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Nintendo SwitchEl catálogo de Nintendo Switch sigue nutriéndose de videojuegos extraordinarios que, no sin cierto retraso, acaban desembarcando en la fenomenal videoconsola híbrida.
El catálogo de Nintendo Switch sigue nutriéndose de videojuegos extraordinarios que, no sin cierto retraso, acaban desembarcando en la fenomenal videoconsola híbrida.
Teenage Mutant Ninja Turtles: The Cowabunga Collection es todo lo que una colección de juegos retro debe ser.
Cadence of Hyrule es una genial demostración de que cuando dos buenas ideas se fusionan (Crypt of the Necrodancer y Zelda), las cosas pueden salir muy bien. La desarrolladora indie Brace Yourself Games muestra gran talento en una producción que sabe fusionar el concepto rítmico de su más exitoso juego con los rasgos icónicos de la saga The Legend of Zelda.
Cuando se habla de herramientas que te ayudan a crear juegos sin pocos conocimientos, es fácil desconfiar, porque hacer videojuegos es habitualmente difícil.
Pocket Dungeon logra sobrevivir al enorme legado de Shovel Knight y lleva toda su esencia a un nuevo género con una propuesta que encuentra un punto medio entre la acción y la estrategia de los puzles.
Trine 4: The Nightmare Prince puede ser la entrega más continuista de la serie, que regresa al camino establecido por su segunda parte, pero no por ello se olvida de crear la entrega más hermosa de todas, con puzles muy ingeniosos, equilibrados y con esa gran capacidad de resolverlos de varias formas distintas.
The Touryst es un juego lleno de secretos que encontrar, mazmorras que resolver y minijuegos que disfrutar. Son unas verdaderas vacaciones del videojuego. Su sencillez es la norma, una de la que saca provecho, pero también le pasa algo de factura, cuando necesita crecer en complejidad.
Una verdadera carta de amor dedicada a la época dorada de los videojuegos. Este sería el mejor resumen para hablar de Lumo, una divertida aventura de puzles y plataformas que recupera con gran acierto el espíritu de aquellos clásicos que nacieron bajo el amparo de máquinas como la ZX Spectrum.
Subnautica Below Zero está a medio camino entre la expansión y la secuela contenida. Tiene algunas novedades, como la exploración en tierra firme y un par de nuevos y originales vehículos, pero se apoya mucho en la base del primer juego, reduciendo incluso la exigencia de sus mecánicas.
La propuesta de No Straight Roads es interesante y hasta cierto punto entretenida, con ciertas dosis de desafío. Es una lástima que su acción hack 'n slash no vaya al unísono de la potente banda sonora que contiene, puesto que esa era el objetivo principal del juego.