El último juego de Pokémon es el más simple de la saga, pero se retrasó durante años porque nadie podía probarlo más de una vez al día

En apariencia es el título más simple de todos los pertenecientes a la franquicia. Pokémon Sleep es un juego que va, precisamente, de lo que dice su título: dormir. Quizá por eso fue sorprendente ver como se retrasaba mucho más de lo esperado. Estaba previsto que la aplicación se lanzase en el año 2020, pero no se estrenó de forma definitiva hasta hace apenas unos días. Casi tres años de espera durante los cuáles los fans solo han podido soñar con su llegada. El problema del juego es, en realidad, muy fácil de entender. La misma simpleza que lo hacía fácil de desarrollar terminó convirtiéndose en una pesadilla para los desarrolladores.

Tres años de retraso por no poder dormir suficiente

Algunas de las dificultades que rodearon el desarrollo de Pokémon Sleep eran esperadas. El título se lanzó simultaneamente en todo el mundo y ha sido localizado a ocho idiomas. También fue difícil conseguir que fuera compatible con herramientas de Pokémon GO y encontrar el equilibrio entre su rol como juego y el de una herramienta para medir la calidad del sueño. "Eliminar elementos de un videojuego haría la aplicación demasiado aburrida, mientras que añadir demasiados haría que los usuarios estuvieran mucho tiempo jugando, lo que iría contra el propósito de incentivar hábitos de sueño saludables”, explicaban los desarrolladores en una entrevista de Famitsu traducida por el medio Atuomation.

Pese a todo, el problema más curioso de Pokémon Sleep estuvo relacionado con las pruebas de la aplicación. "Sufrimos para poner a prueba el juego, porque tienes que dormir para hacerlo. Básicamente, solo podíamos hacer una prueba al día. Aunque técnicamente es posible proceder utilizando datos temporales de sueño, siempre existe la posibilidad de que ocurra algo no deseado cuando se duerme de verdad, así que intentamos que los 'testers' durmieran de verdad todo lo posible", explicaba Keisuke Miyagawa en la mencionada entrevista.

Las características de Pokémon Sleep obligaban a encontrar un punto de equilibrio entre aplicación para controlar el sueño y videojuego.

La situación ha sorprendido a muchos usuarios en redes sociales, donde el artículo original de Famitsu (en japonés) se ha hecho tremendamente viral. En la mayoría de los casos la situación fue comprendida por los fans de Pokémon, dando lugar a unas cuantas bromas y preguntas curiosas de la comunidad. Algunos usuarios se preguntaron cómo trabajaban los encargados del equipo de pruebas. ¿Les pagaban por dormir? ¿Debían dormir en el trabajo? ¿Realmente solo se puede dormir una vez al día? Por supuesto, yo también estoy interesado: ese podría ser el único oficio en el que podría convertirme en una estrella mundial.

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Más allá de lo cómico de la situación, lo cierto es que Pokémon Sleep demuestra lo complejo que puede llegar a ser desarrollar cualquier tipo de videojuego. Incluso los procesos aparentemente más sencillos esconden complejidades –a veces ocultas a plena vista– que pueden entorpecer el trabajo de una compañía.

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