Polyphony Digital aporta su visión sobre el género de la conducción, también en PSP, con un videojuego que, aunque con el espíritu de la franquicia, le han faltado importantes alicientes para llegar a convertirse en un digno continuador de la serie Gran Turismo.
Tomando como punto de origen la interesante versión del pasado año, Milestone ha pulido ciertos aspectos de su simulador de rallies (como determinadas áreas técnicas) y ha añadido alguna que otra novedad de relevancia, sobre todo en lo que a modos de juego se refiere.
Ford Street Racing es un juego entretenido, rápido, de buena cosecha y, aunque parezca increíble a estas alturas de la película, novedoso e innovador en su modo de carreras en equipo. Si te gustan los juegos de conducción con tintes de simulación, olvídate de este título.
Si buscas un juego de conducción sencillo pero terriblemente divertido y adictivo, probablemente en la actualidad ésta sea una muy buena opción. Hay tanta variedad de pistas y coches, que podréis estar mucho tiempo disfrutando de él, y deseando llegar a la siguiente prueba para descubrir más novedades.
Hot Wheels: Unleashed es un buen arcade que cautiva con su buen uso de derrapes y a veces extraña por sus alocadas y caóticas físicas aleatorias. No lo relegaría a los “fans de la marca Hot Wheelsâ€, ya que puede gustar a cualquier aficionado a la conducción. Se echa en falta algo de variedad y más contenido de calidad como las cinco pistas especiales, que se hacen escasas.
Cars 3: Hacia la victoria es un arcade de conducción interesante y que va más allá de la licencia en la que se basa. Es un título muy entretenido, especialmente indicado para los más jóvenes, aunque puede ser disfrutado por cualquier amante de este tipo de propuestas. No es muy original en su planteamiento, pero es un inconveniente menor.
Capcom y Milestone vuelven a hacernos sentir de nuevo el motociclismo oficial de MotoGP en una PlayStation 2 gracias a un juego técnica y gráficamente correcto, pero principalmente orientado a los más puristas del género por su exigente sistema de control y orientación realista.
MX vs. ATX es un recomendable juego arcade de conducción que nos acerca un tipo de pruebas a las que estamos poco acostumbrados. Es sencillo, pero a la vez tremendamente divertido y adictivo.
La última película de los hermanos Wachowski se transforma en videojuego para darnos uno de esos raros productos que logran mantener la calidad de la obra original. Si te gustó la película o si disfrutaste con la serie tan antológica que conocimos con el nombre de "Meteoro", este título de conducción podría satisfacer tus expectativas.
La nueva apuesta de Milestone en el mundo del automovilismo nos deja un sabor agridulce. Por una parte transmite muy buenas vibraciones al volante, un gran nivel gráfico, un buen número de circuitos que aprender y un más que interesante garaje de vehículos que probar. Por otra parte se queda muy justo en modos de juego, cámaras disponibles y representación visual de los daños.
Scrap Metal es un título divertido gracias a la variedad de misiones y a la versatilidad del multijugador, pero sus problemas de identidad -como el confuso control o la paupérrima IA- le impiden estar a la altura de la retahíla de títulos que están invadiendo Xbox Live Arcade como Las desventuras de P.B Winterbottom, Perfect Dark o Toy Soldiers.
La saga MX vs ATV recibe un nuevo título que nos depara alguna que otra interesante novedad pero también varias pegas inesperadas. El resultado es un juego que seguirá gustando a los fans de la serie pero que puede dejarles con ganas de más.
WRC Powerslide supone un cambio radical en relación a lo experimentado en su saga hermana WRC. De esta forma la concepción del juego es netamente diferente, abandonando el realismo y la simulación por el factor arcade. El resultado es convincente, sobre todo teniendo en cuenta su origen digital.
2K Games y Lucid Games nos ofrecen un buen representante del género de la velocidad, que en esta ocasión apuesta de manera inequívoca por el realismo y el factor simulación. Posee defectos notorios como un manejo algo impreciso y ciertos problemas en su rendimiento, pero quedan compensados por su gran oferta de competiciones diferentes y su respetable grado de realismo alcanzado.
Los amantes de los juegos de velocidad futurista pueden degustar un nuevo título perteneciente a dicho (y algo maltratado últimamente) subgénero. Xenon Racer es un juego que no es el mejor representante de su categoría debido principalmente a su desajustada y descompensada IA, que reduce bastante la diversión que arrojan sus diversos modos de juego offline.
Una vez más podemos deleitarnos con la conducción arcade y desenfadada que propone Crazy Taxi, una de las series más queridas y veneradas de SEGA dentro de su estilo. Y es que esta versión móvil no innova en ningún aspecto al título original, pero a cambio ofrece una jugabilidad simple y directa que encaja a la perfección con este tipo de títulos destinados a dispositivos iOS y Android.
Codemasters ha querido rendir un pequeño homenaje a una de sus series más recordadas y disfrutadas por cientos de miles de jugadores, MicroMachines. Y lo ha hecho con un título algo limitado y no especialmente original en ningún aspecto concreto pero que, por lo demás, se las ingenia con suficiencia para entretenernos, especialmente si jugamos con nuestros amigos.
Diez coches nuevos extraídos de la película Fast & Furious 7 (A Todo Gas) así como algún que otro guiño a dicho film es lo que nos ofrece este DLC independiente que, insistimos, puede ser descargado gratuitamente a través de Xbox Live hasta el 10 de este mes.
Si te apasionan los videojuegos de velocidad extrema sin duda encontrarás en este Antigraviator motivos más que suficientes para disfrutar de su frenética acción. Cybernetic Walrus ha sabido dar forma a un título de carreras divertido, con cierta personalidad, que te desafía con emocionantes duelos en los que resulta fundamental usar con cabeza el turbo y las trampas.
El juego oficial de una de las competiciones deportivas más seguidas y apasionantes, MotoGP 15, no falta a su cita con una entrega completa y correctamente recreada por el equipo de Milestone, expertos en este ámbito. La gran cantidad de modos de juego que integra, sus opciones ilimitadas y las licencias oficiales son sus valores más sólidos.
Como ocurre en la inmensa mayoría de las producciones elaboradas por Milestone, en MotoGP 18 se deja ver el gran empeño que se ha puesto en su ejecución. Cambio de motor gráfico (que se deja notar bastante), múltiples retoques en su vertiente jugable y un esmero plausible en recrear los aspectos menores del título (como las comentadas pantallas de los menús) dejan clara la intención de evolucionar.
Surcar a toda velocidad escenarios bellos y peligrosos es toda una experiencia. Este endless runner puede ser un juego algo duro de inicio y puede terminar siendo frustrante para los jugadores menos expertos, pero si os adentráis en él descubriréis un filón de diversión inagotable. Es posible que sea algo monótono, como ocurre con muchos juegos de su misma disposición, pero pica mucho.
MXGP2 puede aportar pocas novedades en cuanto a modos y contenido dentro del disco con respecto a su antecesor, pero pule bastante su mecánica jugable con un mejor sistema de respuesta frente al terreno y un mayor control de moto y piloto con el mando. Una lástima que los asuntos más técnicos sigan costándole a Milestone salir completamente del barro.
Need For Speed Payback refina la fórmula del anterior juego, ampliando la escala y rescatando todas las buenas ideas de la franquicia, pero todo se hace demasiado familiar y poco inspirado. Si le sumamos una estructura que fuerza al jugador a repetir misiones para poder continuar, el resultado es un juego que se antoja divertido, pero también algo perezoso y artificial.
Driveclub VR es un gran título para demostrar la realidad virtual en el género de la conducción. Es una lástima que se haya tenido que sacrificar tanto en lo técnico para conseguir esa suavidad necesaria y que se haya optado por venderse por separado. Aún así, una muy buena experiencia jugable.
