The Falconeer es una experiencia llamativa en lo visual y el control de nuestro jinete y su montura es suave y fluido; pero cuando se acumulan las horas y las misiones, la repetición hace mella en nosotros y el juego no logra salirse del patrón básico en su diseño y sus combates.
Bright Memory: Infinite es un videojuego de acción y disparos en primera persona de ambientación futurista, concretamente ubicado en el año 2036, cuando empiezan a aparecer una serie de fenómenos extraños en todo el mundo que los científicos no pueden explicar.
Bright Memory es una experiencia jugable de una hora en la que se destaca una grandísima jugabilidad que puede dar grandes alegrías en el futuro: llevar el combate hack and slash a la perspectiva en primera persona con éxito.
Godfall es un juego de claroscuros donde los claros son claritos, y los oscuros son negros como el azabache. No tiene el tamaño ni las posibilidades suficientes para justificar su elevado precio, y de hecho le faltan características cruciales para su público objetivo, como emparejamiento en línea o una interfaz más cómoda e intuitiva.
Como conclusión podemos decir que estamos ante un juego de estrategia fantástica, técnicamente correcto en todos sus aspectos, perfectamente traducido y doblado al español, pero que no añade prácticamente nada nuevo a un género ya muy habitual en nuestros equipos.
Si te gustan los juegos con grandes dosis de acción, vastos territorios, enormes bestias, colosales gestas…este Fallen Lords te va a entusiasmar. No obstante es un producto que se deja querer aun arrastrando graves carencias, dado los tiempos que corren hay ciertos detalles que deberían eliminarse a estas alturas.
Primer intento de manager paralelo al Pro Evolution que hereda todas sus virtudes, pero que también evidencia y multiplica sus defectos, y que comparado con sus rivales, se queda muy corto de opciones y posibilidades, no llegando a convencer y enturbiando un poco la magnífica imagen de su hermano jugable.
Puede que Benoit Sokal empiece a vivir un poco de las rentas en lo que a videojuegos se refiere, gracias sobre todo a lo conseguido con sus aclamados Syberia. Paradise es una buena prueba de ello, una atractiva aventura en términos visuales, que no logra alcanzar las cotas de calidad esperadas dentro la comunidad de jugadores que disfrutan de este género.
Carreras sencillas, divertidas y adictivas, es lo que nos proporciona este nuevo juego de mini coches para la PSP. Aunque el argumento sea un poco surrealista, lo realmente importante es la velocidad y la adicción de ir ganando carrera tras carrera. Mucho menos variado y completo que el original MicroMachines, pero igual de divertido.
Sonic gana la guerra de los juegos de plataformas con un desarrollo interesante y entretenido. Su argumento ha sido lo bastante urdido como para mantener el interés intacto durante una larga temporada.
Picross DS se queda a mitad de camino de lo que podía llegar a ser. Desprende calidad y estilo, pero le falta gancho para ser uno de los grandes. Aún así, conforma una muy recomendable apuesta para los jugadores más pacientes e incondicionales del género puzzle.
Con sus virtudes y sus defectos, Naruto: Ninja Destiny puede considerarse como una decente incorporación del ninja al mundo de las luchas más tradicionales dentro de Nintendo DS. Podría haber sido mejor si hubiese planteado una mayor profundidad de combate, además de una curva de dificultad más elaborada.
Bleach: Shattered Blade es un título con una premisa sencilla que gustará a los aficionados de la serie y a los jugadores menos habituales, pero que decepcionará a los asiduos a los títulos de lucha.
Need for Speed Undercover supone una importante decepción dentro de la recta final del 2008. Lejos de capturar el espíritu de Most Wanted, el título de Black Box fracasa al proponer una campaña excesivamente sencilla y una conducción modelo “autos de choque”.
Wheelman es un videojuego meramente correcto, que hubiera mejorado notablemente de contar con mayor inspiración a sus espaldas. Nada es especialmente bueno o malo en el título protagonizado por Vin Diesel, pero le falta ese gancho que nos empuje a jugarlo y/o recomendarlo.
Necesitaremos poco más de una hora para superar las tres misiones de Ultor Descubierto, pero el Meta-Juego y los nuevos mapas dotan a la expansión de algo más de duración. No es un add-on imprescindible pero sí es una opción interesante para los que se quedaran con más ganas de Saint’s Row 2.
Rock Revolution, el título de Konami, compañía pionera en juegos musicales, no añade nada nuevo al género exceptuando una magnífica batería de siete pads en su versión pack.
Katamari Forever es algo así como comprar un disco de grandes éxitos de una banda alternativa. Posee los singles de la saga, pero no ofrece mucho más material nuevo que un puñado de caras B, rarezas y un embalaje nuevo para el álbum. Sólo para coleccionistas o para usuarios que nunca se han acercado al universo Katamari.
Muy repetitivo y poco inspirado en su sistema de combates. Éste es el principal problema de un título que por todo lo demás se defiende de una manera muy destacable: audiovisualmente es muy atractivo, el diseño de los niveles bastante inspirado en la mayoría de casos, y su sistema de juego, pese a su monotonía, no deja de ser una fórmula que funciona.
Nos encontramos ante un beat´em up de pura cepa, de esos que no conceden ningún resquicio a otra cosa que no sea repartir estopa. Obviamente, este tipo de juegos pueden resultar demasiado invariables para todos aquellos jugadores que no sean seguidores del género, pues su desarrollo es monótono hasta decir basta.
La idea que se esconde tras este título no está nada mal: reunir a un grupo de personajes muy conocidos y hacerles partícipes de numerosas pruebas y minijuegos. Y, además, dicha idea está ejecutada con bastante acierto.
Kill Team podría haber sido un buen videojuego de acción descargable pero ha quedado a medio camino por una serie de decisiones conceptuales discutibles.
Una de las sagas manganime más influyentes y veneradas de todos los tiempos ha sido revivida por Namco mediante un juego de acción beat´em up simple y directo. Aquellos que busquen profundidad y espectacularidad, mejor será que miren hacia otro lado porque aquí no van a encontrar ninguno de estos elementos.
Lejos de mejorar el interesante primer episodio de Sonic 4, esta continuación queda por debajo de lo esperado por su falta de innovación, pequeños problemas jugables y escasez de ideas en general.
Un gran juego lastrado por sus errores tecnológicos. Iron Front cuenta con todos los elementos jugables necesarios para convertirse en uno de los grandes simuladores de acción táctica del mercado, pero no ha alcanzado esta meta por culpa de la inestabilidad del programa, que hará que incluso los jugadores más dedicados terminen desesperándose en más ocasiones de las deseadas.
