La secuela de Two Worlds hace los deberes y mejora la fórmula de su predecesor. Una campaña más interesante y un multijugador son las principales virtudes que compensan un sistema de combate excesivamente simple y unos interfaces innecesariamente complejos. Una opción muy interesante para los fans del rol.
Broken Steel es necesario en la medida en la que permite continuar la campaña individual de Fallout 3, sin embargo su acabado técnico y sus escasas novedades dejan mucho que desear.
Bastante largo, con una gran variedad de localizaciones y un sistema de combate cooperativo muy divertido, que nos hará disfrutar como nunca rebanando pescuezos de orco y masacrando trasgos con flechas y hechizos mágicos.
La Llegada es, de todos los DLCs de Mass Effect 2, el más orientado hacia satisfacer el ansia de acción de los fans de la saga de BioWare. No llega a la altura de las expansiones anteriores del videojuego, que dejaron el listón muy alto, pero se trata de un añadido muy estimable que crea interesantes lazos entre la segunda y la tercera entrega de las series.
No es el más original de su categoría pero ha sabido crearse un hueco ofreciendo una fórmula de juego tan directa y desafiante que, tratar de conseguir las mejores puntuaciones en cada nivel supone, a expensas de recibir Torchlight II y Diablo III, un fantástico pasatiempo muy recomendable para los seguidores del género.
Si somos capaces de pasar por alto los bugs de Dawnguard o si Bethesda Softworks los corrige con la mayor celeridad posible, tendremos entre manos un interesante añadido para Skyrim. The Elder Scrolls V se expande con nuevas misiones, armas inéditas, la facción de los vampiros... y bugs, muchos bugs.
Con ánimo de hacer llegar la franquicia Dungeon Siege a un público más amplio, Obsidian presenta la tercera entrega. Más ligera en todos los sentidos que sus predecesores, y con algunos errores de bulto a nivel conceptual estamos ante un Action-RPG de la vieja escuela poco innovador ni particularmente memorable, pero sí muy entretenido y ameno.
Sin ofrecer nada particularmente llamativo por lo bueno ni por lo malo, Leviathan se limita sencillamente a hacer los deberes con corrección pero sin brillantez. Cerca de 3 horas de combates, esporádicos rompecabezas y algún que otro momento potente para el primer añadido de Mass Effect 3.
Cuesta no sentir simpatía por el divertido planteamiento de Conoce el Futuro, pero a efectos prácticos esta segunda expansión de Fable 2 no aporta gran cosa. Las interesantes quests y el bajo precio son las principales razones para prestarle atención.
Sacred 2 es un título muy interesante con más de Hack and Slash que de rol. Los bugs y los fallos de programación enturbian lo que podía haber sido un imprescindible en el catálogo de consolas dada la escasa presencia del género en los últimos años.
Tenía el potencial para convertirse en un auténtico clásico, pero se ha quedado algo lejos de ese objetivo. La simpleza en algunos apartados y un sistema de combate injusto e impreciso en más ocasiones de las deseadas son los culpables de ello, aunque esta sigue siendo una gran aventura de rol que ha captado como pocas el espíritu de las mejores historias de piratas.
Su planteamiento argumental, puesta en escena y sistema de combate son lo suficientemente atractivos como para enganchar al jugador de principio a fin, pero Of Orcs and Men cuenta también con algunos defectos que hacen que su propuesta no alcance un nivel más alto.
Gracias a lo intenso de su acción y su divertido multijugador cooperativo, Sacred 3 es un buen hack ‘n’ slash que os lo hará pasar realmente bien mientras os enfrentáis a las tropas del Emperador Zane. Las batallas son dinámicas y espectaculares, aunque también pecan de ser repetitivas y poco profundas a nivel de opciones de juego.
5 horas de duración es una longevidad más que generosa para un DLC, sin embargo Dead Money no está a la altura del fantástico nivel que la saga Fallout garantiza por una serie de elementos. Una dificultad mal calibrada, un recorte de exploración importante y escasa recompensa para el jugador son sus principales pegas. El universo Fallout, sus virtudes.
Dark Messiah of Might & Magic es a todas luces un buen juego de acción y rol, aunque lamentablemente no está exento de ciertos problemas técnicos.
Ahora construir tu propia casa en Skyrim ya es posible, pero también formar una familia y defender nuestra propiedad. Hearthfire quizá queda algo corto de contenidos y es un añadido principalmente cosmético, pero construir nuestra vivienda nos llevará cierto tiempo y trae consigo algunos detalles secundarios divertidos e innovadores.
Unas seis horas de caótica aventura es lo que ofrece lo nuevo de DeathSpank. Un título frustrante hasta cotas insospechadas, que se ha limitado a vivir de las rentas del pasado sin mostrar ni un ápice de ambición por mejorar un sistema de juego que ha demostrado no ser del todo efectivo en los combates.
Para todos aquellos para quienes el Yermo ya no tiene secretos pueden encontrar diversión en Mothership Zeta, aunque deben estar advertidos de que la dosis de acción es alta, el rol escaso y la historia muy poco inspirada. Una despedida de Fallout 3 que no está a la altura del resto de expansiones.
Risen es un discreto videojuego de rol que tenía mimbres para convertirse en una notable incorporación a los catálogos de PC y Xbox 360. La progresión del personaje y su forma de combatir son demasiado elementales, y la historia y el desarrollo de las misiones no acaban de convencer.
Two Worlds llega a Xbox 360 casi cuatro meses después que la versión de PC, y lo hace con las mismas excelencias y los mismos defectos que el juego de compatibles.
Solemos decir que las mejores ideas siempre son las más sencillas, pero en el caso de Fable Heroes, le ha faltado claramente algo más de ambición para lograr un resultado de mayor empaque.
Lejos de sorprender, Honest Hearts acaba decepcionando por el escaso interés de su historia y sus combates. Si buscamos más horas para New Vegas y algunas armas nuevas, este es nuestro DLC, no obstante si queremos un entretenimiento de tanta calidad como el juego original al que expande el nuevo add-on de Fallout, éste decepciona.
Omega decepciona puesto que no logra sacar partido de un telón de fondo tan apasionante como podía haber sido éste. Demasiados combates poco inspirados y ausencia casi total de los elementos más característicos de la serie, se llevan por delante buena parte del interés que podía haber tenido esta expansión para Mass Effect 3.
Kingdom Under Fire: Circle of Doom obtiene poco más de un aprobado por sus valores de producción, por el multijugador cooperativo y porque, pese a resultar insatisfactorio, no es un juego insultante o malo; sencillamente termina siendo aburrido.
Rise of the Argonauts innova en la dirección equivocada. A pesar de que la historia y el contexto mítico resultan aspectos interesantes, lo cierto es que las repetitivas mecánicas jugables y las abundantes deficiencias técnicas hacen del videojuego una experiencia aburrida y monocorde de la que se esperaba mucho más.
