Con mayores opciones de personalización que en el original y la vasta tierra de Aventuria a nuestra merced, Blackguards 2 se presenta como un buen juego de rol táctico ideal tanto para los novatos como, especialmente, para aquellos acostumbrados a los desafiantes duelos estratégicos propios de estas aventuras.
Su apuesta por un sistema de combate más intenso y visceral ha permitido a Victor Vran convertirse en un buen juego de acción rolera que sabe cómo divertir durante horas. Sin embargo, es también una obra demasiado típica en el diseño de sus misiones y el de la propia ambientación, con nula capacidad para sorprender a los aficionados más veteranos.
Con Fauces de Hakkon tenemos la posibilidad de pasar más horas con Inquisition, y eso ya es suficiente motivo para prestarle atención. Sí esperábamos más novedades o al menos una mayor atención al argumento, pero la relación horas de entretenimiento-precio es buena y continúa atesorando las grandes virtudes jugables de Dragon Age.
Es fácil dejarse atrapar por los muchos encantos de I Am Setsuna, un JRPG que capta con acierto el espíritu de los grandes clásicos aparecidos en la década de los noventa. El mayor problema de esta aventura de rol es que no pasa de ahí, de ser un homenaje, una bonita imitación que no aporta nada nuevo al género, ni tampoco sorprende por la calidad de su historia o la épica de sus batallas por turnos.
Tiene un potencial enorme pero ELEX no sabe sacar provecho de él. Su libertad de acción y el vasto mundo post-apocalíptico que permite explorar casi sin limitaciones no son suficientes para llevar al éxito a un RPG que no da la talla en aspectos capitales como su sistema de combate, por momentos frustrante, o la calidad de su argumento, que resulta demasiado genérico.
Original en lo jugable y bastante atractivo en lo estético, Epistory - Typing Chronicles es algo más que un raro videojuego con el que poner a prueba tus dotes mecanográficas. Teclear palabras a gran velocidad es el pilar sobre el que se sustenta su acción, pero a su alrededor también están presentes todos los elementos propios de un gran juego de aventuras.
Que el hecho de ser un remaster un tanto simplón no te desanime, tampoco. Detrás de él hay un gran JRPG que marcó época en su etapa de PlayStation 2. En pleno 2021 todavía se pueden ver las razones de ello, gracias a un diseño de mazmorras muy trabajado, intrincadas y hasta con algún que otro puzle ocasional. Pero tampoco podemos olvidarnos que el trabajo de Atlus es muy parco.
Ash of Gods: Redemption es un buen alumno de The Banner Saga que sigue la estela de este juego a pies juntillas en todos sus apartados. Es ideal para aquellos jugadores ávidos por seguir disfrutando de esta fórmula a la espera de la tercera entrega del juego de Stoic.
Este JRPG destaca por su personalidad única, dado que todos los personajes principales son chicas adolescentes que nos cuentan sus problemas y vicisitudes. Por lo demás se trata de un JRPG que posee una jugabilidad muy tradicional basada en las contiendas por turnos y los diálogos y relaciones entre los diferentes protagonistas.
Code Vein tiene un buen planteamiento jugable, aderezando los niveles con un nuevo sistema que permite múltiples configuraciones. Sin embargo, el desafío es demasiado fácil y termina por no aprovechar bien este sistema. Esto, unido a una historia muy floja que interrumpe constantemente la acción y un diseño de escenarios simples para un juego de estas características, resta mucho interés a la obra.
Tenía muchas esperanzas puestas en Biomutant y aunque me lo ha hecho pasar muy bien explorando su mundo abierto, es difícil no sentirse decepcionado con algunos aspectos del juego. Su combate es tremendamente divertido, tiene un potencial increíble, pero se echan en falta más combos y enemigos que te obliguen a adoptar estrategias diferentes. Ocurre más de lo mismo con la exploración.
Sin tratarse de la entrega más destacada de la saga Atelier de Gust, Lydie y Suelle protagonizan un JRPG que posee un desarrollo bastante tradicional en el que los combates por turnos se combinan con la exploración, la alquimia y demás elementos para dar como resultado una jugabilidad que resulta lo suficientemente diversa.
Dark Souls Remastered es una versión que actualiza uno de los juegos más importante de los últimos años. Sus mejoras en cuanto a resolución, tasa de frames, multijugador y algunos detalles jugables son de agradecer, pero no está exento de otros fallos por una implementación demasiado automática. El jugador de PC que se ha curtido a retoques de su DSFix tiene motivos para encontrar esta edición algo más irrelevante.
Con una buena base argumental, y mucho misterio de por medio, Smoke and Sacrifice es una interesante aventura de supervivencia que concede más importancia al combate, y la elaboración de herramientas para la lucha, que al hecho de establecerse en un lugar concreto para, simplemente, sobrevivir mientras te alimentas y construyes un hogar.
Dark Devotion es un exigente juego de acción con algunas mecánicas del roguelike, ideal para quienes buscan fuertes desafíos. Es, sin embargo, poco intuitivo en sus primeros compases y algunas decisiones cortan el ritmo más que favorecer ese "nuevo intento más" al adentrarse en cada mazmorra. Una buena experiencia que, con algunas mejoras, puede brillar más.
La licencia Warhammer sigue expandiéndose y esta vez nos obsequia con un juego de rol acción hack´n slash que bebe de las mismas fuentes que Diablo… pero sin alcanzar las cotas de calidad logradas por la obra atemporal de Blizzard.
Tras haber devorado a cientos de inocentes en la piel de un tiburón implacable no podemos negar que Maneater es un videojuego de acción de lo más divertido, pero pese a su delirante encanto y a hacer realidad las sangrientas fantasías de muchos aficionados, cuesta no sentirse algo decepcionado con este juego de Tripwire. Es divertido, sí, pero también muy repetitivo y simple en su acción.
Lejos de estar ante una entrega continuista dentro de la franquicia Atelier, GUST ha querido ofrecer a los usuarios de PS4, Switch y PC un título claramente diferente. Aunque sigue estando presente, el componente rolero tan característico de la saga ha pasado a un segundo plano, ganando todo el protagonismo la gestión de recursos y la jugabilidad en plan city building.
Cris Tales no es un mal homenaje a los JRPG, pero tampoco uno que se pueda recomendar con los ojos cerrados. Posee una mecánica de viajes temporales formidable, con inventiva, además de un apartado artístico simplemente fantástico.
Mortal Shell se inspira en la fórmula Souls para retorcer su sistema de combate con sus propias ideas. Luces y sombras en el título de Cold Symmetry que, si bien presenta un buen reto, queda lastrado por algunas decisiones que ralentizan la partida y algunas imprecisiones en sus mecánicas. Un soulslike disfrutable, no obstante, aunque más corto que la media, que sirve como buen aperitivo.
La propuesta de No Straight Roads es interesante y hasta cierto punto entretenida, con ciertas dosis de desafío. Es una lástima que su acción hack 'n slash no vaya al unísono de la potente banda sonora que contiene, puesto que esa era el objetivo principal del juego.
Chronos: Before the Ashes es un buen juego de rol y acción. Su propuesta de ganar edad con cada muerte es interesante aunque se podía haber explorado en mayor profundidad. A pesar de ello, la aventura coloca al jugador sobre el filo de la navaja en cada combate y sabe acompañar su exploración de buenos y originales puzles que están perfectamente integrados en su diseño.
Si anhelas más Dungeon Siege II, deberías salir y hacerte rápidamente con esta completa expansión. Si buscas cambios más radicales, mejores gráficos o una supuesta nueva parte de Dungeon Siege, quizá debas pensártelo dos veces.
Nos encontramos ante uno de los mejores juegos de piratas existentes. La nula competencia en este sector no deja mucha elección, y si lo tuyo es revivir las aventuras de piratas por el caribe, este es tu título, pero debes saber que el juego, a pesar de sus aspectos positivos, tiene puntos oscuros, poco pulidos y algunos bugs no solucionados por ahora.
Risen es un discreto videojuego de rol que tenía mimbres para convertirse en una notable incorporación a los catálogos de PC y Xbox 360. La progresión del personaje y su forma de combatir son demasiado elementales, y la historia y el desarrollo de las misiones no acaban de convencer.
