un RPG más que notable.
No es fácil adentrarse en el oscuro mundo de Mordheim, pero aquellos que lo hagan y superen su desafiante curva de dificultad encontrarán en él un grandísimo juego de rol táctico. Uno que sorprende por lo bien ejecutado de sus combates, pero sobre todo por las amplias opciones de gestión de nuestra banda.
Rocketcat Games nos regala un Action RPG realmente desafiante y destinado casi en exclusiva a jugadores hardcore y verdaderamente expertos en este tipo de obras. Sin embargo aquellos que osen adentrarse en esta odisea descubrirán un juego excepcionalmente recreado, dotado de una jugabilidad sencilla pero absorbente y un diseño que recuerda a las mejores obras de la era de los 16 bits.
Sony ha tenido a bien distribuir en nuestro territorio un curioso JRPG que presenta una historia trabajada y una dinámica de juego bastante tradicional dentro del género. Y el resultado es un título lo suficientemente apetecible que, a pesar de que puede hacerse algo repetitivo a medio plazo, presenta las suficientes cualidades para hacer de él una producción más que estimable.
Este gran juego de rol y mazmorras nos ofrece muchas posibilidades de juego. Es cierto que por su temática, curioso desarrollo y excéntricos personajes puede no terminar de convencer a ciertos usuarios, pero lo que no atiende a dudas es su calidad, extensión y profundidad de juego.
Aunque no es una obra tan trascendental como Baldur’s Gate, Icewind Dale continúa siendo una de las mejores aventuras de rol de la historia cerca de 15 años después de su nacimiento. La gran libertad de acción que brinda, las enormes posibilidades de juego que ofrece, y lo atractivo de su ambientación hacen de él un videojuego que pocos deberían dejar escapar.
Death's Gambit es un juego de claroscuros. Un apartado visual muy atractivo, con jefes finales espectaculares y una estructura Souls que parece no envejecer. Lo lastra la falta de pulido en el control y el combate, que le resta comodidad a la experiencia, hasta el punto de que en ocasiones, sin llegar a la frustración, sí supone un handicap.
Nos gustó en PC y nos gusta en consolas. The Elder Scrolls Online es una muy buena aventura de rol en línea que destaca especialmente por sus emocionantes batallas PvP y la calidad de su argumento.
Ashen es un juego evocador, con un diseño muy particular. Tiene momentos únicos, pero también otros menos conseguidos. Su particularidad es que puedes jugar con un compañero mediante el modo online, pero cuando juegas en solitario la inteligencia artificial no está a la altura.
Un nuevo trabajo notable por parte de Lab Zero Games en un territorio tan exigente como el del RPG. Brilla en las batallas y en su apartado artístico, pero abusa de secciones de plataformas excesivamente largas y poco ingeniosas que desvirtúan el cometido de Indivisible.
Bloodborne: Antiguos Cazadores es un gran DLC que aporta tres nuevas zonas y mucho equipo para hacer más variado tu arsenal de cazador. Es algo incómodo acceder a él y sus primeros compases tienen una falta de ritmo bastante acusada, que repunta en los momentos finales, donde encontramos un gran diseño de niveles y la capacidad de seguir sorprendiendo incluso al más veterano de los juegos de FromSoftware.
Square Enix nos ofrece otra recopilación basada en una de sus series más veneradas, Kingdom Hearts. Y llega acicalada de la mejor manera posible incluyendo tres experiencias distintas que merece mucho la pena disfrutar. Una obra muy sólida, extensa y variada que seguramente satisfará por igual a los incondicionales de siempre como a todos aquellos que nunca han disfrutado de esta auténtica maravilla.
Bien recreado, plasmado con acierto y rebosante de contenido, Nights of Azure nos mantendrá muchas horas atrapados por su variado y sugerente desarrollo así como por la progresión y alcance de la relación sentimental existente entre dos de sus protagonistas. Sí, está en inglés y gráficamente no brilla, pero su jugabilidad es muy sólida y tiene mucho que ofrecer.
Dragon Ball Fusions es un grito de esperanza dirigido al fan de Dragon Ball, demostrando que esta licencia aún tiene cosas que aportar al mundo del videojuego. Lo hace no tirando de casta, sino más bien aportando algo completamente nuevo… o bueno, mediante fusiones tanto de personajes como de elementos del universo manganime creado por Toriyama.
Funcom ha sabido crear una gran aventura de supervivencia que saca buen provecho del fantástico y sangriento universo literario de Conan el Bárbaro. Solo, pero mejor acompañado de amigos, el videojuego sorprende por la épica de su acción y la escala de algunas de sus batallas campales. Seas o no aficionado al género, seguramente encuentres mucha diversión en un Conan Exiles que garantiza juego para rato.
¿Terminaste Fallout 4 y necesitas más contenido que llevarte a la boca? Far Harbor es una motivación perfecta para volver a la propuesta de rol y mundo abierto de Bethesda y pasear, en esta ocasión, por un entorno completamente nuevo que tiene las mismas cotas de interés que acostumbran a tener las obras de este estudio.
Hand of Fate tenía mucho potencial pero a pesar de sus virtudes, no terminó de ofrecer una experiencia de juego tan satisfactoria como la que logra su secuela. ¡Es la evolución perfecta! Una gran aventura de rol que sorprende por la variedad de retos que plantea y la libertad de acción que concede. Tus decisiones marcan el camino en un mundo de fantasía del que no quieres escapar.
Greedfall es toda una sorpresa y un ejercicio de rol clásico que recuerda a la sólida BioWare de Dragon Age Origins. Sacrifica aproximaciones modernas del género al mundo abierto creando una serie de áreas conectadas, para centrar todos sus recursos en su interesante historia y su original ambientación, así como el desarrollo de las misiones y las distintas formas de cumplirlas.
Strange Journey Redux es un muy buen dungeon crawler, desafiante y con combates divertidos, directos y abundantes, perfectos para su factor portátil. Se le suma una historia interesante y con múltiples caminos que encandiló a buena parte de su comunidad, y ahora se unen nuevos añadidos perfectos para engrosar el número de horas de juego y dar una excusa a los que ya lo jugaron en su momento.
Nioh: El Dragón del Norte ofrece junto al parche 1.08 suculentos añadidos al juego base, como el nuevo arma Odachi, nuevos espíritus guardianes, la dificultad extra y el modo PvP. La región añadida es corta, pero está bien diseñada y con nuevos enemigos y jefes bien construidos y desafiantes.
Es difícil no dejarse llevar por la emoción con un videojuego como CrossCode, que recupera con acierto las sensaciones de las grandes aventuras de rol y acción de los noventa, sin perder por ello la oportunidad de dejar su propia huella; de innovar con ingeniosos rompecabezas y emocionantes desafíos.
Cuesta no pasarlo bien con las emocionantes batallas en las que te sumerge The Surge; un notable juego de acción y rol que mejora lo visto en la entrega original. Aún le falta algo más de fluidez en el combate y mejores diseños de enemigos y escenarios para alcanzar la excelencia, pero paso a paso, siguiendo su propio camino, Deck 13 ha creado una gran alternativa a los principales referentes de la acción y rol.
Que no os engañen las apariencias. Aunque este es un juego feo y tosco en lo visual, Kenshi oculta en su interior una de las experiencias RPG más profundas y detalladas de los últimos años. Es increíble la libertad de acción que brinda para que explores y vivas tu propia aventura en un gigantesco mundo posapocalíptico.
The Outer Worlds es un videojuego tremendamente irregular, con algunos puntos flacos y un apartado técnico no solo flojo en lo estético sino con algunos defectos palpables que en ocasiones lo hacen incómodo, especialmente en consola.
