El avance y crecimiento de las IA como una nueva herramienta que los usuarios tienen a su disposición para trabajar continúa su expansión, y la recepción a su entrada en algunos sectores no podría haber sido más polarizadora. El sector de los videojuegos no es uno ajeno a este tipo de novedades y ya son varios los estudios que desean apostar por su uso a la hora de concebir sus próximos títulos.
Sin embargo también es cierto que hay otros que se muestran reacios al uso de una IA para llevar a cabo tareas que tradicionalmente se habían dejado en las mentes y manos de desarrolladores; consideran que definitivamente ''acelera el proceso'' pero no creen que al mismo tiempo ''aumente la calidad''. Es la postura oficial de programadores como Jordi de Paco.
Imagen: Twitter (@jordidepaco)
Tras coincidir con él durante el evento de Devolver Digital -en el que junto a otros creativos presentaron lo último en lo que están trabajando-, y preguntado acerca del creciente uso de estas nuevas tecnologías, el programador al frente de Deconstructeam dijo que "si lo que se pretende es hacer un par de productos pequeños para conseguir algo de liquidez, pues está bien, pero va en contra de la idea de arte que hay detrás de todo videojuego".
''Somos artistas, y aunque desde el punto de vista de sacar provecho para una compañía tenga sentido su uso, nosotros queremos crear esas cosas, no ser robots manufacturándolas". El razonamiento principal que argumenta es que, como todo creador, disfruta dando forma él mismo a lo que desea presentar.
Tampoco es que se cierre en banda, ya que es evidente que cualquier programador, diseñador, o artista que trabaje en u videojuego necesita de máquinas y herramientas para perfilar y perfeccionar su trabajo, pero "no deberían ser ellas las que tuvieran las ideas o la visión artística" -refiriéndose a dónde se germina una idea o concepto a implementar luego en el trabajo-. Y apostilla que "Si quieres crear arte, tienes que poder controlarlo tú".
El debate sobre el uso de las IA para crear videojuegos
Son desde luego unas declaraciones que amplían y razonan de forma más amplia lo que de Paco expresó en su cuenta oficial de Twitter no hace mucho acerca de el uso y abuso de estas herramientas para crear videojuegos.
El quid de la cuestión radica en que, si bien es posible -y hasta necesario en algunos casos- el uso de estas herramientas para hacer factible el desarrollo y experimentación con nuevas mecánicas que podrían llegar en el futuro, la polarización entre defensores y detractores de ellas sigue candente. Hay compañías como NetEase que si que quieren apostar por el uso de ChatGPT para generar conversaciones o una mayor personalización. O también tenemos a desarrolladores de la talla de Jussi-Petteri Kemppainen que abogan por su uso pero de forma moderada, sobre todo para no incurrir en el plagio, aunque más por darles apoyo a estudios más modestos y de presupuesto más ajustado.
Con todo, la próxima batalla en este se podría librar en el terreno jurídico, pues países como España o Italia están estudiando la posibilidad de vetar el uso de estas herramientas debido a los riesgos para la privacidad y la posible vulneración de los derechos de las personas.
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