Square-Enix no ha conseguido un título a la altura del original FFVII de PSOne. El resultado es un shooter en tercera persona totalmente lineal y carente de complejidad. Los alicientes que puede tener este título, aparte de unas cinemáticas extraordinarias y una banda Sonora excepcional, es completar la historia de esta séptima parte de la saga Final Fantasy.
Blitzkrieg II: Fall of the reich está claramente orientado hacia los que disfrutaron del juego original. Seguramente, en los tiempos que corren, esta expansión se haya quedado un tanto obsoleta a nivel técnico pero nos deja un gran sabor de boca gracias a la rigurosidad histórica que aporta y al buen planteamiento estratégico de sus misiones.
Estamos delante de un juego basado prácticamente en el multijugador, como en la realidad. Echar una partida a 3D Ultra Minigolf Adventures tú solo resultará aburrido, pero si te juntas con tres amigos más, la diversión está asegurada.
La dinastía de guerreros más famosa del mundo del videojuego ha llegado a Nintendo DS con la misma mecánica de siempre y sin aportar muchas novedades. No obstante, sigue teniendo grandes virtudes, como la acción directa, una gran capacidad de adicción y un correcto apartado gráfico.
Atelier Iris 3: Grand Phantasm es un título dedicado a todos aquellos que disfrutaron con las dos entregas anteriores y tengan ganas de más. Por lo demás es un RPG totalmente clásico de combates por turnos, diferentes quests, apartado técnico algo desfasado, y todo en inglés.
Gracias a títulos como Maths Training es muy posible que dejemos de considerar a las matemáticas como una asignatura tediosa y difícil de dominar. El planteamiento del videojuego, el cual estará indicado para los más pequeños de la casa, es simple pero muy efectivo.
Agatha Christie explora el género de las aventuras gráficas en Wii con un relato lleno de misterio y de intriga que, a pesar de no contar con un apartado técnico sobrecogedor, logra sustituir al ratón del PC por un wiimote que hace un loable uso de un sistema como el del "point and click".
Muy lejos queda Dragon Ball Z: Burst Limit de lo que los aficionados esperaban del salto a la nueva generación. El título de Namco deja la impresión de que premeditadamente no se ha querido poner toda la carne en el asador en esta entrega para seguir explotando las series sin muchos esfuerzos en el futuro.
Blood Curse es una opción razonablemente interesante para los amantes de los Survival Horror. Sin brillar especialmente en nada, y sin tampoco hacer nada particularmente mal, esta revisión del primer Siren cumple con corrección en todos los apartados.
Lo nuevo de Gas Powered Games decepciona en su labor de trasladar el estilo Dungeon Siege al espacio. Estamos ante un videojuego que, para lo bueno y para lo malo, no destaca en ningún aspecto, y que se salva de la mediocridad por su dilatada duración y por contar con algunas decisiones interesantes.
Dinosaur King apuesta por un desarrollo sencillo y sin apenas complicaciones, dirigido casi en exclusiva a un público juvenil. Ha escogido las especies más llamativas de dinosaurios y el toque Pokémon para conseguir un título atrayente a primera vista, pero que peca de ser excesivamente lineal y con unos combates que se acaban haciendo monótonos.
PictoImage es un juego educativo para toda la familia donde se nos enseñará a dibujar elementos básicos de la vida cotidiana. Su modo para un jugador se hace escaso ya que el juego está dirigido especialmente a un multijugador con abundantes modos.
Battle March sigue explotando el filón Warhammer aunque sin aportar ninguna novedad importante que lo separe de Mark of Chaos, el primer videojuego de estas nuevas series. Un título de corte más táctico que estratégico que, sin embargo, peca de ofrecer un control muy escaso sobre nuestras tropas.
El prometedor The Last Remnant acaba injustamente defenestrado por su desastroso acabado técnico y por sus poco precisos métodos de combate. Quien sea capaz de pasar por alto su caprichosa tasa de imágenes por segundo y sus tediosos tiempos de carga, encontrará un título algo repetitivo y alargado en exceso, pero rico en imaginería y con ocasionales destellos de brillantez.
A pesar de proclamar un mundo limitado y de su enorme plantilla de personajes, Dragon Ball Z: Infinite World no es ni mucho menos el mejor videojuego de Goku que haya pasado por una PlayStation 2.
The End is Nigh es un buen comienzo para la saga Watchmen en los videojuegos, aunque de cara al futuro hay que exigirle más. Un plus en variedad e inteligencia de los enemigos se antoja necesario, y la presencia de puzzles o rompecabezas para dotar de variedad a la experiencia necesita de un trabajo más profundo.
Mini Ninjas es simpático, pero no pasa de ahí. Podría haber sido un videojuego francamente notable si hubiera explotado sus buenas ideas de base, pero todo da la sensación de quedar a medias. A pesar de ello puede dar unas horas de entretenimiento al aficionado ávido de aventuras de acción para todos los públicos.
Wet es atractivo a simple vista, pero la sensación de desencanto nos invadirá cuando lo probemos a fondo. Es demasiado corto para su precio, y la jugabilidad acaba pecando de repetitiva a corto plazo. Una verdadera lástima, puesto que con una protagonista carismática y acción a raudales el cóctel parecía prometedor.
En esta época de súper producciones también se agradecen aventuras como el último y más complicado caso de Sherlock Holmes, un título de corte clásico donde el argumento, la observación y la investigación pausada lo son todo.
Desafortunadamente Airtight Games no lo ha conseguido. Contaban con mimbres e ideas para labrar un estupendo videojuego de acción, pero han quedado a medias en casi todos sus apartados. Con mejoras en la IA, mejor ejecución y un planteamiento más divertido, Dark Void podía haber sido un gran título.
Bleach: The 3rd Phantom se pasa al terreno táctico con un RPG por turnos muy estratégico, especialmente recomendado para los fieles seguidores de la obra de Tite Kubo.
Super Monkey Ball: Step & Roll es un título pensado para ser disfrutado en compañía, un arcade rápido, directo y centrado en su divertida jugabilidad rodante. Una cámara de juego caprichosa y una curva de aprendizaje excesiva restan fuerza a un conjunto que incluye al Wii Balance Board como método de control alternativo, pero que no supera al wiimote.
Si hay alguna palabra que pueda emplearse para calificar a este simulador es “correcto”. WRC es un título que presenta un buen balance en todos sus apartados, si bien ninguno de ellos llega a destacar por su brillantez. En cualquier caso, y dada la sequía de títulos basados en este campo del motor, agradará a sus seguidores.
Sengoku Basara: Samurai Heroes logra convertirse en un referente en el hack and slash masivo dentro del catálogo de la consola. Un juego muy divertido repleto de posibilidades de acción, aunque con menos profundidad y reto de lo esperado, niveles muy lineales y con ciertas carencias jugables. Además, tampoco posee ninguna funcionalidad online a excepción de un cooperativo a pantalla partida.
