Compró una RTX 3060 y le llegó una GPU más potente: el dilema que divide a los jugadores entre la ética y la tentación

A la hora de actualizar tu PC Gaming, lo más probable es que la primera idea que tengas sea comprar la tarjeta gráfica más cara del mercado. Dicha decisión nos lleva a historias de todo tipo, ya que no solo podríamos contar la comparación entre una GTX 1080 Ti y una RTX 5050, sino también la vez que un usuario estropeó su RTX 4090 y recibió una RTX 5090 sin pagar un céntimo. Sin embargo, en esta ocasión la situación difiere un poco de la costumbre, ya que la historia de hoy está protagonizada por un gamer que compró una RTX 3060 y, sorprendentemente, recibió una RTX 5060 Ti en su lugar.

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Como señala él mismo en un hilo de Reddit, su sorpresa fue mayúscula cuando recibió una RTX 5060 Ti en lugar de la RTX 3060 que había adquirido. No es de extrañar que se haya decantado por la GPU de 2021 en primer lugar, ya que hablamos de la tarjeta gráfica más popular de Steam por méritos propios. No obstante, sí es sorpresivo que haya recibido una unidad que no solo mejora a la que adquirió, sino que le permite optar a un mejor rendimiento sin pagar un sobrecoste. Aún así, la pregunta está servida: ¿qué se debe hacer en estos casos?

Todo depende de la legislación local

A raíz de toda la información compartida por Nvidia, hablamos de una tarjeta gráfica que ofrece un 30-40% más de rendimiento si se compara de forma directa con la RTX 3060. Ello, sumado a su mejora en eficiencia energética, la compatibilidad con el DLSS o el Ray Tracing y una longevidad mayor, provoca que este trueque inesperado sea un golpe de suerte tremendo. Además, el aumento de potencia y la relación calidad-precio, sobre todo en un caso marcado por el error del distribuidor, eleva todavía más las virtudes de esta historia.

A pesar de ello, existe un elefante en la habitación que ha de tratarse: ¿qué sucede cuando recibes un producto diferente al que compraste? A priori, lo primero que debes hacer es revisar el pedido y la documentación del envío, ya que debes asegurarte de que el error fue del proveedor y, por tanto, no te equivocaste seleccionando el producto. Tras esto, la instalación de la GPU te revelará todo lo que necesitas saber para, simple y sencillamente, saber cuál recibiste y comprobar si esta difiere de la que compraste. No obstante, debes tener en cuenta que la legislación cambia según el país y aquí entran en juego diferentes factores.

En los términos y condiciones de muchos establecimientos se recoge la información relacionada con este tema. Así, a bote pronto puedes saber si tienes que devolverla o puedes quedártela, pero aquí también entran en juego los dilemas éticos y morales: por una parte, si el vendedor no exige la devolución no tienes que devolver el producto; por otra, si notificas el error, puedes quedar en buenos términos con el vendedor y arreglar con este un acuerdo. Aún así, la legislación depende de cada país y, por norma general, suele apuntar en la misma dirección: si no se reclama el producto durante un tiempo determinado, no estás obligado a devolverlo.

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