Como forma de jugar a Pokémon es una de las más absurdas, pero como experimento matemático resulta muy interesante. Una partida de Pokémon Zafiro comenzó el día 16 de noviembre de 2021 y desde entonces ha estado ejecutándose de forma ininterrumpida. Más de 18.000 horas de juego dirigidas por un bot que sigue encerrado en Villa Raíz, el pueblo en el que comienza la aventura de la tercera generación. No se esperan grandes progresos en la próximas miles de horas y quizá necesitemos cientos de años para que la partida llegue a completarse si es que algún día lo hace. ¿Por qué todo es tan difícil? Simplemente porque el objetivo es confirmar una teoría a caballo entre las matemáticas y el conocimiento popular que tiene como protagonista al número Pi.
Los decimales del número Pi juegan a Pokémon Zafiro
Inspirado por otras iniciativas similares, alguien ha creado "Pi Plays Pokémon". A los veteranos de la comunidad no les sorprenderá cómo funciona el proyecto. Hay un bot diseñado para pulsar botones –a razón de uno por segundo– siguiendo el orden de los decimales de la función matemática Pi. Tomando como referencia los cuatro primeros decimales (1415) los comandos que ejecutaría el bot serían "pulsar B", "pulsar flecha izquierda", "pulsar b" y "pulsar pause". La idea es que, de forma aleatoria, exista una combinación que permita pasarse el juego. El problema es que ni siquiera se sabe si esto podría llegar a ocurrir en los 62.831.853.071.796 decimales conocidos de este número que causa tanta fascinación matemática.
Las posibilidades de que la 'run' se complete y vivamos para verlo son remotas
El desafío se lleva a cabo para poner a prueba una teoría popular que involucra a las matemáticas. Usando el lenguaje común y no el científico, podemos definir Pi como inexacto, infinito e impredecible. Esto quiere decir que tiene una infinita cantidad de decimales cuyo patrón nunca se repite. Si solo sabemos los cinco primeros, no tendremos una forma de predecir cuál será el sexto. Esto mismo aplica para el decimal 100 si conocemos solo los primeros 99 o para el 50 millones si solo conocemos los 49.999.999 que le preceden. Se parece más a lo que obtendríamos golpeando impulsivamente el teclado numérico de nuestro ordenador que a una operación matemática simple.
"Todos los dígitos entre 0 y 9 están vinculados a un botón y se ejecutan a razón de uno por segundo, haciendo que sea el número en cuestión quien juega de forma automática".
La teoría es, en realidad, bastante simple. Como los decimales son infinitos y no siguen ningún patrón, se cree que cualquier combinación numérica es posible dentro de Pi. Esto quiere decir que si creamos un código en el que cada posible dígito sirve para pulsar el botón de una Game Boy Advance, con el tiempo llegará una serie numérica que permitirá resolver el videojuego. Generalmente, esta teoría se había formulado diciendo que "todas las obras de Shakespeare están codificadas dentro de Pi". La idea es la misma, aunque en lugar de leer Macbeth a través de un código numérico aquí lo que tendríamos es un "gameplay matemáticamente perfecto" de Pokémon Zafiro.
La idea se basa en la premisa de que "todas las obras de Shakespeare están codificadas en Pi".
Sabiendo cómo funciona, podéis comprender por qué después de más de 18.000 horas de partida este bot todavía está en Villa Raíz. Lo más lejos que ha llegado son "unos pasos más allá del combate contra Aura (May) en la ruta 103". Es una tarea que a un humano apenas le llevaría cinco minutos de partida. Como resultado de sus incursiones fuera de la aldea cuenta con un Sceptile por encima del nivel 70 y con el movimiento Hoja Aguda. Es casi suficiente como para completar la aventura. Sin embargo, a las posibilidades remotas de que se de una combinación de dígitos que permita avanzar todavía habría que sumarle algunas mecánicas de los videojuegos de Game Freak que lo hacen todavía más difícil.
Las mecánicas de Pokémon hacen que sea todavía más difícil avanzar.
Hay dos factores principales, más allá de las matemáticas, que juegan en contra de Pi Plays Pokémon. Por un lado están los 'checkpoints'. Cuando somos derrotados en un combate, aparecemos en el último Centro Pokémon visitado. El problema es que, si no visitamos ninguno, regresamos a nuestra casa. Esto quiere decir que no hay puntos de control y que perder puede significar volver a comenzar el camino de nuevo. A esto hay que sumarle otra dificultad. Aunque hemos mencionado que tiene un Sceptile a nivel 70, este bot no tiene ningún otro miembro en el equipo. Esto hace que, con el tiempo, los "PP" de su criatura se agoten. Cuando un monstruo no tiene ataques disponibles, debe ejecutar el movimiento "Combate", que inflige un 25% de sus puntos de salud máximos como retroceso.
Las posibilidades de que cumpla tan siquiera estas misiones 'secundarias' son remotas
Siempre es cuestión de tiempo que su Pokémon caiga debilitado y vuelva a Villaraiz. En este sentido, Pi Plays Pokémon necesita encontrar los dígitos que den lugar a una 'run' casi perfecta: atrapar un par de criaturas más, hacer que suban de nivel y entrar de casualidad en algún Centro Pokémon que sirva de punto de control de cara a futuras derrotas. Es cierto que cada una de estas pequeñas 'misiones secundarias' se puede completar por separado, pero son combinaciones de botones tan complejas que podríamos tardar cientos de años en verlas completadas si es que algún día llegasen a ocurrir.
Multitud de retos similares nacieron gracias a Twitch Plays Pokémon (Imagen vía Polygon).
Como espectador, apenas le he dedicado una tarde y es uno de los contenidos más desesperantes que he visto nunca. Casi la mitad del tiempo transcurre en el menú de opciones o llevando a cabo acciones que no tienen ningún tipo de función en la aventura. Sin embargo, tengo claro que le seguiré la pista de forma similar a la de otro contenido de Pokémon que lleva miles de horas en desarrollo: entraré a revisarlo de vez en cuando para tratar de satisfacer mi curiosidad y ver cómo avanza la historia.
Para terminar, cabe destacar que ni siquiera tenemos evidencias de que sea posible completar la aventura. Todas las teorías sobre Pi se basan en la hipótesis de que sea un número "normal", lo que significaría que "todas las secuencias son posibles e igualmente probables". Se considera que es así y sería una gran sorpresa si algún día se demuestra lo contrario. Sin embargo, los matemáticos son mucho más exigentes que eso para dar algo como probado. La frase "tenemos Pokémon para rato" nunca había sido tan acertada.
Para los curiosos, podéis repasar todo el contenido a través del canal de YouTube de WinningSequence.
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