Symmetry apenas rasga la superficie de lo que el género de estrategia y supervivencia es capaz de ofrecer. Hay una clara falta de progresión y una dificultad que se antoja forzada, que frustra con el único fin de arañar algo más de tiempo de juego. Esperábamos mucho más de él. Lamentablemente, esta falta de profundidad hace que no esté a la altura de grandes exponentes como This War of Mine o Sheltered.
A menudo resulta difícil construir una valoración de un videojuego y explicar en pocas líneas las conclusiones que ofrece. En el caso de Earthfall es fácil: No es demasiado divertido. Tan sencillo como eso. Los problemas de rendimiento y los bugs ocasionales están ahí, y son molestos eso está claro, pero es la base lo que provoca que este shooter sea tedioso y más bien poco interesante.
Tiene todo lo necesario para convertirse en una gran aventura de acción sandbox pero, tristemente, One Piece: World Seeker ofrece un sistema de combate demasiado simple, demasiado torpe, al que acompaña un deficiente diseño de misiones que no están a la altura de la franquicia en la que se basa.
Contra: Rogue Corps es un twin-stick shooter con demasiados problemas para lograr una experiencia más que satisfactoria. Se echa en falta un control más pulido y preciso, niveles más variados que no caigan en la repetición y un sistema de progresión más cómodo e intuitivo. Tiene sus momentos en los que logra su objetivo, pero no duran tanto como nos gustaría.
Una de las decepciones del catálogo de lanzamiento de Xbox One es la que nos ocupa. Un juego de dragones que sobre el papel parecía fascinante y sugerente, pero que se viene abajo por sus problemas de control y su monótona y soporífera propuesta. Como videojuego independiente es de lo más mediocre y, en relación con Panzer Dragoon, Crimson Dragon es un del todo insuficiente heredero espiritual.
Bayonetta 2 nos ha marcado a muchos de nosotros y, suponemos que por eso mismo, esperábamos con ganas otra de sus producciones, The Legend of Korra. Sin embargo el desengaño que nos ha dejado esta aventura repleta de combates ha sido enorme, nada que ver con lo expuesto en la majestuosa obra protagonizada por la Bruja de Umbra.
La jugabilidad de Shiftlings se deshincha tan rápidamente como el traje de nuestros protagonistas. Este gordo y flaco tan espacial no ha conseguido darnos un plataformas de puzles lo suficientemente adictivo como para mantenernos atentos a la pantalla durante su propuesta. El clásico "buena idea pero mala culminación" en un juego que no ha sabido mantenernos atados a su jugabilidad.
Fimbul apenas cumple con los objetivos que se esperan en un juego de acción. Su sistema es lento, poco estimulante y no carente de bastantes fallos técnicos y de diseño por el camino. Aun así logra crear un sistema de combos interesante, pero el resultado final dista de ser una experiencia que atraiga a los jugadores. Se nota la inexperiencia del estudio, que aún debe pulir y perfilar mejor sus ideas.
Desarrollar un juego de exploración y mundo abierto no es nada fácil, y el pequeño equipo tras Generation Zero cae ante el peso de sus propias ambiciones.
Teniendo en cuenta la buena reputación de la que disfrutaba el original, Crysis Remastered solo tenía que asegurarse de hacer bien dos cosas: una, mantener la personalidad que tenían las escenas que nos hicieron alucinar con los gráficos en su día; y dos, corregir los problemas de optimización que tenía aquel.
Muchos esperábamos encontrarnos con una producción de gran calado que sirviera a Yuji Naka para redimirse de sus trabajos más recientes pero, por desgracia, vamos a tener que seguir esperando a que el que fuera uno de los padres de Sonic demuestre nuevamente su talento.
Fighter Within en Xbox One mejora notablemente lo visto en el espantoso Fighters Uncaged de Xbox 360, pero no es suficiente para que logre aprobar. Falta precisión en los movimientos y hay algunas buenas ideas, pero una ejecución de éstas de una pobreza asombrosa las acaba lastrando. En definitiva una nueva oportunidad perdida para sacar partido de Kinect con un título de lucha.
Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutants in Manhattan es una mancha para el historial de las tortugas y Platinum por igual. Si el sistema de ataque estuviese a la altura de la defensa, sin duda, estaríamos hablando de otro resultado.
Encaras la acción de Extinction con la ilusión del que espera encontrar emocionantes combates contra criaturas colosales pero, bastan un par de minutos para darse cuenta de que el videojuego de Iron Galaxy falla de forma estrepitosa en prácticamente todos y cada uno de sus elementos clave.
Agony tiene buenas ideas, pero su resultado final es un poco pobre. Las sensaciones de angustia que se experimentan recorriendo el infierno o siendo perseguido por sus criaturas tienen pocos parangones. Sin embargo, a parte de eso, no hay mucho más de lo que poder disfrutar en su viaje por el averno.
Fade to Silence no parece haber abandonado su Acceso Anticipado, a juzgar por su resultado final. Tiene buenas ideas y grandes ambiciones dentro del género de la supervivencia y construcción, pero no logra traspasar con acierto todas estas ideas al videojuego final.
Crossfire X no tiene mucho que ver con el éxito multitudinario de Crossfire para PC en el territorio coreano. Con un control anacrónico y tosco, presenta sorprendentes decisiones en cuanto a su corto contenido y no presenta suficiente atractivo jugable a pesar de sus dos modalidades de juego distintas.
Un sucesor de la saga Super Smash Bros. que rezuma simpatía por los cuatro costados, goza de una estética muy colorida y acertada y posee toneladas de personajes personalizables distintos… pero que desgraciadamente hace aguas en el resto de los apartados.
7 Days to Die es un videojuego de acción y supervivencia en mundo abierto que integra mecánicas RPG y de crafteo como atractivo principal. El juego nació a través de Kickstarter y llegó a PC en 2013 en acceso anticipado, para lanzarse posteriormente en PS4 y Xbox One.
