La acción de SUPERHOT da un giro al género de los roguelike con Mind Control Delete, una expansión independiente que añade tres personajes jugables, docenas de nuevos niveles y habilidades especiales para sobrevivir a un videojuego que apuesta por un estilo menos lineal que el del título original.
Rocket Arena es un multijugador realmente divertido y que cumple de sobra con casi todo lo que le puedes pedir de lanzamiento: juego cruzado, clasificatorias, partidas privadas y más. Disfruta de una buena variedad de personajes, mapas y modos interesantes, aunque tiene que lograr atraparte de verdad para que no te canse al cabo de unas pocas horas.
De lanzamiento, Disintegration es más interesante como idea que como resultado. Está bien planteado, se siente balanceado y justo, la campaña presume de cierta variedad y de una buena producción… pero a la hora de la verdad no hay muchos momentos de emoción ni tensión, y hay características importantes que por una u otra razón, no se han implementado.
Project Warlock es un first person shooter de vieja escuela que sigue la línea de Doom, Hexen o Wolfenstein. Cuenta con un explosivo cóctel de balas, magia y monstruos, y 60 niveles llenos de acción y jefes a los que enfrentarse.
Warface: Breakout se presenta como un clásico videojuego de acción y disparos en primera persona optimizado para consolas y enfocado hacia su vertiente más táctica.
¡Terror en el espacio! The Persistence propone al usuario sobrevivir a una oscura estación espacial atestada de mutantes con sed de sangre. El videojuego de realidad virtual combina el terror en primera persona con el sigilo, primando el uso de gadgets y coberturas para evitar ser detectados por los enemigos.
3D Realms vuelve a sus raíces con Ion Fury (antes conocido como Ion Maiden), un videojuego de acción en primera persona que ha sido desarrollado con el motor gráfico del legendario Duke Nukem 3D.
Deep Rock Galactic es un shooter cooperativo con fuerte énfasis en la minería que combina elementos jugables que en sí no son nada originales, pero que combinados dan lugar a una experiencia única y refrescante. Además es bastante sólida, con rejugabilidad a raudales, un divertido cooperativo online y por tanto muchas horas de juego.
Vive la acción y el ritmo trepidante de la campaña de Call of Duty: Modern Warfare 2 ahora también en la generación de PS4 y Xbox One con Call of Duty: Modern Warfare 2 Campaign Remastered, una edición remasterizada sobre el modo historia del exitoso FPS que garantiza texturas y animaciones mejoradas, renderizado físico, iluminación HDR y otras mejoras gráficas.
DOOM 64 es una secuela del estupendo FPS DOOM 2, desarrollada por Midway para Nintendo 64.
DOOM Eternal es la secuela directa del galardonado Doom (2016) desarrollado por id Software, donde se busca ofrecer la mejor combinación de velocidad y potencia de fuego, dando todo un salto adelante en el mundo del combate en primera persona en avance continuo.
Memories of Mars es la apuesta por la supervivencia espacial de mundo abierto, concretamente en Marte, de Limbic Entertainment, con desarrolladores tras obras como la franquicia Might & Magic y Tropico 6.
Puede que Call of Duty: Warzone no sea un juego revolucionario dentro de los juegos battle royale, pero es uno que aporta más de un granito de arena para hacerlo evolucionar; lo hace bien, y su variedad de armas y herramientas sientan muy bien para darle emoción a su ya de por sí intensa acción.
Zombie Army 4: Dead War es el mejor título de la saga, y todo un paso adelante en la dirección correcta. Las armas estándar y pesadas se sienten más útiles e interesantes, y los nuevos tipos de zombi son más divertidos e imaginativos.
Demon Pit es un intenso videojuego de acción y disparos arcade, inspirado en los clásicos FPS de los 90, que nos desafía a poner a prueba nuestros reflejos contra las interminables oleadas de la horda demoníaca en una arena que cambia constantemente
Halo: Reach es una precuela de la saga estrella de las consolas Xbox. Lanzado en exclusiva originalmente para Xbox 360, cierra el arco argumental de la trilogía original desarrollada por Bungie (Halo: Combat Evolved, Halo 2 y Halo 3). Se sitúa cronológicamente en el año 2552, antes de los hechos acontecidos en Halo CE y sólo 20 años después de Halo Wars.
Todavía muy lejos de ser un videojuego totalmente recomendable, podríamos decir que CI Games va puliendo la fórmula de su saga estrella. Sniper Ghost Warrior Contracts tiene algunos aciertos importantes, y ha sabido gestionar mucho mejor su presupuesto y limitaciones que en episodios anteriores.
Aquellos que, como yo, esperaban encontrarse con una producción mediocre y lastimosa que siguiera los pasos de títulos del mismo estudio y compañía editora como el fallido Rambo: The Videogame van a llevarse una buena alegría cuando comprueben que Terminator Resistance es un título más que decente.
Call of Duty: Modern Warfare tiene en su mano que una comunidad entera recupere la fe en la franquicia, y que los que un día se fueron vuelvan. Siento que flaquea en los modos multijugador más abiertos que, quizá por falta de trabajo o falta de perspectiva, se me antojan menos… divertidos; sin más, pero en los modos más íntimos, es contundente y salvajemente entretenido.
Destiny 2 Shadowkeep no alcanza los estándares demoledores de Forsaken (2018) pero compensa sus carencias con una experiencia general revisada, mucho más necesaria y acertada. Más que una expansión, es toda una declaración de intenciones que sienta las bases y pasos a seguir para los años venideros y, prácticamente, una cita obligada para todos los jugadores habituales de Destiny.
Borderlands 3 tiene infinidad de cosas buenas. Tiene un control y unas mecánicas de disparo inmejorables y, al mismo tiempo, es todo un homenaje a los fans, con un desfile de caras conocidas y guiños que harán sus delicias. Solo queda soñar con lo que GearBox hubiera logrado si hubiera aprovechado todos estos años de espera para introducir más novedades o un endgame memorable.
Los creadores de la saga ArmA lanzan con Vigor su primer gran exclusivo de Xbox One, con un título llamado Vigor que apuesta por la clásica ambientación postapocalíptica tras una guerra nuclear acaecida en una alternativa década de los 90.
Un juego oscuro, siniestro y con una tremenda acción basada en el terror y suspense. Abominables criaturas, un engine gráfico espectacular, mucha sangre y mucho miedo. El resurgir de un mito.
