En su versión Wii, Need for Speed Carbono se revela como un título de velocidad sólido y divertido, que presenta una sensación de conducción innovadora y satisfactoria, una vez que dominas el mando de Wii.
Need for Speed Nitro demuestra tener personalidad propia aprovechando bien las exigencias de la consola. La apuesta sumamente arcade no desentona con otras entregas anteriores de la franquicia, ofreciéndonos un juego directo y muy entretenido.
ProStreet es un antes y un después en la saga Need for Speed que pronto veremos en sus ventas si se revela o no como una audaz maniobra de Electronic Arts. Desaparecido por completo el componente arcade, el nuevo juego de velocidad apuesta por una simulación moderada y un control más realista y trabajado.
Need for Speed: Undercover es una ocasión perdida para haber creado un título memorable de conducción en Wii, un género bastante olvidado en esta consola.
El mundo de los vehículos de clase GTi es muy interesante siempre y cuando se sepa adaptar a los tiempos que corren. GTi Club Supermini Festa es un título puramente arcade (en todos los sentidos) que paga las consecuencias de haber llegado tarde, en última posición y con un planteamiento de carrera muy mejorable.
Si bien Ferrari Challenge Trofeo Pirelli era un más que correcto videojuego en PlayStation 3, lo que hemos recibido en Wii y PS2 no es más que un mal reflejo de los potentes bólidos rojos que salen todos los años de la fábrica de Manarello.
