Las primeras veces las guardas con cariño, aunque quizás no todas sean mágicas. Sin embargo, a mi primer análisis dentro de los videojuegos sí que le tengo un espacio muy especial en mi corazón. No sólo por ser el primero, sino porque realmente era un videojuego realmente llamativo, con muy buenas ideas y que, tristemente, no llegó al nivel de popularidad que seguramente mereció. De hecho, le viene como anillo al dedo aquello de "joya oculta".
Estoy hablando de ECHO, con el cuál debuté en esto de la crítica de videojuegos en la añorada web de Antihype. El título, lanzado en septiembre de 2017, estaba desarrollado por el ya extinto estudio danés Ultra Ultra (que de hecho sólo lanzó este videojuego), conformado en su momento por veteranos de Hitman en IO Interactive.
A pesar de buenas críticas (79 en metacritic y 80% de críticas positivas en Steam actuales), no llegó a las cifras de ventas necesarias para que Ultra Ultra pudiera seguir en el desarrollo de videojuegos, abocándoles al cierre en mayo de 2019. "Estamos muy agradecidos por haber tenido la oportunidad de cristalizar algo verdaderamente salido del corazón. ECHO seguirá disponible en las tiendas.", comentaron en redes sociales.
¿Y de qué iba ECHO? Pues el cóctel contaba con una historia de ciencia ficción como base, al cual añadía una jugabilidad basada en el sigilo, pero con giro muy interesante. Y, aunque hay un hilo narrativo relativamente importante, ECHO es un videojuego que casi dice más con su atmósfera, sus imágenes y lo que te producen, que con diálogos. De hecho, apenas habrá de estos.
Los enemigos aprenden lo que les enseñes
La introducción tiene tanto de tópica, como de enigmática. Nuestro personaje, En, logra llegar a unas ruinas alienígenas repletas de secretos. Tras un hecho muy concreto, el "Palacio" empieza a mutar... Así como sus integrantes. Poco a poco descubriremos que no estamos solas, y que de hecho quienes están por ahí no son otras que copias de la propia En.
Y aquí enlaza con la jugabilidad de ECHO. Usando principalmente el sigilo, tendremos que avanzar por las zonas propuestas sin acabar siendo cazada por las copias de En. Lo interesante aquí es que hay un "ciclo día-noche", el cual hace que las doppelgangers aprendan cuando hay luz, y sean incapaces de hacerlo a oscuras.
¿Qué aprenden? Pues cualquiera de las acciones contextuales que usemos para avanzar. Imagínate que en un ciclo de día nuestra En trepa una escalera, corre y dispara su pistola para evitar ser capturada; pues esas tres cosas las harán sus copias en el próximo ciclo. Introducir esta mecánica de riesgo-recompensa le sienta genial al título y aplica una capa de gestión adicional al puzle espaciotemporal que es el género del sigilo por norma general.
Por si esto fuera poco, el aspecto gráfico del juego era realmente resultón. En conjunción con un genial gusto artístico en este opulento palacio, tenemos un nivel gráfico notable para un título con unos años de edad y un relativamente pequeño equipo de desarrollo.
En 3DJuegos | Es hora de asumirlo, los juegos ahora salen una semana antes y más caros que en el lanzamiento oficial
Ver 1 comentarios