Nuevo capítulo del particular “tira y afloja” que viven desde comienzos de año Elon Musk, el multimillonario al frente de firmas como SpaceX, Tesla y X, y Sam Altman, el CEO de OpenAI capaz de regresar a la compañía después de salir por la puerta de atrás. En marzo, Musk anunció su intención de demandar a los creadores de ChatGPT por haber dejado atrás su objetivo inicial. Y, aunque más tarde reculó y descartó dicha idea, el sudafricano ha vuelto a las andadas y ha decidido seguir hacia delante con su demanda contra OpenAI y Sam Altman.
Como señala el portal Ars Technica en una reciente publicación, Musk ha decidido reactivar la demanda contra OpenAI alegando que estos le engañaron para que contribuyera con 44 millones de dólares. Según el multimillonario, dicha contribución tendría como resultado que OpenAI siempre sería de código abierto y priorizaría el bien común sobre las ganancias, pero Musk asegura que estos ignoraron dicha condición y traicionaron su confianza con la intención de obtener beneficios personales. Por ello, acusa a Altman de utilizar un “falso altruismo” para atraerlo y, más adelante, cambiar el objetivo cuando las ganancias comenzaron a surgir.
Promesas incumplidas y acuerdo con Microsoft
Según Musk, Altman le vendió la idea de un modelo sin fines de lucro que sería financiado y respaldado por el dueño de Tesla. De esta forma, podrían atraer científicos de talla mundial, realizar investigaciones líderes en IA y descentralizar la tecnología, garantizado así la neutralidad y seguridad para el beneficio de la humanidad. Por ese motivo, todas las aportaciones que Musk realizó las llevó a cabo con la intención de que la compañía siempre fuera de código abierto, razón por la que incluso se opuso a cambiar el modelo a uno con fines de lucro en 2018.
Ello, sumado al acuerdo exclusivo que OpenAI cerró con Microsoft en 2023 para cederla la licencia exclusiva de GPT-4, llevaron a Musk a sentirse traicionado. Por ese motivo, ha solicitado al tribunal que otorgue daños máximos por el presunto fraude, incumplimiento de contrato, publicidad engañosa, prácticas desleales de competencia y otras violaciones cometidas por OpenAI. Además, también ha solicitado que se estudie si la firma ya ha alcanzado la condición de Inteligencia Artificial General, una IA más capaz que los humanos. Y, de hecho, también acusa a Altman de ocultar los modelos de OpenAI para priorizar las ganancias. Por todo ello, parece que en esta ocasión la demanda sí seguirá hacia delante.
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