Siempre me han encantado las ucronías. Es decir, aquellas historias donde se imagina un mundo muy distinto al que conocemos si un hecho muy concreto de su historia no se hubiera llevado a cabo. Ahí tenemos en Prime Video la ficción de El hombre en el castillo con Hitler gobernando sobre la mitad de la Tierra, el típico "y si los nazis hubieran ganado la Segunda Guerra Mundial", mientras que en Apple TV+ podemos ver Para toda la humanidad, un drama espacial donde la URSS se adelantó a EE.UU. en eso de llevar el primer hombre a la Luna.
Aquel suceso desencadenó un pequeño golpe en el orgullo de Estados Unidos que, tal y como fuera el lanzamiento del Sputnik a finales de los 50 en el mundo real, provocó que desde la Casa Blanca se diera un cheque en blanco para ser los primeros en lo próximo, construir una base lunar permanente, ser los primeros en llegar a Marte, etc. En esta cuarta temporada todo esto ha tenido lugar, pero ahora con EE.UU., la Unión Soviética (aquí sigue de una pieza en pleno siglo XXI) y varios países más y empresas colaborando para dar el siguiente paso.
Defender el sueño de Marte de la Tierra
Lo diferente de esta última tanda de episodios frente al resto de la serie es que este nuevo siguiente paso, uno capaz de revolucionar la Tierra, puede traer consigo el final del sueño de Marte, donde desde la tercera temporada se fue construyendo colectivamente un asentamiento con habitantes de todas las nacionalidades. Para toda la humanidad está protagonizado por exploradores, y una serie de disputas y decisiones "tacañas" tomadas desde la Tierra amenazan con dar al traste con quienes habían hecho de Marte su hogar.
La línea temporal alternativa de For All Mankind se retuerce más que nunca y empieza a imaginar un Marte más ajeno a la Tierra
Ronald D. Moore (Star Trek: DS9, Battlestar Galactica) crea así una historia bastante inteligente que me deja más claro que nunca que esto es una especie de precuela "apócrifa" de The Expanse. Es decir, una serie donde se empieza a imaginar un futuro donde la colonización del sistema solar puede provocar que muchos humanos no sientan a la Tierra como su verdadera casa, sino Marte, un lugar con una meta común que todos sus ciudadanos pueden compartir. Todo, además, rodeado de una intriga más propia de ficciones como The Americans.
La conquista del espacio han cambiado mucho las cosas en la Tierra. Ya no solo hablamos de ver a cientos de hombres y mujeres durmiendo cada día en Marte, sino una economía basada en otro tipo de combustibles que provocó, por ejemplo, que uno de los nuevos personajes de la ficción tuviera que coger una nave para ganarse la vida después de perder su trabajo en una plataforma petrolífera. Desgraciadamente, pronto descubrirá que las condiciones laborales en el cuarto mundo del sistema no son mejores que las que había dejado atrás.
Hora de imaginar el futuro en For All Mankind
En definitiva, Para toda la humanidad ha logrado tejer después de varias temporadas una línea temporal con suficiente identidad propia en la que apetece más que nunca zambullirse y que puede ser el principio de algo más grande. Hasta ahora, la serie había estado ambientada en el pasado, uno muy distinto pero pasado a fin de cuentas. Con la quinta temporada, si es que llega, la ciencia ficción será la protagonista empezando a imaginar el futuro de la humanidad.
Eso a buen seguro será ya con nuevos actores. Tras cuatro temporadas siguiendo las andanzas de Ed Baldwin (Joel Kinnaman) y Margo Madison (Wrenn Schmidt), esta cuarta temporada abre el camino para su despedida no sin antes dejarnos momentos de lucha, dolor y desesperación tanto por ellos como por sus colegas. Por supuesto, no faltan las secuencias de acción y de gran ingenio en gravedad cero, o sobre la superficie de Marte, que tan buenos ratos nos dejó en el pasado, pero entrar en profundidad aquí sería ya caer en posibles destripes argumentales.
Para toda la humanidad puede disfrutarse al completo en Apple TV+, un servicio de suscripción donde también habitan otras series de ciencia ficción altamente recomendables como Invasión, Fundación, Silo, See o Separación (Severance).
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