Desde Dark Souls no veía un diseño de mapa tan empeñado en volarme la cabeza como lo hace Silksong

Cada partida que juego a Silksong sigo alucinando más con su mapa, con su sentido de la exploración y con la interconexión que hay entre las zonas. Me gustan los videojuegos difíciles, y no por eso que se dice ahora de que si te gustan los juegos complicados eres elitista, sino porque un videojuego difícil bueno tiene que darte alternativas suficientes para sortear esa dificultad. Si hace eso bien, la dificultad que presenta no está ahí para hacer más guay o más elitista al que la acepta, sino para darle más sabor a su exploración.

Uno de los momentos más complicados de Silksong se encuentra en el momento justamente anterior a entrar en la Ciudadela. Ahí aparece ante nuestras narices la Última Jueza, y también ese horrible regreso que hay que hacer hasta ella para volver a intentar matarla. Esto se ha señalado como un problema dentro del juego, a mí también me horroriza esta parte, la verdad. No costaba nada poner un banquito al lado de este jefe para poder disfrutar del aprendizaje de sus patrones, claro que hacerlo no tendría sentido dentro del lore. La Última Jueza es la última prueba para separar a los puros de los impuros, por lo que es lógico que no tenga un asiento a su lado para que reposes, te quiere hacer sufrir. 

Sin embargo, como he explicado, para que la dificultad en un videojuego sea chula y se agradezca, tiene que existir una alternativa a sus momentos más duros. Y en este caso la hay. La encontré de casualidad buscando los ingredientes para la misión secundaria que finaliza con tu aguijón más afilado. Existe una entrada alternativa para acceder a la Ciudadela que esconde un jefe final diferente, pudiéndote saltar a la jueza y yendo tras matarlo al acto 2. Te cuento cómo llegar. Lo más divertido no es que exista esta alternativa, sino su impacto en el lore. No es una opción que sustituya a la otra, sino que si eliges una u otra accederás a la Ciudadela con una perspectiva diferente. Tienes que empezar tu viaje en la posada que hay en Páramo Gris. Desde ahí, activas el ascensor que está en la salida de la izquierda y subes. Haces unos cuantos saltos entre las paredes y llegarás hasta Camino del Pecador. 

Todo empieza en Páramo Gris, de ahí vamos a Camino del Pecador

Esta zona es durilla, pero tienes que subir hasta lo más alto y luego hasta la izquierda de todo. Allí hay un muro. Si abres el mapa, no tiene pérdida. La zona tiene forma de T, así que sube el palo de la T y luego a la izquierda. Si golpeas en su parte más alta se abrirá un paso hacia una zona muy peculiar, La Niebla. La Niebla es inquietante. Es un lugar plagado de almas en pena. El problema es que si no sabemos cómo salir de este sitio, nos perderemos en él para siempre. Para hallar la salida de La Niebla tienes que tocar tu instrumento al lado de las mariposas de luz que encontrarás. Síguelas teniendo mucho cuidado de que las almas gritonas no te destruyan. Una vez que lo hayas conseguido llegarás a una zona sin mapa. Al final te espera un jefe, un fantasma que te recordará mucho a ti misma, a Hornet, pero también a las almas que has dejado atrás. Es duro, pero el combate es estupendo.

Al darle muerte, seguirás avanzando y llegarás finalmente a la Ciudadela, dando paso al Acto 2. De regalo, te llevarás una nueva habilidad. Que esto exista ya es emocionante de por sí, pero lo más interesante es en qué sitio del mapa está esta zona. Si abrimos el mapamundi (aquí empiezan los pequeños spoilers, solo plantearé preguntas, no respuestas) veremos que está muy cerca de la zona de El Caldero y de Ala Blanca dentro de la propia Ciudadela. En nuestro viaje a Ala Blanca, Silksong se vuelve muy Bloodborne.

En 3D Juegos

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Es un sitio en el que comprobamos que se han realizado experimentos con niños, buscando el nacimiento de alguien especial. Sin embargo, todo el pabellón está vacío. ¿Qué ha ocurrido con los cuerpos? La historia se vuelve especialmente turbia al tener tan cerca El Caldero, un horno. Todo apunta a que los cuerpos inservibles se quemaron ahí, y todo se torna loco al entender que las almas descartadas son las que se quedaron en La Niebla.

Si luego nos detenemos a recordar el jefe con el que nos hemos encontrado, ese que se parece tanto a nosotros, es cuando empezamos a preguntarnos ¿Hornet nació aquí? O mejor dicho ¿Hornet se fabricó aquí? ¿Las almas que están tiradas en la niebla son las de las madres que tuvieron esos hijos? No os voy a desvelar la respuesta a ninguna de esas preguntas, porque el juego ya se encarga de responderlas. Lo que es alucinante que existan dos maneras de llegar a la Ciudadela. La primera es la canónica, la que te presenta a la Ciudadela como una gran catedral noble y refulgente. Así es cómo la miran los peregrinos que quieren llegar a ella. Pero también hay otra, una que sirve para comprender los secretos más horrendos que se han producido en el edificio. Y si a esto le sumamos que los poderes de Hornet destacan por poder capturar almas en su hilo…

Este camino alternativo esconde muchas preguntas 

Si habéis accedido a la Ciudadela por el camino convencional, animaos a ir hasta Camino del Pecador. Os esperan unos buenos descubrimientos. Este solo es un secreto más que forma parte de este gran juego. La manera en la que esta ruta alternativa es a la vez un recurso para solucionar una situación difícil, puro lore del mejor y exploración nivel top, me tiene enloquecido. De esto tendríamos que estar hablando al hablar de Silksong, no de si es o no muy difícil. 

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