A lo largo del 2022 hemos podido ver una de los animes que más ha dado de qué hablar estos últimos años: Cyberpunk Edgerunners. Esta obra dejó boquiabiertos y desolados a muchos espectadores, y gran parte de este amor por parte del público fue por el estudio que animó esta serie: Studio Trigger.
Tal y como os hemos podido contar la historia de diferentes estudios de anime de todo el mundo, esta vez toca hablar de uno medianamente nuevo, pero con una experiencia de muchísimos años detrás y un estilo único que los ha puesto un paso por delante de otros estudios de la industria.
El origen de Trigger se encuentra en Gainax, un estudio de anime de renombre mundial que ha producido obras clásicas como Neon Genesis Evangelion y FLCL. Durante la década de los 2000, el director Hiroyuki Imaishi se formó y creció en este estudio, dirigiendo varias obras impresionantes, como la ya mencionada Fooly Cooly.
Sin embargo, fue con Tengen Toppa Gurren Lagann cuando Imaishi alcanzó su máximo potencial junto a Masahiko Ootsuka, creando un anime único e irrepetible que se considera uno de los más espectaculares y épicos de toda la industria. Después del éxito de esta obra, Imaishi y Ootsuka dejaron Gainax para fundar Trigger y dar la bienvenida a jóvenes animadores llenos de entusiasmo y pasión.
En sus inicios, Trigger trabajó en proyectos pequeños con la ayuda financiera de otros estudios en forma de OVAs. Algunas de estas obras incluyen Inferno Cops, Turning Girls y Little Witch Academia, que se convirtió en un gran éxito para el estudio a pesar de su corta duración. Finalmente, Trigger produjo su primera serie, que marcó un hito en la historia de la compañía al ser uno de los mejores estrenos para un estudio de este calibre.
En otoño de 2013 llegó la piedra angular del estudio y uno de los grandes referentes para futuras obras: Kill la Kill. Tras el éxito de Tengen Toppa Gurren Lagann, muchos de los animadores de Gainax se trasladaron a Trigger para crear un anime original con un enfoque diferente, pero con el mismo espíritu. Con un equipo de animadores y guionistas repletos de talento, un director experimentado y una gran audacia en cada fotograma, la obra lo tenía todo para ser un éxito.
La trama era sencilla y extravagante, pero muy efectiva: una chica llega a un instituto militarista donde la profesora es el principal objetivo a vencer. Además de esto, el anime cuenta con una trama familiar bien construida para atrapar al espectador desde el primer capítulo. La clave de su éxito fue el enfoque del director en ser atrevido en todos los aspectos, reflejado en las únicas escenas y momentos cómicos de la obra.
Cuando se permite a los animadores dejar volar su imaginación, el amor y el poder que les dan a los personajes, el resultado es impresionantemente bueno. La forma en que las peleas están animadas, el impresionante trabajo artístico con contrastes fuertes y un apartado técnico sobresaliente provocan un aumento de adrenalina que pocas obras son capaces de transmitir. Fue tal el éxito de Kill la Kill que incluso este frenetismo llegó a los videojuegos con IF.
Además, con una banda sonora maravillosa y un doblaje excepcional, se crea una combinación perfecta de testosterona que hace levantarte del sofá y gritar de emoción. Aunque no es perfecta, si te sumerges en su flujo y entiendes lo que buscas, te enamorarás del estudio desde el primer minuto.
Después del impactante éxito de este anime, vimos que Trigger continuaba eligiendo producciones originales de su compañía. A excecpción de una , casi todas sus obras son originales y no tienen planes de adaptar algún manga en el futuro. Durante dos años, produjeron obras menores de alta calidad, pero que no alcanzaban el éxito de Kill la Kill.
Así como Ufotable, Trigger se toma su tiempo para crear obras que impacten y entretengan al espectador desde el primer episodio. La mayoría de estas pequeñas producciones fueron asignadas a artistas, guionistas y directores que estaban empezando en la industria para que se familiarizaran con el mundo antes de embarcarse en una superproducción. En 2017, finalmente lanzaron un anime con grandes ambiciones llamado Little Witch Academia.
Después de una exitosa OVA y una película en 2015, Trigger comenzó la serialización de una serie que deslumbró desde el primer episodio. Era un soplo de aire fresco para el estudio y mantenía su toque único. Los trabajadores que habían estado calentando con obras menores lo dieron todo para esta serie y se convirtió en una carta de amor a la industria debido al cariño y el cuidado que había en cada fotograma del anime
Tras el éxito de la aventura de las brujas, Trigger quería regresar a sus "orígenes" con un anime de mechas y toques picantes: Darling in the FranXX. Las aventuras de Zero nos recordaron tanto a la épica de Shinji en "Evangelion" que dejó muy buen sabor de boca general entre el público. Desde entonces, sus proyectos se han convertido en películas cuidadosamente producidas y han sido un éxito entre el público, dejando el camino libre para su próximo gran proyecto, Cyberpunk: Edgerunners.
En 2020, el estudio anunció que, junto con Netflix, comenzaría a producir el anime inspirado en el último título de CD Projekt Red, lo que causó una gran expectación aunque también un enorme silencio hasta 2022. El director principal de la serie es Hiroyuki Imaishi, quien solo se ha involucrado en grandes proyectos de Trigger como "Kill la Kill" o "Promare".
Sin embargo, no ha estado solo, ya que Masahiko Otsuka, director de "Little Witch Academia", lo ha estado acompañando y ayudando en esta aventura. Con todos estos elementos, era innegable pensar en un éxito rotundo de la obra producida por Netflix, que incluso se ha llevado el premio a mejor anime de todo el 2022 por parte de Crunchyroll superando a titanes como Chainsaw Man o Mob Psycho. Ahora solo queda saber cuál es el próximo anime que tiene preparado Trigger, pero con el historial de este estudio, es innegable pensar en un éxito gigantesco para Imaishi y compañía.
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