Aquanox: Deep Descent es un videojuego shooter en primera persona y simulación de naves. En un universo en el que la superficie de la Tierra es inhabitable, la única oportunidad de la Humanidad está en el fondo del mar, en viejas plantas de extracción. En una crisis de recursos, numerosas colonias envían naves para interceptar mercancía.
Con batallas inmensas y cientos de enemigos atacando al unísono, Serious Sam 4 tiene lo necesario para contentar a cualquier aficionado a la acción de la vieja escuela, pero la falta de novedades y lo repetitivo de sus combates le alejan de los más grandes del género, aún a pesar de su divertido multijugador cooperativo.
ULTRAKILL es un shooter en primera persona frenético y ultraviolento, inspirado en los mejores FPS de los 90 tanto en el apartado artístico como en cuanto a mecánicas. Su mantra: la humanidad está muerta, la sangre es combustible, el infierno está lleno.
Roboquest es un trepidante videojuego de acción-shooter en primera persona con elementos rogulite ambientado en un mundo futurista. RyseUp Studios propone al jugador tomar el control del Guardian, preparado para patear culos metálicos, mientras lucha solo o en cooperativo para dos teniendo que enfrentar hordas de enemigos en territorios en constante cambio y va mejorando su personaje.
Hyper Scape propone algunas buenas ideas dentro su género. La fusión de armas y hackeos funciona realmente bien y hace que la exploración cobre sentido dentro de la preciosa ciudad de Neo Arcadia. Su acción trepidante y sus escenarios ricos en verticalidad y puntos calientes son, sin duda, sus mayores atractivos.
Destaca el trabajo llevado a cabo en el diseño de cada uno de sus niveles con puzles desafiantes que sabrán contentar a los más experimentados. El uso del magnetismo no es una idea original dentro de los videojuegos, pero Mighty Polygon consigue sacarle bastante partido.
La acción de SUPERHOT da un giro al género de los roguelike con Mind Control Delete, una expansión independiente que añade tres personajes jugables, docenas de nuevos niveles y habilidades especiales para sobrevivir a un videojuego que apuesta por un estilo menos lineal que el del título original.
Rocket Arena es un multijugador realmente divertido y que cumple de sobra con casi todo lo que le puedes pedir de lanzamiento: juego cruzado, clasificatorias, partidas privadas y más. Disfruta de una buena variedad de personajes, mapas y modos interesantes, aunque tiene que lograr atraparte de verdad para que no te canse al cabo de unas pocas horas.
Devolverland Expo se presenta como un 'marketing simulator' en primera persona que nos lleva hasta un centro de convenciones abandonado después de que el evento anual de Devolver Digital fuera cancelado en misteriosas circunstancia.
Phantom: Covert Ops es un videojuego de acción y sigilo en primera persona ambientado poco después de la Guerra Fría, en un conflicto moderno, que nos convierte en un Phantom, un operativo de élite con el objetivo de evitar en una sola noche una guerra total.
De lanzamiento, Disintegration es más interesante como idea que como resultado. Está bien planteado, se siente balanceado y justo, la campaña presume de cierta variedad y de una buena producción… pero a la hora de la verdad no hay muchos momentos de emoción ni tensión, y hay características importantes que por una u otra razón, no se han implementado.
Valorant es un juego hecho por y para el público dedicado. Tiene algo más de agilidad y una dirección artística más única que CS:GO, pero si buscas un hero arena alocado, con machaque de botones o intercambios constantes de balas, estás en el lugar equivocado: aquí se viene a competir. A pensar. A comunicarse.
Quantum League es una propuesta muy atípica dentro del mundillo de los shooters competitivos. Un juego que gira en torno a los viajes temporales y las paradojas, con partidas de 1v1 y 2v2 en las que cada jugador compite junto a sus distintas versiones del pasado para obtener la victoria.
Warface: Breakout se presenta como un clásico videojuego de acción y disparos en primera persona optimizado para consolas y enfocado hacia su vertiente más táctica.
Gunfire Reborn es un videojuego de acción, aventura y disparos ideal para jugar en cooperativo que combina su planteamiento con mecánicas de rol y exploración de mazmorras, todo bajo una singular apuesta visual en la que podremos acceder a más de 100 objetos y armas.
Deep Rock Galactic es un shooter cooperativo con fuerte énfasis en la minería que combina elementos jugables que en sí no son nada originales, pero que combinados dan lugar a una experiencia única y refrescante. Además es bastante sólida, con rejugabilidad a raudales, un divertido cooperativo online y por tanto muchas horas de juego.
Vive la acción y el ritmo trepidante de la campaña de Call of Duty: Modern Warfare 2 ahora también en la generación de PS4 y Xbox One con Call of Duty: Modern Warfare 2 Campaign Remastered, una edición remasterizada sobre el modo historia del exitoso FPS que garantiza texturas y animaciones mejoradas, renderizado físico, iluminación HDR y otras mejoras gráficas.
Half-Life: Alyx es una revolución no solo en el campo de la realidad virtual, sino en el del videojuego en sí mismo. Es una de las obras más innovadoras que he disfrutado en mucho tiempo y no me tiemblan los dedos si escribo que está perfectamente a la altura de los anteriores juegos, con algunos aspectos incluso superiores.
DOOM 64 es una secuela del estupendo FPS DOOM 2, desarrollada por Midway para Nintendo 64.
Es difícil equivocarse con esto: Doom Eternal es exactamente lo que estabas esperando. Parece difícil pensar que la franquicia puede elevar aún más su grado de intensidad, pero sin duda lo logra. Todos los añadidos no solo son bien recibidos, sino que ya no nos imaginamos Doom sin ellos.
Memories of Mars es la apuesta por la supervivencia espacial de mundo abierto, concretamente en Marte, de Limbic Entertainment, con desarrolladores tras obras como la franquicia Might & Magic y Tropico 6.
Puede que Call of Duty: Warzone no sea un juego revolucionario dentro de los juegos battle royale, pero es uno que aporta más de un granito de arena para hacerlo evolucionar; lo hace bien, y su variedad de armas y herramientas sientan muy bien para darle emoción a su ya de por sí intensa acción.
En la vida hay siempre un momento para volver a Half-Life, pero a veces se nos antoja jugarlo con gráficos más agradables a la vista, un mejor gunplay y, sí, un Xen que merezca la pena. Tras años y años de trabajo, Black Mesa logra ofrecer todo eso y se postula como el remake de un juego imperfecto, pero memorable, que marcó una época.
Zombie Army 4: Dead War es el mejor título de la saga, y todo un paso adelante en la dirección correcta. Las armas estándar y pesadas se sienten más útiles e interesantes, y los nuevos tipos de zombi son más divertidos e imaginativos.
¿Seguidor de los grandes shooter en primera persona basados en la Segunda Guerra Mundial de principios de siglo? Days of War se inspira en estas obras para crear un juego de acción competitiva rápida, donde se encuentre un equilibrio entre el peso y la sensación auténtica de las armas del conflicto bélico con gráficos de nueva generación gracias a Unreal Engine 4.
