Alegría, alboroto, ha terminado la tercera temporada de The Mandalorian. ¿Pero es lo que esperabas? Amigo lector, si estás en este artículo imagino que o bien ya has visto el último episodio de The Mandalorian, o bien te da igual que te arruinemos las sorpresas del capítulo. En cualquier caso, lo advertimos ya: este texto contiene spoilers sobre el final de la tercera temporada de The Mandalorian a partir de este punto. ¿Preparados?
Bien, si sigues ahí seguramente pertenezcas a uno de estos dos grupos de fans del Universo Star Wars: aquellos a los que el final de temporada ha entusiasmado, o los que se encuentran algo decepcionados. Si eres de los primeros, felicidades. Hay poco más que añadir, el episodio es tremendamente emocionante y deja algunos de los mejores momentos de acción de los últimos años en Star Wars. Pero si eres de los del segundo grupo de fans y te has quedado con "el morro torcido" tampoco pasa nada, sabemos de quién es la culpa: del hype.
El peligro de las expectativas
Los anteriores cierres de temporada de The Mandalorian resultaron apoteósicos. De ahí que en general se esperara un episodio al menos tan impactante como aquellos. Era difícil, pero siendo La Esperanza uno de los motores conceptuales de Star Wars, no había por qué esperar menos, ¿verdad? El caso es que a esa esperanza de presenciar algo tremendamente impactante se sumaban declaraciones como la de uno de los actores, adelantando un final desgarrador, o las del propio Dave Filoni, uno de los responsables de la serie, adelantando que este final dejaría muchas cosas para asimilar por parte de los fans. Tampoco ha sido para tanto.
Ese tipo de informaciones generan unas expectativas enormes en cualquier espectador, más aún en los fans de Star Wars, siempre dispuestos a montar sus propias teorías sobre qué puede pasar o dejar de pasar cada semana con el siguiente capítulo. Yo soy de esos. Me había montado una película en mi cabeza tremendamente alucinante. No he acertado ni una. Incluso andaba enfadado con el mundo porque el otro día me tropecé en redes sociales con lo que parecía un spoiler sobre el final de la serie, que luego, no ha resultado ser tal.
Imagen: Lucasfilm
También hay que decir que han sido un poco tramposos con nosotros. El penúltimo episodio ha jugado enormemente con los espectadores, que buscaban traidores y conspiraciones en cada fotograma cuando, al final, no había nada de eso. ¿Es culpa de los espectadores? Bueno, sí. Un poquito. Pero que ese episodio se titulara "Los Espías" invitaba a buscar espías aquí y allí. Ese episodio olía a beskar y traición. Luego nada de nada. Un poco feo eso… Si lo hubieran titulado "La Tarta de Cumpleaños", yo hubiera esperado ver una tarta de cumpleaños en algún momento.
No diré que sea un mal final de temporada. Me ha gustado mucho el episodio, insisto. Pero tal vez el problema es que el episodio que yo me había imaginado "molaba" más. Tampoco pasa nada, lo superaré, seguiré adelante… Vamos, que drama ninguno. Lo único que me preocupa es si me dará la nómina (y la estantería) como para traerme a casa tanto muñequito nuevo de la serie como quiero añadir ahora a mi colección.
Imagen: Lucasfilm
Y ahora, ¿qué?
Lo que tal vez me deja con una sensación más desagradable es el significado en sí del capítulo para el devenir de la serie. Y es que todo ha cambiado para que no cambie nada. Podría decir que el final de esta temporada me deja, narrativamente, prácticamente en el mismo punto donde me dejó el final del primer capítulo de la primera temporada. Es una exageración, claro, pero no demasiado desmedida.
Esta tercera temporada nos despide con Mando recuperando su identidad de cazarecompensas solitario con niño al cargo, dispuestos a encarar aventuras de una en una. Que sí, que ahora Mando es legalmente padre soltero, y que Grogu ya no es es el huérfano desvalido de anteriores temporadas y que se maneja la mar de bien con la Fuerza. Pero en general volvemos a ese punto en el que Mando, sin mayores ataduras, puede encarar los diferentes encargos que le haga la Nueva República de uno en uno, esto es, básicamente, de episodio en episodio, sin mayores restricciones argumentales.
Imagen: Lucasfilm
Por el camino han quedado todas esas tramas de Gideon, los clones, Mandalore, el Darksaber y demás. Todo ha sido más o menos solucionado. Seguro que volveremos a saber de Bo-Katan y los mandalorianos, claro… En algún momento alguien deberá explicar por qué cuando cronológicamente llegamos a la era de la trilogía de películas de las secuelas nadie parece saber nada de los mandalorianos. Ni están ni se les espera, aparentemente. ¿Qué mejor manera de contar esa historia que de la mano de The Mandalorian?
Con una película evento recién anunciada en la pasada Star Wars Celebration a cargo de Filoni, en la que se unirán las diferentes series de Disney+ a su cargo, como The Mandalorian, Ahsoka o Skeleton Crew, imaginamos que empezaremos a ver las semillas argumentales más pronto que tarde. La temible amenaza que se cierne sobre la galaxia, el Gran Almirante Thrawn, ya ha enseñado "la patita" y esta misma temporada de The Mandalorian le ha preparado el escenario para que podamos verle en acción en Ahsoka.
Ashoka, que se estrenará el próximo mes de agosto en Disney+, está llamada a explicar toda esta trama de la gran amenaza de Thrawn y en ella veremos acontecimientos sin duda importantes para el futuro de la saga Star Wars. Pero The Mandalorian parece haberse quedado un poco al margen de eso. Con una cuarta temporada en preproducción ya confirmada, lo único que a día de hoy podemos dar por sentado es el regreso de Din Djarin y Din Grogu, tal vez el próximo año 2024. Pero no nos ha dejado ningún "cliffhanger" emocionante, solo la promesa de un pistolero a sueldo dispuesto a levantarse cada mañana a ganarse el jornal dando caza a peligrosos elementos imperiales en el borde exterior de la galaxia. Bueno, está bien, la épica vida del autónomo espacial.
Imagen: Lucasfilm
Hay una parte de mí muy contento con esa idea, contento con recuperar el western y las aventuras episódicas, de ver cosas nuevas y vivir aventurillas intrascendentes. Pero otra parte de mí echa de menos los planes a largo plazo, la épica que dibuja los grandes momentos de la Saga Star Wars. En cualquier caso, no me voy a dejar llevar por la decepción, porque tampoco hay que ponerse tan tremendo, en mi opinión. A pesar de que el final me ha sabido a poco, me gusta que me haya sorprendido. Me alegra no haber ni rozado el tablero con mis triples y teorías, y oye, ese final que recupera el tono episódico y el western me encanta: al bueno de Mando solo le faltaba el banjo en ese atardecer.
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