Tras luchar contra incontables demonios y librar emocionantes batallas campales contra grandes ejércitos, en el análisis de Lost Ark ponemos nuestra atención en el exitoso MMORPG free to play que ha conquistado a millones de jugadores de PC en las últimas semanas. ¿Qué tiene de especial el nuevo RPG de Amazon? Épico por momentos y con un gran sistema de combate, estas son las claves de su éxito.
He pasado las últimas semanas viviendo aventuras en Arkesia; luchando contra demonios, peleando frente a grandes ejércitos en épicas batallas campales, explorando sin descanso ciudades, bosques, desiertos y templos ancestrales que han sido diseñados con un asombroso sentido de la escala. Son colosales, imponentes, ¡espectaculares!, y además increíblemente variados, pues en Lost Ark pasas de explorar temas clásicos de la alta fantasía con aldeas y paisajes medievales, a luchar contra robots gigantes en un entorno steampunk, librar una guerra contra piratas, e incluso perderte en una bella recreación de la Corea feudal para pelear en un gran torneo de artes marciales. Por esa razón, cada vez que completaba una de las grandes aventuras que conforman este MMORPG free to play estaba ansioso por descubrir mi próximo destino: ¿a dónde iría? ¿Contra quién iba a pelear? Y esta es una poderosa excusa para seguir adelante con el que es uno de los videojuegos del momento.
Combinar la acción RPG de Diablo con la estructura, diseño y opciones propias de un MMO ha dado como resultado una divertidísima aventura de rol… que no siempre pone fácil disfrutar de sus épicas y emocionantes batallas. ¿La razón? Incontables misiones anodinas que rompen por completo el ritmo de la acción. Sé que las tareas rutinarias son algo propio del género pero con los años, los MMO han evolucionado y nosotros mismos hemos cambiado, así que parafraseando algo que comentaba en la reseña de World of Warcraft Classic, "lo que antes nos parecía bien ahora puede resultar agónico". Y a mí se me han hecho muy cuesta arriba ciertos momentos de la aventura en los que la historia pierde fuerza y, por ende, el tedio gana peso a medida que realizas más y más tareas repetitivas. Son muchísimas, y aunque la mayoría de estas se resuelven en apenas unos segundos, son suficientes para que ya existan memes relacionados con Lost Ark y la letra G, asociada a saltar diálogos. Y es una pena.
En las primeras impresiones de Lost Ark os contaba que la historia que lo envuelve todo en esta aventura de fantasía es bastante interesante y tiene un par de momentos memorables, pero todo lo demás… o más bien, los encargos con los que te bombardean los cientos de habitantes de Arkesia van minando tu paciencia de tal modo, que entendería perfectamente que más de uno dejara de jugar antes siquiera de alcanzar el nivel 50 para empezar a explorar los contenidos end game de Lost Ark, que son realmente interesantes por la libertad que plantean y el desafío que suponen sus mazmorras más temibles. Son algo más de 40 horas para llegar a este punto en tu primera partida, que no es poca cosa. Gracias a su espectacular sistema de combate este largo viaje resulta más agradable, pero incluso aquí, el juego de Smilegate me deja con sensaciones encontradas.
El MMO del que todos hablan
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La acción de Lost Ark es tan rápida, intensa y visualmente espectacular que es muy fácil entrar y pasarlo bien con este MMO. Apenas hay un segundo de respiro; siempre andas de aquí para allá luchando contra demonios, ejércitos enemigos y otras criaturas de fantasía que atacan en masa llenando la pantalla de rayos, explosiones y mucha sangre. Y claro, es divertido. Porque además, este action RPG no deja de recompensarte con subidas de nivel, nuevo equipo y más opciones como las cartas o las gemas con las que personalizar todavía más a tu héroe. Básicamente, durante las 30 o 40 primeras horas de juego aprendes y descubres nuevas opciones constantemente, y aunque a partir de ahí el progreso se ralentiza, sigue habiendo sorpresas agradables en forma de nuevos desafíos o nuevas formas de avanzar.
Cuando se lo propone, Lost Ark puede ser un videojuego verdaderamente emocionante
Hay cinco clases de personaje con varias especializaciones que cambian notablemente tu forma de pelear, aunque todas ellas tienen un mismo común denominador: son muy versátiles y tremendamente vistosas en acción. Sobre todo porque todo el peso de los golpes recae en los ataques especiales, lo que significa que una y otra vez estarás usando las habilidades más vistosas para derrotar a las interminables oleadas de monstruos. Para darle más chispa a los combates, hay también ataques que requieren que sueltes el botón de acción en el momento oportuno, o por supuesto las esquivas, fundamentales para escapar de la muerte en las batallas contra jefes finales. Pura diversión. ¿Por qué entonces hablaba antes de sensaciones encontradas? La facilidad con la que derrotas a los enemigos comunes es tal, que unas peleas que deberían ser divertidas a rabiar se vuelven rutinarias al cabo de pocas horas. Solo los combates contra jefes finales y algún que otro reto adicional rompen con esta monotonía y sí, claro, a partir de las 50 horas de juego todo se complica pero… ¿de verdad era necesario llegar tan lejos para mostrar tus mejores cartas?
Cuando se lo propone, Lost Ark puede ser un videojuego verdaderamente emocionante. ¿Recordáis ese asedio del que os hablaba en las primeras impresiones? Poco después se libra una batalla todavía más grande que casi parece el Abismo de Helm en El Señor de los Anillos. Y es épico. Lo que pasa es que entre medias, a veces, toca sufrir más de la cuenta con un sinfín de misiones repetitivas y sin gracia que a mi por lo menos me han sacado por completo de la acción. Hacer de correveidile una y otra vez con personas que están a escasos metros de distancia (¡podrían hablar ellos entre sí!), o buscar absurdamente objetos que están al alcance de la mano de quien los necesita son lo contrario a lo que espero de un MMO en la actualidad. Porque al menos, si quieres que haga esta clase de recados, cuéntame una buena historia o dale más vida a la escena, como hacen juegos como Star Wars: The Old Republic o The Elder Scrolls Online; pero no es el caso. De ahí ese meme recurrente de los jugadores de Lost Ark.
De mi viaje por Arkesia me quedo con mazmorras tan emocionantes como Arthethine, que con su estética steampunk, no solo nos permite pilotar mechas gigantes sino también "surfear" con tablas voladoras mientras esquivamos toda clase de trampas. O algunas batallas contra jefes finales, que son una locura que requieren de ti que esquives sin parar a la vez que atacas con todas las armas a tu alcance. ¿Y los Mokoko? Visitar su reino para ver el mundo desde su diminuta perspectiva me pareció un agradable paréntesis en la lucha contra los demonios. Por todo ello, a pesar de las sensaciones negativas que tengo con ciertos aspectos del juego, aquí me tenéis, con cerca de 60 horas de aventura a la espalda.
Crear al mejor héroe en Lost Ark
Uno de los encantos de todo RPG que se precie es moldear hasta el más mínimo detalle de tu aventurero, y Lost Ark no va precisamente falto de opciones. La subida de nivel es bastante rápida y con cada aumento, consigues puntos de habilidad que puedes canjear para desbloquear nuevos ataques o mejorar los existentes con hasta tres efectos adicionales. En paralelo tu héroe también tiene el llamado nivel de Elenco, que mejora las estadísticas del personaje, además de un curioso sistema de cartas que al combinar de forma concreta suman efectos adicionales como más daño a cierto tipo de enemigos, mejoras defensivas específicas, etc. ¡Y aún hay más! Porque existe todo un sistema de grabados y piedras que aportan aún más variedad.
Hay tantas opciones que es probable que más de uno acabéis un tanto abrumados
Hay tantas opciones que es probable que más de uno acabéis un tanto abrumados, porque por mucho que haya tutoriales cuesta pillarle el punto a este sistema de progresión. Los grabados, por ejemplo, son ventajas pasivas con tres niveles de mejora que podemos desbloquear libremente "leyendo" 20 libros de un mismo tipo, o incluso usando accesorios que aporten justo ventajas a ese nodo específico. Cada nivel de mejora requiere 20 libros adicionales de un grado superior, pero lo bueno de esto es que siempre puedes cambiar los grabados para adaptarte a cualquier situación de combate que se presente ante ti. ¿De qué va eso del pulido de piedras? Tal vez sea la parte que menos me ha gustado de la progresión de Lost Ark, porque aquí la aleatoriedad puede determinar que una de estas piedras aporte casi más efectos negativos que positivos. No me gusta andar picando piedras dejando a la suerte desbloquear o no las mejoras deseadas porque, con un 60% de probabilidad de acierto me han salido golpes fallidos, y con índices más bajos lo contrario.
También echo en falta una mayor variedad de armas y equipo con cambios reales en la acción, porque sí, alteran las estadísticas del personaje, pero no hay armas con daño elemental ni tampoco equipo que altere las animaciones del personaje. Actúa igual de principio a fin, lo que a medio plazo provoca que la acción se vuelva algo aburrida y monótona. Lo decía antes. Por muy divertido que sea el sistema de combate, si salvo contadas ocasiones todo se reduce a lanzar habilidades como un loco mientras esquivas esporádicamente… pues eso, la acción pierde la gracia. Sigues adelante por su inmensa variedad de escenarios y por la épica que algunas de sus grandes batallas, pero insisto, el camino a veces puede ser algo tortuoso. Y eso que el juego se esfuerza por mantenerte pegado a la acción con una constante sensación de descubrimiento que te recompensa con toneladas de monedas, experiencia, objetos, pociones, planos y más desafíos.
Cada nueva zona que visitas tiene su propio Tomo de Aventurero con un montón de coleccionables, desafíos y sus consiguientes recompensas. Pero creo que el mejor ejemplo de esta sensación de progreso lo encontramos en el barco. Tras unas primeras horas de juego bastante lineales, Lost Ark te da la oportunidad de capitanear tu propio navío lanzándote a un vasto océano repleto de islas y lugares de interés. Lo sorprendente es que aquí también encuentras un sistema de progresión único que te permite contratar tripulantes y mejorar el barco con varias opciones muy distintas entre sí. Dejarse llevar en busca de aventuras ha resultado ser una experiencia muy agradable, porque visitando las pequeñas islas que pueblan el mar de Arkesia, me he topado con alguna que otra recompensa inesperada.
Es innegable además que Lost Ark luce bastante bonito en lo estético, a pesar del diseño de algunos de sus personajes femeninos, extremadamente sexualizados (por no mencionar el bloqueo por género de ciertas clases de personaje). Sus escenarios, tan variados entre sí, nos dejan con estampas imponentes que lucen aún más cuando, entre medias, luchas contra decenas de enemigos en un festival de tiros, explosiones y espadazos llameantes. La puesta en escena de este MMO es digna de elogio, especialmente en muchas de sus mazmorras y misiones de historia, donde el juego nos deleita con algunas transiciones entre niveles que son una pasada. Antes os hablaba de una batalla campal que me recordaba al Abismo de Helm, pero es que también tiene sus momentos oníricos en esa peculiar representación de la Corea ancestral, o fases más intensas y cañeras como la lucha contra un gigantesco dragón en una torre de la que debes escapar a toda prisa, e incluso diseños y escenarios que me hacían pensar en Warhammer Fantasy.
El ritmo de la acción no siempre es el mejor y la historia tampoco termina de mostrar su mejor cara
Aunque el ritmo de la acción no siempre es el mejor y la historia, a pesar de sus momentazos, tampoco termina de mostrar su mejor cara, me lo he pasado muy bien explorando Arkesia y luchando junto a mis amigos en sus -casi- interminables batallas. Porque Lost Ark es un juego inmenso que aún hoy en día continúa recibiendo nuevos contenidos. Rondando las 50 horas empezaba a vislumbrar parte de sus contenidos end game, y estos tienen la fuerza suficiente como para que, llegados a este punto, quieras seguir adelante. Aunque con las mazmorras del caos y las abisales de por medio, en este punto el juego entra en una espiral de repetición/[b] que puede tornarse tediosa en ese camino por lograr el mejor equipo.Todo esto lo he hecho [b]sin gastar ni un solo céntimo en el juego. Hay micropagos, pero están planteados más para cuestiones estéticas y progresar rápido en la aventura (o aumentar probabilidades de éxito en el pulido de gemas), que para darte ventajas clave en una lucha PvP.
Dicho esto, no quiero olvidarme tampoco del gran trabajo realizado por Amazon a la hora de poner voz en español a los habitantes de Arkesia. Es un gustazo disfrutar de un juego de estas características con un trabajo de localización como este; al que se suma también una muy buena banda sonora que acompaña a la perfección. ¿Qué pasa con los servidores? Tras el caótico lanzamiento de Lost Ark, estas últimas semanas el problema de los tiempos de espera se ha eliminado, lo que es un alivio.
Es fácil pasarlo bien con Lost Ark gracias a su intensa acción y la rapidez con la que desbloqueas nuevos contenidos y mejoras para tu héroe, pero en la misma medida, también es posible que su repetitivo diseño de misiones y lo rutinario de sus batallas te haga abandonar la partida antes de alcanzar el end game, donde está la verdadera gracia de este RPG de acción online. Como es gratis, creo que merece la pena darle una oportunidad porque incluso con sus pegas, hay un par de momentos emocionantes que son dignos de ser jugados. Con una barbaridad de contenidos por descubrir, el MMORPG de Amazon es uno de esos juegos que puede pasarse una larga temporada instalado en tu PC.
- Hay cinco clases de personaje con especializaciones y todas son bastante divertidas de jugar.
- Puedes explorar decenas de islas a bordo de tu propio barco. Hay montones de coleccionables repartidos por toda Arkesia.
- Lost Ark es free to play. Sus micropagos están centrados en lo estético y en progresar más rápido.
- Sus combates son muy divertidos pero acaban volviéndose rutinarios: solo los jefazos y desafíos muy concretos sacan a relucir su potencial.
- La progresión es rápida y hay muchas opciones que desbloquear: además del héroe, puedes tener tu fortaleza y hasta un barco.
