Milestone sigue demostrando que le encanta realizar juegos de velocidad. En este caso le ha llegado el turno a la segunda parte de Ride, juego que mejora sustancialmente lo mostrado en el primer título de la franquicia, lo cual tampoco era muy difícil.
Aunque es de justicia reconocer que en algunos aspectos Burnout Paradise ha envejecido un poco, lo cierto es que su fórmula de velocidad y frenetismo sigue siendo bastante actual. El de Criterion mantiene su condición de "seguro de vida" para garantizar una sesión de risas y diversión con el cerebro en punto muerto.
ONRUSH es un arcade de conducción como pocos vas a encontrar en el género y eso es algo a valorar. Sin embargo, aunque es divertido a rabiar, su fórmula puede llegar a repetirse demasiado al igual que sus modos.
Los amantes de los juegos de velocidad futurista pueden degustar un nuevo título perteneciente a dicho (y algo maltratado últimamente) subgénero. Xenon Racer es un juego que no es el mejor representante de su categoría debido principalmente a su desajustada y descompensada IA, que reduce bastante la diversión que arrojan sus diversos modos de juego offline.
Milestone sigue demostrando que son unos especialistas consagrados recreando títulos ligados al género de la velocidad. SBK 22 puede que nos sorprenda ni en lo técnico ni en lo jugable, pero se trata de un juego muy sólido que posee numerosas cualidades, desde lo personalizable que resulta la experiencia de pilotaje a la gran cantidad de opciones y editores que incorpora.
Cars 3: Hacia la victoria es un arcade de conducción interesante y que va más allá de la licencia en la que se basa. Es un título muy entretenido, especialmente indicado para los más jóvenes, aunque puede ser disfrutado por cualquier amante de este tipo de propuestas. No es muy original en su planteamiento, pero es un inconveniente menor.
Diez coches nuevos extraídos de la película Fast & Furious 7 (A Todo Gas) así como algún que otro guiño a dicho film es lo que nos ofrece este DLC independiente que, insistimos, puede ser descargado gratuitamente a través de Xbox Live hasta el 10 de este mes.
Hot Wheels: Unleashed es un buen arcade que cautiva con su buen uso de derrapes y a veces extraña por sus alocadas y caóticas físicas aleatorias. No lo relegaría a los “fans de la marca Hot Wheelsâ€, ya que puede gustar a cualquier aficionado a la conducción. Se echa en falta algo de variedad y más contenido de calidad como las cinco pistas especiales, que se hacen escasas.
El juego oficial de una de las competiciones deportivas más seguidas y apasionantes, MotoGP 15, no falta a su cita con una entrega completa y correctamente recreada por el equipo de Milestone, expertos en este ámbito. La gran cantidad de modos de juego que integra, sus opciones ilimitadas y las licencias oficiales son sus valores más sólidos.
Need For Speed Payback refina la fórmula del anterior juego, ampliando la escala y rescatando todas las buenas ideas de la franquicia, pero todo se hace demasiado familiar y poco inspirado. Si le sumamos una estructura que fuerza al jugador a repetir misiones para poder continuar, el resultado es un juego que se antoja divertido, pero también algo perezoso y artificial.
MXGP2 puede aportar pocas novedades en cuanto a modos y contenido dentro del disco con respecto a su antecesor, pero pule bastante su mecánica jugable con un mejor sistema de respuesta frente al terreno y un mayor control de moto y piloto con el mando. Una lástima que los asuntos más técnicos sigan costándole a Milestone salir completamente del barro.
Como ocurre en la inmensa mayoría de las producciones elaboradas por Milestone, en MotoGP 18 se deja ver el gran empeño que se ha puesto en su ejecución. Cambio de motor gráfico (que se deja notar bastante), múltiples retoques en su vertiente jugable y un esmero plausible en recrear los aspectos menores del título (como las comentadas pantallas de los menús) dejan clara la intención de evolucionar.
Después de muchos años de silencio por fin podemos disfrutar de una nueva entrega de la clásica franquicia V-Rally, lo cual es motivo de celebración. Y además se trata de un título que es capaz de amoldarse y satisfacer a un amplio grupo de usuarios por su disposición general, a caballo entre el arcade y la simulación.
Sébastien Loeb Rally Evo es un correcto juego de rallies que sin embargo parece un producto de otra época, con la falta de opciones y técnicas que ya están utilizando sus competidores. Su poco pronunciamiento en las físicas y los aspectos gráficos lo alejan de una experiencia pura de Rally, haciéndose valer por un buen modo carrera y una gran variedad de vehículos y pistas donde elegir.
Assetto Corsa Competizione se ha adaptado bien a consolas, con un sistema de control que responde a la perfección a la exigencia de este pilotaje, convirtiéndose en una opción interesante tanto para aficionados al género como usuarios que dan sus primeros pasos en la simulación.
La saga de simuladores de rally de bigben Interactive sufre un nuevo accidente con esta sexta entrega. Y es que sin ser un juego malo (de hecho resulta entretenido) no puede competir ni de lejos con los grandes representantes del género ni de forma global ni de esta misma categoría en particular (léase DiRT Rally).
Need for Speed: Heat necesita un equilibrio mejor en sus sistemas de juego, tanto en la progresión por los distintos eventos como en las persecuciones policiales, para hacerlo todo divertido, en vez de frustrante.
F1 2015 sigue siendo un correcto simulador de Fórmula 1, con unas bases de conducción sólidas pero que este año no consigue recuperar el ritmo que perdió la temporada pasada al dejar atrás tres importantísimos modos de juego: trayectoria, desafíos y pantalla partida.
Esta nueva producción de Kylotonn Games repite los mismos errores que se dejaron notar en sus últimas creaciones.
especialmente redentor. Es una nueva IP que no aporta nada particularmente nuevo o audaz, y que dentro de sus limitaciones tampoco acaba de resolverlas particularmente bien. Fallan muchas cosas como las físicas o la escasa profundidad, pero su componente accesible y su acertada mezcla de arcade y simulación agradará a más de uno.
Un arcade de velocidad simple y directo pero carente de chispa. Así es la nueva entrega de la famosa saga de motos creada en su momento por el gran Paul Cuisset, serie que sin duda ha vivido tiempos mejores. Divierte al principio y posee una amplia cantidad de opciones de juego, pero posee carencias jugables y técnicas demasiado importantes como para maravillar a los fans de la velocidad.
MXGP 2021 es un híbrido interesante que aúna bajo una misma propuesta la conducción más arcade con la simulación dentro de un deporte complejo de reproducir a los mandos. Sin embargo, su sistema de físicas es capaz de lo mejor y de lo peor al mismo tiempo, contando con una serie de modos de juego que están estancados en el pasado.
Flatout 4: Total Insanity trata de correr junto a los primeros títulos de la licencia, cogiendo su rebufo… pero descubre que al poco de salir, ya se han escapado. El videojuego de los galos de Kylotonn se acaba convirtiendo en una locura motorizada sin sentido de la diversión, que aburre a las pocas carreras y que no cuenta con una calidad acorde a lo que el género necesita.
Agent Intercept es un juego muy fugaz, con muy pocas horas de juego, pero aun así un planteamiento interesante, que me ha recordado a joyas como Chase H.Q. Desgraciadamente, le falta un mejor ajuste jugable, un mayor desafío y probablemente una propuesta globalmente más sólida.
La experiencia de Milestone con las motos (también con la saga RIDE) hace que sus videojuegos sean buenos, con una conducción realista. MotoGP 22 es un paso adelante y se demuestra que el estudio italiano sigue acelerando a buen ritmo para encontrar la perfección.
