Efímera y no demasiado variada en su propuesta y mecánicas de juego, Last Day of June consigue sobreponerse a dichos inconvenientes planteando una trama que llega a tocar nuestra fibra sensible. Además su estética es inconfundible y algunos de los muchos puzles que nos invita a superar tienen bastante miga.
Sin ser la mejor entrega de la saga, lo cierto es que esta nueva edición de la obra de TT Games nos ofrece mucha diversión simpática y duradera, al menos si queremos exprimir todo su potencial. Su carácter sandbox le confiere muchas posibilidades de entretenimiento, pudiendo ir mucho más allá que el simple cumplimiento de las misiones principales.
Ruiner es un shooter isométrico rápido. Frenético. Con un buen puñado de posibilidades jugables que ofrecen variedad en la acción, aunque puede llegar a ser algo repetitivo en algunas ocasiones. La exploración de su ciudad, Rengkok y su historia cyberpunk de hackers y bandas callejeras ayuda a aportar algo más de variedad al conjunto.
Sin ser la entrega más sobresaliente ni, tampoco, la más innovadora de la serie, Level-5 ha querido remozar un tanto a su franquicia dotándola de un par de innovaciones trascendentes como su nuevo protagonista, la hija del Profesor Layton.
Debido a su particular estilo de juego, evidentemente esta obra de Mages y 5pb no gustará a todo el mundo. Pero dentro del género de las novelas visuales se trata de un representante magnífico, que sigue el camino abierto por Steins;Gate (y su secuela) y nos sumerge en una trama de increíbles dimensiones que nos puede mantener pegados a la pantalla durante muchísimas horas.
Fire Emblem no ha llegado para cambiar cuestiones de fondo de la serie "musou" (la repetitividad), pero aún así la fusión ha resultado muy interesante, principalmente porque han sabido integrarse conceptos de una y otra licencia hasta conseguir un equilibrio muy llamativo.
Aunque WWE 2K18 es uno de los mejores videojuegos que se han firmado con la licencia desde su llegada a Take-Two, sigue paseando problemas que lo alejan de la excelencia. Yuke's y Visual Concepts han estado particularmente acertadas con el nuevo Mi Carrera y Road to Glory, pero no parecen dispuestos a dar una vuelta a un sistema jugable que hace años que está estancado.
Gran Turismo Sport es un vuelco al online en la filosofía de Polyphony Digital. Una vuelta a empezar, que mira seriamente a la competición y los deportes electrónicos, sacrificando por el camino contenido offline, coches, circuitos y climatología. Al volante, el resultado asombra, pero mientras que su carácter multijugador puede hacer llegar nuevos jugadores, los números pueden echar atrás a otros.
Una remasterización bastante solvente de una trilogía de culto que hizo disfrutar a un grupo concreto de usuarios de PS2. Su trama es muy llamativa, el sistema de juego es tan amplio y curioso que termina siendo muy absorbente y las mejoras integradas, como la adición del capítulo final, se agradecen mucho.
Supermassive Games sigue manteniéndose fiel a la línea de juegos que suele diseñar y nos trae una vuelta de tuerca. Intenciones Ocultas es una especie de película interactiva en plan thriller policíaco con la piel de un party game, con todo lo que eso conlleva.
Skyrim VR es una experiencia que para muchos puede no pasar de la mera curiosidad. Con un Dualshock 4 es cómoda, pero tradicional. Con los Move, se torna inmersiva, pero aparatosa. Una conversión que no encuentra su punto medio, porque no estaba pensado en un principio para la realidad virtual, pero que puede ser atractivo para los más entusiastas de la VR.
Lo han vuelto a hacer. Los creadores de Grow Home nos sorprenden con una divertida aventura musical que destaca por su gran colorido y espectacular puesta en escena. Ode cautiva los sentidos con una bella experiencia sensorial que plantea retos plataformeros de lo más interesantes.
Camino a las Olimpiadas es un DLC interesante, orientado a seguir mejorando la base de Steep, la cual poco a poco va adquiriendo una mayor variedad. Lo mejor de este contenido es que logra representar la fantasía de participar en las Olimpiadas, convirtiéndose en un trabajo de pasión hacia los deportes extremos sobre nieve.
Seven: The Long Days Gone es un RPG atípico que sorprende por su gran libertad de acción y su apuesta por el sigilo e infiltración. Todas y cada una de sus misiones se pueden completar de muchas formas distintas, ¡y es genial!, aunque el videojuego no termina de explotar todo su potencial.
Mantis Burn Racing es un Top-down racer bastante recomendado si quieres conocer este peculiar género en la actualidad. Tiene suficientes opciones como para pasar un buen rato y en la versión de Nintendo switch se acopla perfectamente al espíritu portátil de la consola para echar unas partidas rápidas de vez en cuando.
Los seguidores de Resident Evil 7: Biohazard ya pueden disfrutar tanto de No Soy un Héroe como de El Fin de Zoe. Un capítulo éste último que nos presenta a un nuevo protagonista, escenario y enemigo principal así como una mecánica de juego diferente que funciona bastante bien.
Brawlout, en su afán por fijarse en otras propuestas del género, puede quedarse en tierra de nadie, pero no significa que sea un videojuego capaz de otorgar horas y horas de buen entretenimiento en tu Nintendo Switch. Amplio en cuanto luchadores y modos de juego, se convierte en la única y viable alternativa a la lucha por plataformas en la nueva consola de Nintendo.
Abrazando el rol y la estrategia al mismo tiempo, SpellForce 3 se gana su propio espacio en el mercado en un título con una jugabilidad robusta y una campaña interesante. Cuando se separan, cosa que ocurre a menudo en este último modo, el juego se las apaña como puede para no dejar en evidencia una mecánica de rol típica y perezosa.
Sin la capacidad de sorprender del original, Life is Strange: Before the Storm se mantiene como una aventura gráfica de lo más recomendable gracias al modo que retrata las emociones de sus protagonistas. La historia de Chloe y Rachel es interesante, bonita y por momentos emocionante; y lo mejor es la evolución que muestran ambos personajes a nivel emocional.
Con I am Setsuna Tokyo RPG Factory allanó el camino para lo que ha acabado siendo Lost Sphear. Esta aventura rolera se inspira en los grandes clásicos del género de la era de los 16 bits, mejorando muchos de los aspectos que fueron más criticados del citado I am Setsuna, empezando por su sistema de combate, que en este caso ha sido bastante potenciado.
Un festín beat'em up desafiante, gore y apto para dos jugadores simultáneos es lo que vamos a encontrar en este fiel representante del género llamado Wulverblade. Apenas innova en ningún sentido y quizá carece de la profundidad que nos proporcionan los actuales referentes del género, pero a pesar de eso es un título excitante, bien ejecutado y dotado de una fuerte personalidad visual.
Dissidia Final Fantasy NT no oculta su categoría de homenaje por y para fans de la franquicia de Square Enix. A pesar de citar a tantos héroes y villanos de la franquicia de rol, no ha sido capaz de ofrecer una historia a la altura de sus protagonistas. Eso sí, apuesta por unas mecánicas muy distintas a las de sus homónimos en PSP y se lanza al territorio del competitivo por equipos.
Square Enix ha querido rendir un buen tributo a una de sus sagas más clásicas. Y lo ha hecho recreando un remake de Secret of Mana que, sin ser perfecto, sigue gozando de una calidad muy notable.
Es fácil maravillarse con algunas de las secuencias de acción más emocionantes de Fe, disfrutando del gran viaje que proponen los autores de Stick it to The Man! en esta aventura de plataformas 3D, pero el videojuego de Zoink! peca de ser algo repetitivo y de no profundizar tampoco en todas sus virtudes.
Age of Empires fue y es un videojuego memorable con el que es muy fácil disfrutar de su emocionante acción estratégica, aunque obviamente el paso de los años ha hecho que algunas de sus mecánicas de juego queden algo anticuadas. Este remake cumple con lo esperado, no solo mejorando el apartado gráfico del clásico de Ensemble Studios, sino también añadiendo nuevas opciones y mejoras que le sientan fenomenal.
