Lo tenía todo para convertirse en el nuevo rey de los juegos de disparos, pero murió en la misma colina en la que mueren todos los demás. Titanfall 2 se estrenó una semana después de que llegase Battlefield 1 y una semana antes del lanzamiento de Call of Duty: Infinite Warfare. Era la parte más deliciosa de este sandwich de shooters, pero también fue la que salió perdiendo. Se estima que el juego vendió unas cuatro millones de copias durante los primeros meses tras su lanzamiento, pero Electronic Arts quería mucho más.
Deje de lado Titanfall 2 cuando salió hace ocho años
Yo formé parte del numeroso grupo de jugadores que no compraron Titanfall 2 de lanzamiento. Por entonces aún estaba estudiando y no tenía mucho dinero, así que apenas podía conseguir un juego con lo que recibía por mi cumpleaños –que es en octubre– y otro con lo que sacaba por Navidad. Siempre me han gustado los shooters y con esos poderosos 60 euros fui a mi tienda de confianza y me compré Battlefield 1. Era la opción más fácil porque, de los tres, era el único que se había estrenado en ese momento. También porque ese año Call of Duty estaba muy rodeado de polémica.
Lo que más me alejó de Titanfall 2 fue la inseguridad. Cuando uno no puede comprarse muchos videojuegos, trata de asegurarse de elegir bien cada vez que se hace con uno. El juego de Respawn tenía buena pinta, pero también era la propuesta más arriesgada de todas. Yo ya sabía lo que me iban a dar Battlefield o Call of Duty tanto en el momento de su lanzamiento como a lo largo del año. Lo demás era todo un misterio y, teniendo que elegir, casi será mejor no arriesgarse a que esos 60 euros acaben en un título que quizá no me convence.
A través de una entrevista con PlayStation Life, el productor de Titanfall 2 dijo que la fecha de lanzamiento no importaba: "No sé de dónde vino la decisión. Solo sé que se tomó hace tiempo y que no se podía cambiar. La verdad es que no me preocupa (...) No importa cuando salga. Un buen juego se hace notar". Llevarle la contraria tanto tiempo después es, como poco, ventajista. Sin embargo, esa fecha de estreno tan mal elegida es uno de los grandes factores que han contribuido a que a estas alturas no hayamos tenido Titanfall 3 y, honestamente, es imposible no estar al menos un poco enfadado con esta situación.
Un shooter que juega con tus expectativas
Titanfall 2 ha pasado mucho tiempo cogiendo polvo virtual en mi biblioteca de Steam. Sin embargo, he saldado mi deuda con él ocho años después de despreciarlo en favor de Battlefield. Mi opinión podría resumirse en que quizá me equivoqué al elegir aquella vez y en que pienso que el juego es tan bueno como dice todo el mundo. Tiene la mejor campaña 'singleplayer' que nos han ofrecido los shooter bélicos a lo largo de la última década y es muy difícil pensar en un videojuego que sea capaz de jugar mejor con las expectativas de los usuarios.
La primera hora de Titanfall 2 me hizo pensar en que era un juego bastante normal. Te presenta las mecánicas de desplazamiento y te sitúa en la historia. Entiendo que es imprescindible por lo atípico de la movilidad, pero no termina de ser impresionante para alguien que ya ha jugado a tantos Call of Duty con jetpacks o exoesqueleto. Los momentos donde controlamos al titán son divertidos, pero no ocurre nada que te haga pensar que estás ante algo tan especial. No es el tren de Half-Life o el comienzo de Wolfenstein: The New Colossus.
Es a partir de aquí que todo comienza a girar muy rápido. Yo pensaba que estaba ante un shooter bélico normal con una campaña normal en la que el conflicto crece en intensidad y donde las mecánicas de combate casi no evolucionan durante la aventura. Mis primeras impresiones no podrían haber estado más alejadas de la realidad. Es difícil explicarlo bien sin entrar en 'spoilers', así que voy a ser más inexacto de lo que me gustaría: el juego de Respawn cambia aspectos importantísimos de su propuesta jugable cada pocos minutos. Lo hace incluso cuando presenta mecánicas sobre las que otras compañías bien podrían desarrollar juegos enteros.
Si a estos cambios constantes le sumamos el hecho de que la campaña de Titanfall 2 apenas dura cuatro o cinco horas, nos encontramos con un juego que se vive a un ritmo elevadísimo. Es algo así como el "Ponte Eufórico Mix" de Cómo Conocí a Vuestra Madre. Aquí no hay altos y bajos, si no una línea siempre ascendente que concluye con uno de los finales que más he disfrutado como jugador. Todo esto tiene especial mérito si tenemos en cuenta que el juego llegó en ese momento en el que las campañas parecían dejar de importar.
Pese a ser brillante en cuanto a ritmo, hay mucho más. Titanfall 2 también es un diseño de niveles magnífico que nos permite sacarle un partido tremendo a la movilidad que nos concede nuestro traje. También, y esta vez el también debería ir con mayúsculas, es un juego bastante emotivo. Explora la relación entre hombre y máquina a través de los dos personajes principales: piloto y titán. No es demasiado novedoso en este sentido, pero lo hace bien y logra que BT-7274 te importe más que el universo que supuestamente estás salvando.
La tendencia en el mundo de los videojuegos ha ido por caminos que no benefician a Titanfall 2. Los títulos multijugador son los favoritos de las desarrolladoras por su potencial para la monetización y este juego de Respawn nunca terminó de crear una comunidad lo suficientemente grande. Sigo pensando que en buena medida es culpa de las fechas. El hecho de que no vendiera tanto castigó al 'multiplayer' lo que, a la postre, hizo que los desarrolladores comenzasen a centrarse en la creación de Apex Legends. Ahora, con un battle royale que gestionar y sacando los mejores ‘singleplayer’ que Electronic Arts ha visto en los últimos años, Titanfall 3 parece estar más lejos que nunca.
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