A pesar de lo demonizada que está la apuesta de las compañías en los juegos como servicio, lo cierto es que son obras más complejas y meritorias de lo que pudiera parecer. Mientras que los títulos tradicionales únicamente buscan nuestro tiempo y dinero en momentos puntuales, los juegos como servicio, desde su concepción, existen para que el jugador invierta en ellos una cantidad indeterminada de los mismos durante años tras su lanzamiento. Por tanto, la pregunta que cabe hacerse con un proyecto como Foamstars es: ¿me veo, como jugador, en un año tan potente, dedicando partidas a lo nuevo de Square-Enix durante semanas, o incluso meses? Recientemente 3DJuegos pudo viajar en exclusiva nacional a Londres para jugar a este exclusivo de PS5, entrevistar a sus creadores y descubrir hasta dónde llega la ambición de Foamstars.
Desde su mero anuncio ya hemos visto como parte de la comunidad parece haber sentenciado a este juego, definiéndolo como un clon del divertido Splatoon de Nintendo. Pero… ¿y si os dijera que hay razones para seguirlo de cerca? Tras probar todos sus personajes y modos de juego, y empaparnos de su jugabilidad, os puedo asegurar que espero su lanzamiento con ganas. Y es que lo nuevo de Square-Enix tiene el potencial para convertirse en un estupendo "juego entre juegos", permanentemente instalado en nuestra consola, y al que siempre apetece echar una partida con amigos. Foamstars parte de una premisa sencilla y directa: ambientado en el festivo mundo de Bath Vegas, seremos jugadores del deporte de moda, el Foamsmash; utilizando un concepto muy parecido a primera vista al de Splatoon, pero mezclándolo con un poco de Fortnite y Overwatch para obtener una jugabilidad con un sabor único, refrescante y, sobre todo, tremendamente divertida.
Lo que pasa en Bath Vegas, se queda en Bath Vegas
Como ya sabréis por los trailers, Foamstars es un juego multijugador competitivo de combates 4v4 en el que usaremos pistolas de espuma para atacar a los rivales y modificar el escenario en nuestro beneficio; desde Square-Enix, nos comentaron que el objetivo con Foamstars era poder combinar la diversión de un party game con la emoción de un competitivo online, todo ello orientado a cualquier clase de jugador. Aunque es inevitable la comparación directa e inmediata con el juego de Nintendo, lo cierto es que una vez te pones a los mandos, hay un sinfín de diferencias. Mecánicas como el surfear por el espuma para ir más rápido o el hecho de colorear el escenario con nuestras armas para afectar a la movilidad de amigos y rivales nos resultarán muy familiares, pero lo cierto es que, más allá de alguna habilidad concreta, ahí terminan todas las similitudes con el juego de los calamares.
Las sorpresas comienzan desde el menú de selección, donde tendremos un plantel de ocho personajes (que se irán ampliando con el paso del tiempo), cada uno con su propia arma específica, tipos de disparos y habilidades; este marco nos sitúa en la línea de los hero shooters a lo Overwatch, algo que también se deja notar en los carismáticos diseños de los protagonistas. No hay clases como tal, pero sí que hay prototipos como el versátil, el francotirador o el tanque, aunque en la práctica cada personaje se siente totalmente único gracias al particular sistema de juego de Foamstars.
Nuestras armas servirán para cubrir al rival de espuma, pero eso solo no lo derrotará: tenemos que rociarles con tanta espuma que al final se conviertan en una bola. Si en ese momento, utilizando el acelerón de nuestra tabla de surf, golpeamos esa bola (y nadie de su equipo puede evitarlo haciendo lo propio), el enemigo explotará, causando la baja. Esta mecánica hace que siempre haya una maravillosa sensación de riesgo-recompensa, tanto para quien intenta asegurar la baja como para quien procura salvar a su compañero. Me ha parecido muy divertida la posibilidad de poder salvar hasta el último momento a alguien a quien han golpeado, dando lugar a jugadas muy emocionantes.
Foamstars tiene el potencial para convertirse en un estupendo "juego entre juegos"
De esta forma, el acercamiento idóneo dependerá mucho del tipo de disparo con el que contemos, ya que habrá escopetas, lanzagranadas o ametralladoras, exclusivas de cada personaje; el arma de cada personaje es única y exclusiva, contando con disparos secundarios y diferentes distancias que, unidos a sus habilidades (dos por personaje mas un ataque final), les hacen sentir totalmente diferentes entre sí. Conocerlos a todos será fundamental para elegir las mejores opciones dependiendo de los mapas y del modo de juego por el que optemos.
En cuanto a la espuma y su relación con el escenario, es cierto que será prioritario cubrir la fase de espuma para desplazarnos más rápido en nuestro color, así como hacer que el rival vaya más lento cuando pase por nuestro terreno. Sin embargo, lo más interesante llega cuando vemos la versión simplificada de Fortnite que plantea Foamstars: podremos apilar la espuma haciendo muros y cambiando el escenario a nuestro antojo. Encerrar a los rivales, crear barricadas, puntos de disparo elevados… una vez conocemos las fases y empezamos a comunicarnos con nuestro equipo, surgen bastantes estrategias realmente curiosas.
Es cierto que, seguramente por nuestra falta de práctica, no empezamos a hacer uso de esta función hasta varias partidas después de empezar la prueba, pero se me quedaron ganas de probar más trucos y acercamientos a los rivales según los personajes elegidos; que sea un título que me haya dejado pensando en cómo afrontar sus refriegas tras haber jugado con él, a pesar de su marcado carácter festivo y accesible, dice mucho a favor de la diversión y posibilidades que puede llegar a ofrecer con un equipo bien coordinado. Por supuesto, no exige la maestría ni el doctorado en ingeniería industrial que vemos en algunas jugadas del título de Epic; sus responsables nos remarcaron mucho su voluntad de resultar accesible a cualquier tipo de jugador, pero eso no quita que no ofrezca una amplia gama de posibilidades en sus partidas.
Una fiesta constante
Las partidas variarán mucho según el modo de juego que elijamos. El principal, y de desarrollo más clásico, es Smash the Star. Situándonos en escenarios no demasiado amplios, nuestro cometido inicial será causar siete bajas al equipo contrario. Una vez lo hayamos hecho, se desvelará quién es el mejor jugador de ese equipo, que se convertirá en el jugador estrella y verá potenciadas sus habilidades. La partida termina cuando uno de los dos equipos derrote al jugador estrella del otro.
Tenemos también Happy Bath Survival, que es el que menos me ha gustado de los tres, aunque es bastante curioso. Dos miembros de cada equipo estarán en una superficie central muy reducida, mientras que los otros dos estarán en una plataforma elevada que la rodea. Los de arriba tendrán que hacer de soporte de los de abajo, facilitando su camino y entorpeciendo a los rivales (aunque sin posibilidades de dañarles), y los de abajo tendrán que vencerse entre sí. La partida termina cuando en la superficie inferior han sido derrotados los dos miembros de un mismo equipo de forma simultánea, antes de que alguno reaparezca. Aunque su desarrollo es muy tenso y emocionante en ocasiones, me ha parecido que los que juegan como soportes arriba tienen pocas posibilidades; aunque las partidas son muy cortas y se van cambiando los roles, sí que hubiera agradecido una mayor capacidad de interacción o entorpecimiento, ya fuera entre los propios supports, o contra los jugadores del nivel inferior.
Por último, sin duda el modo que se convirtió en el favorito de todos los asistentes, y no es para menos: Rubber Duck Party. En el centro del escenario tenemos un gigantesco pato de goma que tenemos que avanzar hacia la base de los rivales. Podemos ganar dominio sobre él montándonos en su cabeza, pero también podemos allanar o entorpecer su paso con nuestro espuma. Sin embargo, lo más divertido es la posibilidad de hacer que pegue un acelerón enorme y muy decisivo si alguien del equipo aguanta unos segundos bailando encima de su cabeza. El caos y las guerras que se libran en su cabeza por la supremacía, el ver cómo el mundo arde (o, más bien se empapa) a tu alrededor mientras bailas sobre un pato de goma… fueron momentos desternillantes para todos los presentes.
Aunque sus modos puedan gustar más o menos, lo cierto es que sus mecánicas nucleares funcionan como un tiro, siendo fáciles de comprender y ejecutar, y dando partidas rápidas, ágiles y directas. No esperaba encontrarme con un juego tan divertido, pero la verdad es que las aproximadamente cuatro horas que estuvimos jugando se me pasaron volando. Foamstars es un éxito a la hora de enarbolar el "solo una más" por bandera; siempre hay ganas de otra refriega. Además, también habrá contenido para un solo jugador, o puramente cooperativo en PvE. Tendremos misiones de tipo oleadas (más difíciles de lo que esperaba, y sorprendentemente satisfactorias), además de otras más centradas en exponer el lore del mundo de Foamstars y la historia de sus protagonistas; aunque no pudimos probar estos niveles, sus responsables nos dijeron que querían ofrecer objetivos más variados en ellas, así como resultar un buen complemento a nivel de historia. Por supuesto, también contaremos con los habituales desafíos diarios, semanales y de temporada para que siempre haya algo que hacer.
Cuándo sale Foamstars en PS5
Creo que Square-Enix es consciente de la reputación de este tipo de premisas, y por eso han optado por un modelo de distribución que ya intentó, aunque con poco éxito, el ya olvidado Destruction AllStars: se lanzará como juego del mes de PS Plus el próximo 6 de febrero, siendo totalmente gratuito para todos sus suscriptores. Al mes siguiente, el 5 de marzo, podrá adquirirse fuera del servicio a un precio de 29,90 dólares. Funcionará por pases de temporada, habiendo uno normal gratuito y otro Premium (a un precio de 6 dólares), que desbloqueará skins especiales y acceso anticipado a los nuevos personajes. El contenido nuclear, como personajes, modos o mapas, estará disponible de forma gratuita para todos los jugadores.
Sinceramente, he disfrutado con Foamstars mucho más de lo que esperaba. Puede convertirse en un pequeño fenómeno dentro de los shooters multijugador gracias a lo accesible y divertido de su propuesta. Es justo destacar que también hay apartados que me generan dudas. Su dirección artística, muy basada en el imaginario de Las Vegas, puede hacerse repetitiva muy rápidamente, tanto a nivel visual como sonoro; es una pena, porque sus personajes sí que cuentan con diseños muy atractivos, y no parecen convivir en el mismo universo que donde se desarrolla la acción. El desarrollo de las partidas es increíblemente caótico, lleno de luces, efectos y ataques especiales, como podéis ver en las capturas (que, por otro lado, os aseguro que no le hacen justicia a lo fluido y lo bien que se en movimiento); para mí es algo que le beneficia enormemente, pero entiendo que haya jugadores a los que les pueda agobiar tantos elementos en pantalla.También queda por ver si el ritmo de actualizaciones y el contenido de lanzamiento será suficiente para hacer que el juego perdure más allá de sus primeras semanas. De entrada, contaremos con tres modos de juegos, tres mapas para cada uno de ellos y ocho personajes, aparte de las misiones y las oleadas.
En un mes veremos si Foamstars tiene lo necesario para atrapar en su alocada jugabilidad a los jugadores durante el tiempo necesario como para demostrar sus fortalezas. Por mi parte, lo mejor que puedo decir de Foamstars es que puedo imaginarlo como un juego al que volver con el transcurrir de los meses, a echar esas partidas rápidas; no tengo problemas en visualizarlo como ese juego entre lanzamientos para desengrasar, o pasar la tarde con amigos. Y eso, con el 2024 que se presenta, me parece un gran halago.
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