Es difícil quedar emocionado con un juego tras tantos años de, quizá no decepciones, pero sí decisiones poco inspiradas y que no parecían ir de la mano con lo que querían los fans, pero Battlefield 6 lo ha conseguido. Sí, el nuevo juego de EA y el primero del conglomerado de estudios que forma Battlefield Studios —EA Motive, DICE, Criterion y Ripple Effect— jugaba con ventaja porque, aunque no pude hablaros de las bondades del juego hace meses, ya me convenció gracias a Labs. Pero lo cierto es que tras ocho horas jugando a la versión más cercana al lanzamiento del juego, he vuelto al pasado, a aquellas tardes y noches enganchado a Battlefield 4 con un juego que es tan clásico como más inteligente y centrado que sus predecesores.
Porque sí, no es solo que Battlefield 6 luzca a un Battlefield 4.5, es que sus creadores —David Sirland con el que pude hablar de las ambiciones de este nuevo proyecto— han dejado claro que es un hijo directo de aquellos juegos de 2011 y 2013. Un proyecto quizá no tan grande como sí bien medido donde incluso la austeridad de Forstbite en comparación con los saltos de gigante de sus juegos previos consiguen dejar claro que Electronic Arts parece no haberse dejado llevar por las ambiciones y las ideas de bombero. ¿Es hora de volver al campo de batalla? Yo digo que sí.
La destrucción marca de la casa vuelve, y no veas cómo se siente
Era fácil sentirse emocionado por Battlefield 2042 tras pasar cuatro años en las Guerras Mundiales, pero no fue el juego que merecíamos. El estado del juego era preocupante de lanzamiento, pero el último shooter de la saga no brilló por eso, sino por sus ideas preocupantes, por estar a medio camino entre un hero shooter y por salir sin un modo campaña. En este caso, y empezando por lo último, el modo historia vuelve, y aunque es cierto que no puedo deciros a qué nivel llega, si al más humano y experimental de Battlefield V y Battlefield 1, o a la épica de su cuarto juego, tanto la campaña como el multijugador han mirado de cerca a Battlefield: Bad Company 2 y Battlefield 4.
La destrucción no solo vuelve a ser parte importantísima de las partidas sino que los mapas pasan de ser dinámicos a naturales
Hablando con Sirland, el ejecutivo no tuvo ningún reparo en mencionar ambos juegos como inspiraciones, con el cuarto juego cronológico como mayor reflejo jugable; algo que, indudablemente, me hizo pensar: ¿Vuelve Levolution? Pues sí y no. Aquel sistema de destrucción de Battlefield 4 no gustó a todo el mundo. Ofrecernos la posibilidad de cambiar el aspecto y las dinámicas de ciertos mapas fue un salto adelante sí —demoliendo una presa e inundando una ciudad, por ejemplo—, pero también limitó su dinamismo, pues aunque épico, cuando sus escenarios cambiaban, las opciones de destrucción quedaba limitada. En este caso, el equipo de Battlefield ha trabajado en lo que llaman Destrucción Táctica, una evolución de aquel sistema Levolution, menos centrado en el espectáculo y más en la naturalidad. La destrucción no solo vuelve a ser parte importantísima de las partidas sino que los mapas pasan de ser dinámicos a naturales. Es extraño de explicar sin los mandos en la mano, pero ahora tenemos una "destrucción por fases" donde podremos ver desde grietas en las paredes o techos por el uso de morteros, granadas o explosiones cercanas, que pasarán a hacerse más grandes hasta que colapse cualquier estructura.
Además, y según nos comentó EA, la misma destrucción no será igual en todos los modos ni en todos los mapas, nueve en total de lanzamiento. Ver un edificio caerse en Brooklyn, uno de los mapas nuevos del juego, no será igual que en Operation Firestorm —uno de los primeros mapas remasterizados de los juegos previos de la saga, adaptados a este sistema de físicas, partículas y destrucción—. Con todo esto, EA no se quiere imitar a su cuarta entrega, sino a expandir la destrucción más allá de los límites establecidos hasta ahora para Frostbite. Pero lo mejor de todo es que, aunque ya suena genial con solo oírlo, EA se guardaba más sorpresas. La libertad mecánica de The Finals, desarrollado por veteranos de Battlefield, parece haber sido un tirón de orejas para EA, y éstos han reaccionado con una destrucción más focalizada y estratégica gracias a gadgets como una maza para abrir un boquete por el que entrar por el techo o por la pared y ganar nuevas opciones de afrontar los combates; o una movilidad mayor gracias a escalera táctica para romper ventanas y alcanzar alturas superiores desde fuera del edificio.
Todo está hecho para que el dinamismo cambie de manos: antes estaba dependía del mapa, ahora es propiedad de los jugadores. Los mapas urbanos son una delicia de jugar mientras que los más grandes y abiertos siguen dando su importancia merecida a los vehículos y las estrategias a gran escala en un Battlefield que no solo quiere ser más, sino mejor.
Las clases: el abecé de la saga vuelve con buenos cambios
Y si la destrucción es importante, no lo son menos las clases, y con Battlefield 6 EA no se la jugará otra vez. Las clases son el núcleo de la saga pero también algo tan clásico que cualquier cambio sin cabeza puede cargarse todo. La sinergia entre clases —Asalto, Ingeniero, Apoyo y Reconocimiento— se mantiene con la misma eficiencia, pero ahora gana más profundidad con ciertos elementos rescatados de Battlefield 2042.
Cada una tiene acceso a un gadget único, el botiquín para el médico o la baliza de reaparición para el recon, pero hay cambios importantes. El apoyo se ha quedado con la bolsa de munición del ingeniero y da tanto vida como balas, mientras que el ingeniero se centra mucho más en mantener con vida a los vehículos, algo que EA ha decidido tras analizar lo poco que se usaba la clase. Lo más importante, es que tenemos una especie de habilidades especiales para cada personaje. No, no son locuras como explosiones en áreas o la posibilidad de llamar perros de asalto, sino habilidades ligadas enteramente al buen uso de una clase en la partida. El apoyo, cuanto más reviva y asista a sus aliados, más recompensas ganará para activar su Habilidad Activa, que da salud y reduce el tiempo que tardamos en revivir a un aliado. Puede parecer que pervierte el sistema clásico y básico, pero tiene sentido dentro de las partidas porque no son decisivas como en un hero shooter o como aquel 2042, sino un pequeñísimo grado de profundidad que no afecta al conjunto y sí consigue que te sientas recompensado por usar bien tu rol de clases.
Pero, ¿qué hay de lo peor de todo: las armas abiertas a todas las clases? Pues dejadnos deciros que no hay que ponerse en lo peor, aunque sí hay cambios. EA no quiere limitar la experiencia de juego para que el jugador menos interesado en una clase se vea obligado a jugarla, por lo que abrirán el acceso a todas las armas independientemente de la clase. Sin embargo, sí limitarán algunos armamentos para mantener cierta unicidad de las clases; y aquí entra en juego la mejora en la cinestesia de los personajes, o lo que es lo mismo, ahora recibiremos una mayor información del propio personaje y cómo actúa en batalla.
Es algo que no veréis al momento, es sutil y requiere tiempo de juego para catar cada detallito, pero aunque el médico tenga las ametralladoras ligeras como su arma preferida, como el juego nos deja jugar con escopetas, habrá cambios aquí y allá. El arma se moverá ligeramente más al disparar, y además veremos cómo el movimiento del personaje es algo más torpe. La idea es que la separación jugador-personaje sea mínima, con interacciones mucho más naturales y tácticas. La posibilidad de arrastrar, como el médico, a un aliado lejos del combate para revivirlo —algo que, por cierto, se puede hacer con los miembros de tu escuadrón independientemente de tu rol, aunque con mayor lentitud si no eres médico— es, de hecho, la prueba más clara de esta nueva filosofía.
Si Battlefield hubiera salido hace 10 años, diríamos que es continuista
Al final del día, y tras tantas horas, la sensación es positiva a los mandos, o con ratón y teclado si deseas, pero no todo son cambios, o al menos no cambios de mentalidad: los modos de juego se expanden sin muchas virguerías. Tenemos los clásicos Conquista, Asalto, Dominio… Todos con cambios mínimos reconocibles, pero con un mejor planteamiento: puntos de control o dominio mejor pensados y no tan alejados unos de otros —potenciando las micronarrativas propias de la saga sin crear muchos puntos muertos y aburridos— o 64 jugadores de máximo para focalizar mejor la acción. Y aun así, aquí también hay espacio para la mejora con un modo Escalation que no conocemos aún, pero se sabe que será más grande que nunca, con más vehículos —que ganan más presencia ahora con unos cazas y helicópteros pensados para premiar al jugador que sepa usarlos, pudiendo balancear la experiencia en su favor como en Battlefield 4— y puntos de control que desaparecen conforme avanza la partida, ganando intensidad por momentos.
Battlefield 6 quizá no sea una gran evolución, pero se siente como un 'remake', visualmente hablando, de Battlefield 4
Eso sí, aunque el salto visual no se siente tan grande como en los juegos previos, el conjunto de entornos y personajes luce mucho mejor, más creíble y sí, menos Fortnite. Habrá skins de pago, por supuesto, pero la ausencia de trajes y personajes vistosos de cara a mantener ese enfoque militar con los pies en la tierra hace que Battlefield 6 quizá no sea una gran evolución, pero se siente como un remake, visualmente hablando, de Battlefield 4, y es lo que muchos queremos. Además, y para los que temáis que sus físicas y destrucción queden limitadas en PS5 y Xbox Series X|S, aunque EA no pudo adelantarnos nada en profundidad, sí dejó claro que no quieren abandonar a nadie. No habrá ray tracing en ninguna plataforma, y por mucho que haya cambios visuales en las sobremesas, el rendimiento es importante y por ello contaremos con dos modos de juego, Fidelidad y Movimiento, con la posibilidad de aumentar los hercios a 120 para los más entusiastas.
Betas de Battlefield 6.
Por todo esto, es fácil seguir la ola de los memes y dudas como el "Remember, no preorders", pero EA parece estar más centrada, y aunque no te voy a decir que lo hagas, sí te animo a tener fe, porque tras jugarlo estos días he vuelto a sentir ese espíritu de Battlefield 4, esa épica que me mantuvo enganchado hace diez años, y lo hará el próximo 10 de octubre de 2025 cuando salga en PC, Xbox Series X|S y PS5. Eso sí, si no os fiáis o queréis saber cómo se siente por vosotros mismos, no vais a tardar en hacerlo: del 9 al 10 de agosto y del 14 al 17 se abrirá la beta abierta del juego. Sin reservas ni compras, todo abierto y gratis. Qué mejor para celebrar el regreso de una saga mítica como Battlefield.
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