Pese a los nuevos gadgets y desafíos que buscan darle a la acción un soplo de aire fresco, Hitman 3 se siente como un juego tremendamente continuista con todo lo que ello implica.
Te piden que escapes, que corras sin cesar para salvar al gorila, ¡y lo haces!, pero Ape Out es tan divertido, tan frenético en su acción, que por malvado que suene, deseas que vuelvan a encerrar al pobre primate solo para "intentarlo una vez más".
The Wonderful 101: Remastered, más que una gran remasterización, es una obra que hace justicia a lo desconocido del juego original. Accesible para los nuevos del género, contiene capas y variedad suficiente para querer amaestrarlo en niveles superiores en la segunda vuelta.
Es posible que no alcance la grandeza del mítico Worms Armageddon, aquel videojuego fue una revolución, pero el Team17 puede estar orgulloso de haber creado uno de los mejores capítulos de su ya veterana franquicia. Su arsenal de armas es completo y variado, pero no conformes con ello, también te permiten personalizarlo con gran libertad.
Es tan divertido como se esperaba pero Nidhogg 2 peca de excesivo conservadurismo. Cambia su imagen, ahora es más vistoso, y añade nuevas armas con las que enfrentarse a otros jugadores en emocionantes duelos con espada, pero lo nuevo de Messhoff se queda muy corto de novedades. Es un más de lo mismo, realmente adictivo en su faceta multijugador, que ofrece diversión inmediata pero también efímera.
Flip Wars es un videojuego incompleto, y esa es la verdadera lástima. La base es sólida y divertida: una especie de Bomberman que cambia explosivos por paneles que saltan por los aires. Sin embargo, escasea en modos de juego y sensación de progresión. No tiene lo suficiente como para engancharnos, se queda corto, pero al final contiene potencial para divertir… aunque sea un rato.
1971 Project Helios es una propuesta interesante en el género de la estrategia, con buenas ideas y muy divertido cuando quiere. Lo malo es que los problemas con su cámara, la irregularidad de su ritmo y sus bugs hacen que jugar no sea todo lo agradable que pudiera ser. Y es una lástima, porque tiene algunos momentos de brillantez.
