La principal dificultad -y un detalle que los fans aborrecen en cierta medida- de Zelda: Tears of the Kingdom y su precuela, Breath of the Wild, es el hecho de que las armas que vamos recogiendo tienen una durabilidad limitada. Eventualmente, por darles uso (y no es poco en el juego) se acaban rompiendo. Si esto ocurre con armas normales tampoco es muy molesto, pero si hemos conseguido algún arma única de alguna misión o aventura secundaria pues sí que irrita.
Pero existe una forma de hacer que las estatuas que nos intercambian poes por objetos nos puedan ofrecer copias nuevas de esas armas a cambio de los espíritus que recolectamos en el subsuelo, aunque antes hay que completar una misión, la de ''Una petición del Subsuelo'' y en esta guía os explico cómo resolverla.
Misión Secundaria: Una petición del Subsuelo
Recordaréis que durante nuestra visita a la Meseta de los Albores Link se topó con varios miembros del clan Yiga que parecen haber ocupado el antiguo Santuario de la Resurrección de Breath of the Wild y otras áreas de la zona inicial dle primer juego. Pero lo que más llama la atención de este viaje por los recuerdos es que la estatua de la Diosa del Templo del Tiempo parece estar actuando de forma extraña, como si no fuese ella.
Nos dice que en realidad está en uno de los lagos de la meseta y que la busquemos. Si entrasteis por el suelo, es probable que lo hicieseis a través de la pared agrietada que hay en cerca de losa conmemorativa por los caídos durante la Era del Cataclismo. Al romperla y vaciar el lago, una estatua igual a las que nos intercambian Poes estaba allí y nos vuelve a redirigir al templo.
La petición de esta estatua es que su verdadera ubicación está bajo el subsuelo y que en el pasado le arrebataron sus cuatro ojos. Ahora, todos están cercanos a los distintos abismos que hay en la meseta de los albores. El cometido de Link es buscarlos y devolverlos a la estatua principal que está bajo la Gran Mina Abandonada, donde nos enfrentamos al maestro Kogg por primera vez. Para ello, tendrá que encontrar los ojos extraviados, tirarlos al abismo, bajar él después y llevarlos hasta la estatua para ponerlos con la Ultra Mano.
Antes de seguir, muy importante: no intentéis tirar un ojo y luego ir a buscar otro para lanzarlo al abismo porque el juego sólo almacenará el último que tirasteis en el subsuelo para recogerlo.
Cómo localizar y reponer los ojos de la estatua
Los ojos son objetos que pueden asirse con la Ultra Mano, así que la forma más sencilla de localizarlos es, mientras estéis en las inmediaciones de los abismos a los que os ha dirigido la estatua, activar la habilidad y buscar alguno de ellos. Tienen una forma muy particular y una vez sabéis cómo son es muy fácil encontrarlos.
Aunque debéis tener en cuenta que muchos podrían estar ocultos bajo piedras o no estar del todo a la vista. Como muchas veces os digo, sed minuciosos cuando exploréis. A continuación os voy a dar algunas pistas de donde encontrarlos en los distintos abismos y como llevarlos a la estatua.
Ojo del abismo al norte de la meseta
Al igual que la estatua que debíamos encontrar para iniciar esta misión, el ojo que está más al norte se encuentra sumergido en el estanque que hay cerca del abismo. Sólo tenemos que asirlo de su lecho marino y dejarlo caer para después seguirlo. Al llegar abajo, lo encontraremos cerca de un puesto de construcción zonnan. Podéis construiros un ''rover'' con lo que hay y llevar el ojo hasta la Gran Mina.
Una vez lleguéis allí, la forma más rápida de llegar es bajando directamente desde el puesto del Golem Refinador. La estatua está en una de las cámaras inferiores y se llega fácilmente a ella. Una vez allí, usad la Ultra Mano para ponerlo en cualquiera de las cuencas vacías.
Ojo del abismo al este de la meseta
Este se encuentra ligeramente enterrado cerca del arco en ruinas que hay adyacente al abismo. Con que lo sacudamos un poco con la Ultra Mano se liberara y ya podremos ''despeñarlo'' por su correspondiente abismo. Cuando bajemos, muy cerca veremos algunos artilugios zonnan y una vagoneta. Cerca hay unas vías, así que la opción más rápida es acoplar una turbina en la parte de atrás, el ojo a la delantera, poner el conjunto sobre las vias, subirnos y dejar que nos lleven a la mina.
Lo mejor es que la vía termina casi al lado de la entrada de la sala con la estatua a la que le estamos devolviendo sus ojos, así que sólo hay que sacarla de la vagoneta y llevarlo hasta ella para colocarlo, y con este serán dos.
Ojo del abismo al Sur de la meseta
El ojo de este abismo se encuentra oculto debajo de uno de los grandes bloques que caen del cielo continuamente en Zelda: Tears of the Kingdom. Todo lo que tenemos que hacer es mover el bloque, recogerlo, y dejar que caiga por el abismo para luego ir tras el. Al llegar abajo, tendremos que recogerlo y subir a una plataforma de construcción, ya que la mina está algo lejos y el recorrido sería muy accidentado.
Lo mejor es construir un planeador con turbinas en el que acoplarlo y llevarlo volando hasta la mina. Si vais directos a ella podéis usar la rampa que hay al lado del Golem Refinador a modo de pista de aterrizaje, y luego llevar el ojo por el mismo camino que cargasteis el primero, y con esto y sólo nos faltará uno.
Ojo del abismo que está al oeste de la meseta
El último ojo está congelado en un bloque de hielo al lado del abismo. Basta con combinar alguna de nuestras armas con un rubí (ya sea una espada o un cetro), equiparlo, y dejar que el calor funda el hielo para liberarlo. Una vez hecho esto, lo lanzamos por el abismo como los demás.
En esta ocasión el recorrido va a ser un poco más largo. Al llegar abajo, debemos poner el ojo en una de las plataformas con turbinas que hay para subirlo a una suerte de estación de vagonetas. Debemos subirlo en una de ellas y colocar el conjunto en la via de la izquierda (cuidado con los bokoblins esqueléticos.)
Sin embargo, esta vía no nos llevará directos a la Mina, sino a otra estación. Hay que repetir la operación de poner el Ojo en otra vagoneta, acoplarle los artilugios que precisemos para ir rápidos, volver a montarnos con todo y disfrutar del paseo. Pero esta vez cuando lleguemos no tendremos que bajar a la estatua, sino subir a ella.
Hay que subir el ojo a otra plataforma con turbinas que hay en la zona para que nos lleve al nivel en el que está la estatua. Y una vez allí, ya sólo nos queda ponerlo en el último hueco que queda. En agradecimiento, la estatua nos dará a elegir entre un contenedor de corazón adicional, o más resistencia.
Comprar la Espada del Héroe o Biggoron
Pero sin duda, lo mejor de esta misión es que a partir de ese momento, la estatua nos ofrecerá los mismos servicios que sus hermanas. Aparte de los objetos que ya hayamos desbloqueado para comprar (como la túnica oscura), entre lo que nos ofrece como novedades ahora estarán la Espada del Heroe y la Espada Biggoron.
Cuestan 100 y 150 poes respectivamente, y huelga decir que es una forma de reponerlas si se os han roto, aparte que así tampoco es necesario que las tengáis expuestas en vuestra casa de Akkalia y podáis usarlas tranquilamente sabiendo que es posible volver a conseguirlas acudiendo a esta estatua del subsuelo.
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