Metal Gear Solid 5
Xbox OneMetal Gear Solid levantó los cimientos sobre los que se erige el género de la infiltración. Ahora Kojima redefine el género que él mismo auspició metiéndolo con éxito dentro de una estructura de mundo abierto.
Metal Gear Solid levantó los cimientos sobre los que se erige el género de la infiltración. Ahora Kojima redefine el género que él mismo auspició metiéndolo con éxito dentro de una estructura de mundo abierto.
Red Dead Redemption 2 es un videojuego absolutamente asombroso en todos los sentidos. Hay pocos reproches que hacerle a una aventura que nos deja un héroe para el recuerdo, Arthur Morgan, y uno de los grupos mejor escritos y más apasionantes de descubrir: la banda de Dutch van der Linde.
Sekiro: Shadows Die Twice es otra muestra más de la excelencia de FromSoftware, que huye de su clásica mecánica del hit and run para colocarte frente al enemigo sin posibilidad de huida. Ante la defensa de Dark y Demon's Souls, y la evasión de Bloodborne, Sekiro combina la defensa y el ataque en un baile de espadas como pocas o ninguna vez se ha visto en un videojuego.
Halo 5: Guardians es el shooter que necesitaba Xbox One para convencer a los fans de Jefe Maestro de dar el salto a la nueva consola de Microsoft. Su campaña es extraordinaria y ofrece un entretenimiento épico y espectacular con la particularidad de dejarnos con ganas de más.
Una obra maestra. Sin más. El equipo de Matt Make Games ha dado vida a una aventura de plataformas 2D simplemente maravillosa. Su trepidante acción, su increíble diseño de niveles, ¡lo adictivo que resulta! son solo una pequeña parte de Celeste. Con una historia muy personal, que va directa al corazón, este videojuego de estilo retro se va a convertir, sin dudarlo, en uno de los grandes de 2018. ¡Un imprescindible!
It Takes Two es la cooperación en su máxima expresión. Lo último de Josef Fares es su mayor y mejor intento por hacer un juego colaborativo en que narrativa y jugabilidad se combinan con mucho talento y genialidad.
Tenía las expectativas muy altas así que sentía algo de miedo por si Psychonauts 2 no terminaba de sorprenderme como lo hizo el juego original hace más de 15 años. En apenas unos minutos lo nuevo de Double Fine me demostraba lo equivocado que estaba.
Rockstar demuestra otra vez que no hace las cosas como los demás con una versión next-gen de su genial GTA V.
El aspecto gráfico, la dirección artística, la banda sonora de Martin Stig Andersen… Todo funciona como un reloj suizo para hacer de Inside un videojuego que entra por los sentidos. No obstante, va un paso más allá, y no es sólo una cosa bonita, sino que la nueva obra de los creadores de Limbo es también una maravilla jugable.
Black Flag es una inmejorable aventura de piratas, que no pierde la esencia de la serie de Ubisoft pero que logra aportar suficientes novedades como para seguir siendo fresco también en la próxima generación.
Devil May Cry 5 es el videojuego que la saga necesitaba para volver a la actualidad tras una década de ausencia. Capcom regala a los nostálgicos de su glorioso pasado la mejor noticia imaginable: vuelven a estar en plena forma. Lo demuestran con uno de los Hack and Slash mejores, más complejos y más espectaculares de esta generación.
Es difícil no recomendar Halo: The Master Chief Collection. No sólo incluye algunos de los mejores shooters en primera persona de todos los tiempos, sino que los reúne en un embalaje único que con su cuidada remasterización demuestra el cariño que han tenido sus responsables por él.
Battlefield 4 es una de las mejores experiencias multijugador que vas a encontrar para finales de este año. Ha solucionado su escasez de modos, aunque los conocidos seguirán siendo los más jugados por la comunidad, y ha añadido más espectacularidad si cabe a la destrucción de sus vastos mapas. Hay poco que se le pueda achacar a este título cuando la recompensa es tan gratificante.
Si quieres algo diferente a los juegos de acción y mundo abierto habituales, Watch Dogs 2 es una opción extraordinaria. Por supuesto, y como todas estas propuestas, brinda un sinfín de contenidos para estar muchas horas entretenido, pero además tiene ese carácter único en todo lo que aborda: hackeo, relación con el mundo e incluso en su multijugador sin barreras.
Dishonored 2 es una secuela digna, gracias a su brillante diseño de niveles y los poderes de Emily que dan un cambio suficiente a sus mecánicas. Puede que sea algo conservadora, pero la fórmula de Dishonored todavía se mantiene lo suficientemente fresca como para querer seguir disfrutando de los poderes del Vacío una vez más.
Rise of the Tomb Raider es viaje, acción, emoción, belleza, aventura… Todo lo que vimos en el anterior juego pero magnificado, con una Lara y una Crystal Dynamics que han alcanzado la madurez. La exploración muestra gran libertad, el ritmo contiene decibelios de intensidad y los gráficos maravillan con una sensación de aventura y descubrimiento formidable.
Titanfall es frenetismo y rapidez. También es un juego muy conciso que sabe lo que quiere y que, comparado con la variedad que suele haber en el género, puede resultar algo escaso en cuanto a modos.
Monolith pone su sello a una de las mejores obras basadas en el universo de El Señor de los Anillos que recordamos. Una aventura que puede competir de igual a igual con otras obras consagradas de su misma idiosincrasia. Variado, repleto de cosas por hacer y tremendamente absorbente, este título rebosa diversión por todos lados, seas fan o no de la fantasía de Tolkien.
La saga Battlefield mantiene su supremacía como uno de los mejores multijugadores con otra demostración de fuerza donde de veras importa, en el campo de batalla.
Arkham Knight es un sobresaliente broche para la trilogía (cuatro juegos en realidad) de Rocksteady sobre Batman. El añadido del Batmóvil es su gran titular y la obsesión por justificar su presencia no siempre depara los mejores resultados, pero todo lo demás sigue siendo tan bueno que el conjunto mantiene su calidad y lo mantiene como uno de los mundos abiertos de aventuras más recomendables de la generación.
Sabíamos que nos gustaría, no nos imaginábamos que tanto. Overwatch es uno de los mejores videojuegos de acción multijugador que han pasado por nuestras manos. Por la intensidad de sus tiroteos, por el magistral diseño de sus protagonistas y sobre todo, por su admirable capacidad de sorprenderte una y otra vez.
La Definitive Edition de Tomb Raider es un producto extraordinario si no disfrutamos en su momento del espectacular Tomb Raider de 2013. Sus novedades gráficas no son tan poderosas como para hacerlo recomendable si ya terminamos aquel, pero en caso contrario el acabado gráfico y la resolución garantizan un apartado visual poderoso para sumar a una gran experiencia jugable.
Multiversus es un juego de luchas con gran potencial. Parte con un sistema jugable muy sólido, heredero de Smash Bros, pero que al mismo tiempo sabe encontrar su propia identidad. Aún hay un limitado, aunque suficiente, número de personajes y escenarios, además de que algunos aspectos del juego están desbalanceados y se echan en falta más modalidades de juego.
Ori and the Blind Forest es un rayo de luz independiente en un bosque colmado de superproducciones. El título de Moon Studios disipa nuestras dudas iniciales para revelarse como un título muy desafiante, con un diseño plataformero metroidvania sólido, de duración adecuada y brillante ambientación.
Con sus cosas extraordinarias y sus cosas no tan boyantes, The Division es una de las propuestas más atractivas en lo que llevamos de 2016. Adictivo hasta extremos sorprendentes y cargado de contenidos, hay poco que reprocharle en su faceta de valor-precio.