Elden Ring es uno de esos escasos juegos que lideran la industria ejemplificando con su diseño tanto de mundo abierto como de mazmorras trabajadas, un contenido incesante que podría llenar varios juegos y DLCs y una duración de aproximadamente 100 horas con mucha intensidad en cada una de ellas.
Blood and Wine es una expansión de ensueño. No sólo continúa la fórmula que lo impulsó a convertirse en uno de los juegos del año 2015, sino que la lleva más allá, expandiendo sus características y desarrollando un compendio de historias y de personajes que calan hondo, como los ya conocidos. Así merece la pena que los juegos se continúen más allá del disco.
Dark Souls III es el último esfuerzo de una fórmula refinada hasta el máximo posible. Uno de los juegos más trabajados e importantes de lo que va de año, que marcará un antes y un después en la historia de un tipo de videojuego. Si eres amante de la saga, no hace falta decir más. FromSoftware ha vuelto a crear una obra para el recuerdo, que no olvidaremos ni siendo huecos.
Miyazaki demuestra que tiene un estilo único a la hora de crear sus mundos. Bloodborne apuesta por la renovación de la saga Souls, con la que lo único que no comparte es el nombre. Si bien ya no cala tan hondo la novedad por tener tres juegos a nuestras espaldas, consigue la excelencia a base de un sistema de combate único, muy visceral y más eficaz que lo visto anteriormente.
The Witcher III no es perfecto, pero es uno de los RPGs más fastuosos y recomendables de los últimos tiempos. El ansiado salto al mundo abierto ha sentado muy bien a la franquicia y los problemas tienen que ver con un control impreciso, un combate algo plano o problemas técnicos ingentes...
Sin reinventar la rueda ni ofrecer unas novedades monstruosas, Fallout 4 se dedica a mejorar y agrandar lo que vimos en su ya de por sí estupendo predecesor. El regreso al mundo post-apocalíptico que ofrece es una verdadera gozada, y la incorporación de los asentamientos y de los talleres hace de la profundidad tradicional de la serie algo todavía más inabarcable.
Hearts of Stone es precisamente lo que esperabas. Más contenido expandido; una excusa para no terminar con las aventuras del brujo, mientras descubres nuevas misiones y personajes de tanta o mayor calidad que tus favoritas del juego base. Justo ahora, tras casi medio año desde su lanzamiento, Hearts of Stone nos hace recordar por qué The Witcher 3 es una de las obras más importantes del año.
La luz que desprende Kingdom Hearts III en cuanto a aciertos es tan poderosa como para mitigar las muchas sombras que contiene, fruto de un desarrollo longevo y complicado. Su extraordinaria fusión de mundos creativos alcanza una nueva cúspide en la historia de la franquicia, dando lugar a conceptos jugables que sorprenden de principio a fin en un videojuego duradero y cargado de contenidos.
Infernax es un claro ejemplo de cómo un concepto puramente retro se puede traer a la actualidad. Acción metroidvania en un título que recuerda a clásicos como Castlevania, tanto por su estupendo diseño como por su ajustada dificultad. Un indie de buena duración, adictivos combates, exploración inteligente, un convincente sistema de progresión y ante todo mucha diversión.
Assassin’s Creed Origins es exactamente lo que prometía. Esperar un año para la aventura de Bayek ha merecido la pena, y hablamos de un lanzamiento extraordinario que nos devuelve al mejor estado de forma de la franquicia.
Con sus cosas extraordinarias y sus cosas no tan boyantes, The Division es una de las propuestas más atractivas en lo que llevamos de 2016. Adictivo hasta extremos sorprendentes y cargado de contenidos, hay poco que reprocharle en su faceta de valor-precio.
Un videojuego muy completo; Esa es la principal sensación que deja The Division 2 en el jugador. Es un título en el que se puede invertir sin miedo tanto nuestro dinero como, lo que es más importante, nuestro tiempo.
Tales of Arise es la entrega que transforma la franquicia y la lleva a un nuevo nivel de ambición. Hace muchas, muchísimas cosas bien en lo técnico y jugable. Su sistema de combate es muchísimo más técnico de lo que parece a simple vista, con un par de mecánicas muy bien pensadas y que sostienen perfectamente la duración de la aventura.
Lo dijimos hace un año y volvemos a repetirlo. Divinity: Original Sin es una de las mejores aventuras de rol de los últimos años.
Undertale puede considerarse una rareza, pero una de esas que ocurren cuando la forma de hacer videojuegos es tan uniforme y tan constreñida que sólo tomando el camino contrario se consigue sorprender. Pero la obra de Toby Fox no es sólo una anécdota. Está perfectamente planteada y esconde algo que conecta directa e indirectamente con todo aquél que haya pasado demasiado tiempo con un mando entre las manos.
Divinity: Original Sin II es la definición perfecta de la libertad en el género del rol. Lo logrado aquí por Larian Studios excede toda expectativa. Sabe a clásico, pero busca innovar. Recoge elementos del original, pero los mejora y amplía. Pocos juegos de rol pueden llevar sus siglas con más orgullo que el juego que tenemos aquí. Un imprescindible en PC y consolas.
Square Enix se corona con un magnífico MMORPG que presenta una de las mejores historias vistas en una aventura de rol, sea esta online o de carácter tradicional. En Final Fantasy XIV: Stormblood vibraréis de emoción con la épica y trágica acción de un título que no innova en lo jugable, pero sí presenta algunos cambios que mejoran sustancialmente la experiencia de juego.
Montones de horas de contenidos, una dificultad moral y un cuidadísimo componente adictivo. Esos son los tres grandes pilares de Dark Souls II que, a su vez, se repiten en este Scholar of the First Sin que lo remasteriza para la nueva generación con contenidos descargables y algunos pequeños cambios.
The Ascent es un juego de acción RPG que te cautiva con su poderosa ambientación y formidable puesta en escena. Su mundo ciberpunk es tan atractivo en lo estético y sonoro, que es difícil resistirse a la tentación de coger un arma y cumplir con todos los objetivos principales y secundarios que propone, más si vas acompañado de amigos.
Inquisition es un videojuego destinado a poner de acuerdo a los fans del rol. Sus raíces clásicas son indudables, pero mezcla tantas referencias y las conjunta de una forma tan brillante y absorbente que una vez dentro de su universo cuesta mucho abandonarlo.
Con NiOh, Team Ninja ha recuperado una posición de honor en el videojuego tras algunos años caminando sin rumbo. Su combate es uno de los más divertidos y perfeccionados que hemos probado en mucho tiempo y la ambientación del Japón feudal sirve de marco perfecto para desarrollar su acción samurai.
Young Souls es un beat 'em up de la era actual absolutamente recomendable, tanto si eres un incondicional de este estilo de juegos, como si quieres adentrarte en una propuesta que fusiona lo mejor del "yo contra el barrio" con jugabilidad RPG. El resultado es un título con dinámicas combativas adictivas, una muy buena accesibilidad y una sensación de progresión intensa.
Jugar a Diablo 2 con unos gráficos tan espectaculares como los de Resurrected es el sueño de cualquier fan de este mítico action RPG, que encontrará aquí un remake tremendamente fiel al clásico de Blizzard North. No altera en lo más mínimo su esencia de juego, centrando prácticamente toda la atención en lo visual.
Valkyrie Elysium gustará a los fans de la franquicia y a aquellos que deseen probar una experiencia divertida con especial hincapié en el combate. Los primeros, encontrarán una nueva visión de la serie que mantiene la esencia y no desentona con los anteriores; los segundos, por su parte, se fascinarán con un título lleno de entornos preciosos y batallas repletas de acción.
Dark Souls 3 está plagado de pequeñas grandes cosas en lo narrativo y jugable que acaban haciendo aún más grande el juego. Ariandel parece beber de la misma fuente. ¿La mejor zona? No, pero sí de las mejores. ¿La mejor batalla contra un jefe? De las tres mejores, pero la más sorprendente, sin duda, ya que es buena en todo: variedad, desarrollo y narración, con una escena que la precede mágica.
