BioShock es una de esas franquicias que dejan huella en la industria por su gran personalidad al apostar por ciudades de ensueño, ambientaciones únicas y una jugabilidad inmersiva. Desde hace años, los jugadores esperan una cuarta entrega que esté a la altura del legado de Rapture y Columbia, pero es innegable que el estudio encargado de esta entrega está en problemas, ya sea por los cambios de diseño, salidas de líderes y alteraciones narrativas. El interés en BioShock 4 sigue, y las malas noticias no parecen tener fin.
El estudio de BioShock 4 despide al 30% del personal
Según adelanta el medio Bloomberg en exclusiva, Take‑Two ha despedido un 30% del estudio Cloud Chamber, encargado del desarrollo de BioShock 4. Se comenta que más de 80 personas se han visto obligadas a abandonar su puesto de trabajo de una plantilla cercana a los 250 desarrolladores. Como era de esperar, esta restructuración retrasará todavía más el juego de la ventana de lanzamiento que se barajaba desde Take-Two, cuya intención era lanzar BioShock 4 a finales de 2026 o principios de 2027.
2K Games ha confirmado los recortes y, en un correo electrónico del presidente David Ismailer, se ha revelado que el estudio va a rehacer "aspectos que son el núcleo de un BioShock", así como también reducir el tamaño del equipo y darle más tiempo al desarrollo. Siendo realista, será un milagro ver BioShock 4 durante 2027 o incluso 2028, y no podemos olvidarnos de que este juego lleva más de 10 años en desarrollo. Si eres uno de los que está preocupado por si este juego podría cancelarse, no deberías estarlo. El CEO de Take-Two aseguró que BioShock 4 saldrá sí o sí.
Para comprender las razones de los problemas de desarrollo de BioShock 4 debemos tener en cuenta el contexto. Tras el cierre de Irrational Games en 2014 (creadores de la trilogía original), 2K Games encargó un nuevo BioShock a Certain Affinity (estudio que suele ayudar en Halo y Call of Duty), pero esos planes se cancelaron en 2016. La compañía fundó Cloud Chamber en 2017 tras fichar veteranos de la saga y tomando como referencia a los simuladores inmersivos (este tipo de títulos tienen como referencia a Dishonored y Prey).
El padre de BioShock 4 está desarrollando Judas, que también va para largo.
Hace casi una década, el primer prototipo de BioShock 4 impresionó, pero estaba hecho en Unreal Engine 4 y, al migrarlo al tan discutido Unreal Engine 5, se tuvieron que rehacer piezas, lo que sumó años al desarrollo. Durante ese tiempo el estudio parecía no tener claro los valores de producción, algo que conllevó a la pérdida de mandos clave. Algunas revisiones internas califican al juego como "bueno, pero no excepcional", con problemas en la narrativa.
Esta situación ha conllevado a las últimas malas noticias de BioShock 4, que ha visto cómo 2K Games ha destituido a figuras clave del proyecto, junto a los 80 empleados que han abandonado el estudio. Según las fuentes de Bloomberg, algunos trabajadores sienten que se les ha culpado por las malas decisiones que han tomado los que eran los líderes del proyecto. Esta restructuración ha llevado a la cancelación del remake del primer juego de BioShock, algo que puede decepcionar a miles de fans de la franquicia.
Aunque no se haya confirmado, puede que el despido del 30% de la plantilla se deba al elevado presupuesto que se le ha destinado a BioShock 4, que aún no ha salido a la luz, pero dado que el estudio tiene sedes en Quebec y California. Mientras que este título continua su problemático desarrollo, hay una película de BioShock en producción en Netflix y, aunque se redujo el presupuesto de la cinta en el pasado, todo apunta a que el proyecto continúa ya que hace unas semanas salió a la luz el nombre del guionista.
Lo último que sabemos es que 2K ha traído de vuelta a Rod Fergusson para salvar BioShock 4. El actual jefe de Cloud Chamber estuvo encargado de la franquicia Diablo durante 5 años y abandonó Blizzard hace unas semanas. El listón de Take-Two es elevado con BioShock 4, pues la franquicia ha superado los 43 millones de copias, pero la buena base jugable no es suficiente, hay que hacer un juego excelente. Para ellos ser mediocre no es aceptable, aunque quizás recortar un 30% del personal no es la mejor de las decisiones para entregar un juego brillante. Fergusson ya ayudó con el desarrollo de Infinite en 2012, y puede que dentro de unos años (en el mejor de los casos) veamos un BioShock 4 que merezca la pena.
En 3DJuegos | BioShock Infinite no era una advertencia, era un spoiler
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